Capítulo 12

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JOAQUÍN
Los días del mes se fueron tan rápido como el agua, en menos de que canta un gallo ya la última semana del mes de octubre estaba en camino al igual que la tan anhelada fiesta de Diego y Carlos

-Anda Joaco, di que si- me suplicó Carlos por décima vez, quería que Emilio y yo fuéramos a esa fiesta y es que tanto Emilio como yo habíamos quedado en no ir, nunca me han gustado las fiestas que hace Carlos y lo más seguro es que haya invitado a media escuela y quisiera evitar problemas con Vanessa y los que la rodean

-¿Si te digo que si me dejarías en paz?- le pregunté un poco harto de que estuviera molestándome desde que inicio el mes

-Solo si juras venir- me alzó los hombros

-Bien...- suspire mientras giraba los ojos-. Lo juro

-Juralo por el meñique- me dijo mientras mostraba su dedo meñique y cerraba los ojos

-Pareces niño.- le achique los ojos

-Tu juralo.- me apuntó con su dedo meñique

-Lo juro- repetí una vez mas mientras entrelazaba mi meñique con el de Carlos

-Bien, aquí los espero- dijo abriendo los ojos cuando ya había soltado su meñique- Sera a las..

-Pero dame una idea para convencerlo.- lo interrumpi

-Con solo que le digas "vamos" ya te dice que si- me dijo levantando los hombros

-Mentira, Emilio no es muy fácil de convencer..- le dije mientras me cruzaba de brazos-

-Dile que habrá panditas- me dijo mientras me daba una mirada picara. Hace tiempo los cuatro, habíamos leído que unos chicos tenían relaciones con solamente tener unas gomitas, era muy raro

-Si no fueras mi amigo ya te habría dado un golpe- le dije achicando los ojos nuevamente mientras el me sonreía de manera perversa-. Mejor... Dame una idea para el disfraz

-Vengan disfrazados de novios, serian los novios más goals de la fiesta- me miró riendo bajo a lo que yo le mandé una fea mirada, por lo que dejó de recargarse en la mesa donde estábamos sentados para comer-. Mira, que él se vista de negro y tu de blanco

-¿Y ese sera el disfraz?- lo mire incrédulo

-Hay Joaco, pueden ser un ángel y un demonio, Diego me ha contado que tu para Emilio eres como un ángel- me dijo sonriendo tontamente

-Oh!- le dije sonriendo por la idea que se me acababa de ocurrir- Ya se, voy a su casa, nos vemos al rato- le sonreí y tomé mis llaves para salir a casa de Emilio

EMILIO

-¡Quitate, quitate!- habló Diego mientras se movía al compás de el control que tenia en las manos el cual manejaba un videojuego de carreras-. ¡Si nene, voy en segundo lugar!- gritó de nuevo-. Y... ¡Woo! ¡Primer lugar bebé!- dijo soltando el control mientras mostraba las palmas de las manos

-Los videojuegos te hacen daño- le dije riendo bajo mientras tomaba otra de las palomitas que tenia en el traste encima de el sillón-. Ve, hasta estas agitado por un juego

-Oh callate, tu te pones igual o peor- me dijo riendo levemente mientras igual tomaba mas palomitas

-Mentira- le dije haciendo chicos los ojos

-¿Quieres ver que si?- me miró y se levantó del sillón para después tomar uno de mis videojuegos favoritos en carreras-. Juguemos- sonrió desafiante poniendo el juego

-Bien- tome el control con el que me tocaba jugar

Diego puso play al juego y comenzamos, estaba apunto de ganarle cuando tocaron la puerta

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora