Capítulo 57

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EMILIO

Me encontraba de camino a el super mercado, mamá había dicho que tenía que ir si o si cuando llegara de el viaje por que ya casi no había nada en la despensa y yo era el único que consumía las cosas

Cuando nosotros llegamos a la ciudad, eran al rededor de las 10:00 de la noche, no hicimos muchas paradas a excepción de cuando bajamos para estirar las piernas y una que otra parada por los familiares que se bajaban justo antes de ir a casa de Miriam para poder llegar a sus respectivas casas. Joaquín, Carlos y yo también nos quisimos ir, pero Miriam insistió en quedarnos, diciéndonos que las calles se ponían algo peligrosas pasando las 10:00 de la noche, por lo que no nos quedo otro remedio que pasar de nuevo la noche en casa de Diego, asi que llegué en la mañana a mi casa y después de ver que literalmente no había nada en la alacena, tomé el dinero que como costumbre mamá había dejado para mi y el que dejó para la despensa y salí

-Hola nenita.- escuché la voz de Daniel a mis espaldas, sabía que no me podía hacer nada por estar en lugar público, en otras ocasiones que nos encontrábamos en un supermercado, él o Vanessa solo se ponían a hablar mal de mi, a tal punto en que me sintiera mal conmigo mismo y tal vez, en esta ocasión no sería la excepción-. ¿A la princesita se le perdió su principe? ¿Ese milagro que Bondoni te dejó solo por una sola vez?.- me miró burlón

Suspire manteniendo la calma, seguí viendo que cosa era lo que me convenía mejor en precio y tomé un producto de el enorme que estaba enfrente nuestro

-Daniel.- saludé y me aclaré la voz tomando mi carrito para comenzar a caminar y alejarme de él

-Vimos por Instagram que te habías ido de viaje, Vanessa se alegró mucho de saber que no estabas en tu casa.- me dijo siguiendome, me estaba hablando muy tranquilo y aquello empezaba a darme miedo-. Yo dije "que bueno, ya no molestara tanto con su presencia" pero aqui estas.- se adelantó para verme de frente y cuando lo hizo, una sonrisa burlona se formó en sus labios-. Creo que debiste de haberte puesto algo de bloqueador en la cara, digo, si te ves mal físicamente con tu tono de piel, mínimo cuidate para que no te hagas mas moreno y te veas peor.- agaché la mirada, intentado que las palabras no me afectaran como siempre

-¿No tienes nada mejor que hacer?.- le pregunté cuando llegue con él al área de lácteos

-La verdad no y creeme que si tuviera cosas por hacer, número uno, no te interesa y número dos, vale la pena no hacer cosas solo por estar aqui, perdiendo el tiempo contigo, humillandote, viendo como las palabras te lastiman.- se burló de nuevo y abrió uno de los tantos refrigeradores, sacando productos-. Estoy seguro que te debiste de ver muy ridículo con un traje de baño puesto, capaz y todos se burlaron de ti por estar tan flacucho o tal vez te veías gordo y estabas mostrando tu panzota.- empezó a reir por solo segundos y después habló de nuevo-.  Pero bueno, espero mucho el momento para entrar a clases y ver como Vanessa te humilla mas que yo.- soltó una carcajada que no se escuchó del todo y puso una mano en mi hombro-. Será tan divertido volver a ver como estas en el suelo pidiendo que te dejemos ya en paz.- soltó un suspiro con su misma expresión burlona mirando al suelo-. Que tiempos ¿no?.- voltee los ojos, como si eso hubiera sido divertido, ni siquiera a pasado un mes de que salimos de vacaciones

-¿Podrías ya dejarme en paz?, yo si tengo cosas que hacer.- contesté serio quitando con algo de temor su mano de mi hombro mientras metía uno que otro yogurt en mi carrito, el abrió uno de aquellos refrigeradores, tocando y viendo todos los productos sin agarrar uno en especifico

-No quisiera hacerte caso, pero debo de irme, tu presencia ya me hartó, caes mal.- abrió otra puerta y después la cerró sacado una bolsa de gelatinas para niños junto a unos yakult -. Nos vemos luego en la escuela.- cuando estaba a punto de dar un paso para irse, se volteó a verme poniendo su mano en mi cuello al mismo tiempo que apretaba haciendo que doliera el apretón que me daba con su dedo índice y pulgar-. Por cierto, si vas a salir de nuevo, ponte algo de bloqueador si es que no quieres quedar como duvalín.- quitó su mano de mi cuello, dio una fuerte palmada en mi brazo y se dió la vuelta, dejándome un leve dolor, sabía que el leve golpe y el apretón en el cuello que me había dado se harían moretón. A veces me caía mal que mi piel fuera tan sensible

No quise pensar mucho en lo que Daniel había dicho, por que a pesar de que no había mencionado algo lo suficientemente feo para que mis ojos soltaran lágrimas, mi mente se concentraba tanto en las palabras que terminaba sintiéndome mal conmigo mismo y para dejarlo de lado, me concentre en comprar las cosas que hacían falta en mi casa y en lo que necesitaba de mas para cuando fueramos en avión

JOAQUÍN

-¡Hogar, dulce, hogar!- dijo Carlos al abrir la puerta de el departamento que ambos rentabamos

-A claro, repite las frases de Miriam.- me burle al mismo tiempo que cerraba la puerta

Eran al rededor de las 4:00 de la tarde, habíamos ido a un centro comercial por idea de Carlos con la intención de alejarnos un poco de Diego y Emilio, aun que nos habiamos ido temprano de la casa de Miriam donde nos habiamos quedado ahí por pasar la noche, llegamos a casa al rededor de las 9:00 de la mañana, después de dormir hasta las 01:00 de la tarde, fue a las 2:00 que salimos de nuevo de casa para ir a recorrer las calles de México mientes comprabamos cosas que nos hacian falta en casa, un poco de ropa, comprar una que otra cosa para llevar el día de año nuevo en Cancún y ver una película de cine que iba a salir nueva

-Adivina que..  Vamos a tener que salir para comprar comida o algo por que no hay nada aqui.- dijo Carlos viendo el refrigerador

-Como no va a haber nada.- me levanté de el sillón donde me había sentado para prender el televisor, al llegar con Carlos, efectivamente, no había nada o al menos nada que pudiéramos consumir en esos momentos

-Ya se, ire a la tienda de aqui para comprar y comer lo que nos dió Miriam en la mañana.- dijo mi amigo tomando las llaves, yo asenti sabiendo que él no me había visto por que se salió

Me quedé solo en el departamento, pensando en el viaje y en lo que me había dicho Emilio, aquella confesión jamás se me iba a olvidar, era un tema tan delicado y sin querer me asaltaban muchas dudas que incomodarían a Emilio si las llego a decir en voz alta

Me dispuse a sacar mis cosas de la maleta, en la mañana no puse todo en orden por que llegue a dormir y cuando Carlos dijo que salieramos a el centro de la ciudad no me dió tiempo, al sacar las cosas me había dado cuenta que si había llevado bastante ropa que en su mayoría no usé. Quite la ropa que estaba sucia y metí a mi ropero las cosas que estaban limpias, puse la ropa que compré en su lugar, tratando de no ponerla en un lugar donde no la pueda encontrar ya que sería pasando mañana que nos iriamos a holbox como había dicho Miriam, después de todo, estabamos a menos de 5 días para que terminara el año

Creo que fue el mejor año que he tenido, haciendo un recuento, me alejé un poco de aquellos compañeros de clase que tenía en Miami y que a veces me molestaban por que criticaban a mis espaldas la ropa que usaba, el como hablaba y hasta criticaban que sacara tan buenas calificaciones, yo siempre me terminaba enterando de lo que decían por Carlos y mi grupo de amigos. No era que me importara mucho, pero si llegaban a hacer que me sintiera un poco mal. Mamá y papá siempre estuvieron diciéndome que hiciera caso omiso a aquellos comentarios, siempre han dicho que el amor mas importante era el propio que me tenía, por lo que mi amor hacía mi se hizo mas fuerte y dejé que hablaran de mi

Tal vez esa razón era por la que me acerqué a Emilio, entendía a la perfección como se sentía cuando Vanessa hablaba mal de él, quisiera protegerlo de todo, después de todo, sin querer se ganó mi corazón y me molestaba mucho que Daniel o Vanessa le pegaran y molestaran tanto.

-¡Volvi!.- escuché hablar a Carlos, salí de la habitación, había dejado en la mesa refresco, uno que otro dulce,  quesillo y jamón aparte de las conocidas tortillas, que ya estábamos acostumbrados a comer aun que según Míriam, eran tortillas de harina

-¿Porque trajiste tanto?.- pregunté burlón

-No es tanto, solo es lo que usó Miriam en la mañana y se me antojó este dulce y este otro.- me extendió los dulces que claramente decía que tenían chile en polvo

-Te va a picar.- sonreí y me fuí a lavar las manos para juntar los tres ingredientes que había traído

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Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora