Capítulo 34

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EMILIO


Sábado 21- Diciembre, madrugada 5:30 am

-Mamá, yo no me quiero quedar con él

-Solo sera esta noche Emi, además, ya tienes que dormir.- mi madre se levantó de su cama en donde estaba hace segundos

Yo estaba sentado en el sillón que tenía la recámara de mis padres, tenía entre mis manos un suave conejo de peluche, con mi pijama

-Anda, yo te arropo y ya por que tengo que irme.- mi madre me tomo de la mano para ir en compañía de ella a mi habitación

Yo no me quería quedar solo con ese señor, por la noche hacia cosas que yo no quería y me amenazaba con no decirle nada a mamá porque lo mas seguro era que ella se enojara conmigo

-Emilio.- tocaron la puerta, justo cuando se había escuchado que la puerta de entrada se había cerrado-. ¿Emi, quieres jugar?.- preguntó el monstruo que por las noches entraba a mi cuarto

-Emilio.- escuche su voz-. Emi, despierta, Emilio

Sentí el movimiento en mi hombro y fue ahí cuando despertarte, Joaquín tenía ojos adormilados, el autobús aun estaba en movimiento, por las orillas de las cortinas que cubrían las ventanas, se podía apreciar que el amanecer ya estaba llegando

-¿Que pasó?.- pregunté tomando mi celular para ver la hora

-Estabas a punto de llorar.- me dijo bostezando, al ver la hora, marcaba que habían pasado dos horas de el viaje-. ¿Estabas teniendo una pesadilla?

-No se.- mentí sabiendo que no me iba a contestar nada por tener sueño

Él solo elevó los hombros y se intentó acomodar de nuevo en el asiento, en un nuevo intento por conciliar el sueño, imagino que si hubiera sido en otra ocasión en donde Joaquín no tuviera tanto sueño como en ese momento lo mas probable era que no dejara de hacer preguntas sabiendo lo curioso que puede llegar a ser

Imite el acto de el chico que iba a mi lado e intente conciliar el sueño sabiendo que en otra hora iba a despertar igual de asustado que ahorita

JOAQUÍN

-Emi.- le hablé con el celular en mano, esta mañana desperté amando mas sus ojos tristes por lo que quise grabar un vídeo-. Emilio, voltea.- le hablé de nuevo causando que alejara la vista de su celular y esta vez si volteara directo a mi cámara para grabar solo segundos

-¿Por que me tomas fotos?.- preguntó sonriendo, volteandose de inmediato, reí y terminé la grabación

-No era foto, era vídeo.- bloquee el celular y acomode la cobija que ya estaba echa bolita en medio de los dos asientos

El autobús estaba estacionado y no por que ya hayamos llegado o por que Carlos haya obligado a el chofer a parar en plena carretera solamente para comprar un agua, si no por que la madre de Diego dijo que seria la primera parada que se haría para bajar a los sanitarios o por lo menos estirar las piernas, después de todo, estar sentado por alrededor de 2 horas era algo incómodo

-¿Tu vas a bajar?.- le pregunté a Emilio quien ya estaba levantado

-Solo para ir a comprar algo.- tomo su mochila sacando su dinero-. ¿No vas?

Yo asenti, me levanté tomando dinero de mi mochila y bajé en compañía de Emilio, el frío de la mañana me abrazó, causando que metiera mis manos a la chamarra y me diera un ligero escalofrío, después de todo aun no eran ni las 8;00 de la mañana y aun que se me hacia raro y peligroso parar en plena carretera, no iba a decirle nada a la mamá de Diego.

Habían más personas de las que recordaba, se me hacia raro por que cuando nos levantamos a las 4:00 de la mañana no se llenaba todo el autobús y ahora estaba un poquito mas lleno, la mitad de los asientos de el autobús estaban llenos, incluso la mitad de personas estaban en los sanitarios o afuera de el autobús y la otra mitad se había quedado arriba, al verlos creí que mi mente me había echo una mala jugada y que ayer por la noche había contando mal a los adultos y niños, sin embargo, Emilio me menciono que después de que el chofer arrancara, el autobús se había estacionado en otra casa de los demás familiares de Diego donde supongo que mas de 5 personas se habían quedado a dormir para el viaje

-Hace frío.- le dije a Carlos quien estaba en los sanitarios viéndose una y otra vez al espejo

Me había metido a los baños y no por que tuviera necesidad, si no por que no me querían subir aun al autobús y ese lugar era lo mas cercano a estar libre de el viento de afuera que llegaba sin aviso

-Tu y tus fríos.- me miró a través de el espejo que se encontraba justo enfrente de los lava manos

-¿No tienes frío?.- me acerqué a donde estaba él

-Si, pero no mucho.- me salpicó con la poca agua que tenia en las manos

-Oye.- lo reprimi secandome con el papel que me habían dado al entrar.- Esa agua

-Esta mojada.- contestó gracioso como en una película de animación que habíamos visto días antes de el viaje

-Dha por obvio.- me reí-. Esa agua esta fría

-Hace frío, es lógico que el agua va a estar fría.- volvió a salpicarme con el agua que aun quedaba en sus manos al mismo tiempo que cerraba la llave

-Ush.- me seque de nuevo, quise hacerle lo mismo pero contando con que en ese momento sentía mucho frío, mis manos no se iban a calentar en muchos minutos

-¿Y para que entraste?.- Carlos se secó las manos con el papel higiénico que que saco de la bolsa de su pantalón

-Solamente para ver mi cabello, hay más familiares de Diego y que vergüenza que me vean con el cabello en desorden.- me acerqué a el espejo

-Aja, tal vez por que no quieres que tu novio Emilio te vea greñudo.- me revolvió el cabello, deshaciendo mi intento por acomodarlo

-Ush, a veces en serio te detesto.- le mal acomode su cabello también causando que me dejara y se acomodara de nuevo

-No es cierto, yo se que me amas.- dramatizó quitándose una supuesta lágrima de los ojos para después mostrarme la lengua

-Pareces un niño.- moje mis manos sin pensar tanto en lo mucho que me costaría volver a calentarlas para después salpicarle de el agua que quedaba a Carlos

-Esta mojada.- se quejó, equivicandose

-Pues lógico.- me reí y antes de repetir las mismas palabras que él me había dicho salí de los sanitarios antes de que Carlos se volviera a mojar las manos para hacerme lo mismo a mi

Los dos salíamos de el sanitario dejando que el aire fresco de la carretera nos abrazara quedándonos afuera de el autobús al rededor de 5 minutos, después de todo, no había pasado mucho tiempo desde que el camión se había estacionado, pero al pasar de los minutos sentía como si la mamá de Diego quisiera quedarse en la sola y desierta carretera todo el día

-Ustedes cuatro, no vayan a comprar nada.- nos habló la mamá de a Diego antes de antes de que entráramos a el oxxo que estaba cerca de los sanitarios

-¿Por que?.- preguntó Carlos haciendo un puchero sin alejarse de la puerta

-Por que mas tarde bajaremos a desayunar.- y sin decirnos mas, se subió al autobús ¿bajaremos de nuevo? Según youtube Puebla no está tan lejos de la ciudad de México como para bajar a cada rato
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¿Como que la estoy haciendo mucho de emoción que no? 😂 perdón, no me llega la inspiración

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Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora