Capítulo 29

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EMILIO

-Dicen que antes, los eclipses si eran seguidos, pero Dios dijo que los humanos no podían soportar tanta belleza.- le mencioné a Joaquín después de dejar un beso en sus labios-. Y los separó mas.- suspire dejando salir una lágrima, recordando que papá al terminar de contar la historia, cantaba una canción que nunca pude aprender, el silencio inundó la habitación.

-¿Por que lloras?.- le pregunté a Joaquín cuando al fin, la palabras salieron mas fluidas, y es que la respuesta era obvia ¿Quien no lloraría con la triste historia de amor tan bella que se cuenta de la luna y el sol?

-No se.- dijo comenzando a reír suavemente para segundos después maldecir a la herida que no lo deja estar a gusto-. Tal vez por la historia o por el beso de al final

-Ah, lo siento.- contesté con el sonrojo a todo lo que da en mis mejillas

-No, no.- se quito las lágrimas que estaban por salir de sus ojos y me sonrió-. También es por que lloro por todo

Rei suavemente y deje un beso en su frente, en ese momento, tocaron la puerta.

JOAQUÍN

-Joaco... Ya nos vamos.- entró mi hermana con su sudadera en las manos, al verla entrar, limpie mis mejillas

-Si.- suspiré sonriendo

-¿Por que lloras?.- preguntó mirando de mala forma a Emilio

-Emi me contó una historia y ya sabes que lloro por todo.- le contesté sonriendo

-Ah.- suavizó su mirada y se acercó a mi-. Acaban de decir que el horario de vistas ya terminó y también mamá ya me dijo que mañana nos iríamos a Miami

-Si, me lo dijo en la tarde.- suspire ya mas tranquilo-. Cuando llegues, le das un beso a mi Cane.- hice un puchero y escuché una suave risita saliendo de la garganta de Emilio

-Ah no, mejor que se lo dé mi mamá, desde que te veniste para acá, ya no hay quien la regañe por ladrarme y me muerde.- sonríe sabiendo que los juegos que hace Canela son así y aun que conmigo no muerde tan fuerte, con Renata si la muerde, en sus manos se ve los suaves arañazos que hace mi perrita al jugar con ella

-Que dramática.- le achique los ojos-. Mi canelita no mata ni a una mosca

-No, mata una lagartija.- los tres comenzamos a reír aun aunque la risa no duro mucho por el típico dolor en el abdomen

Emilio y Renata comenzaron a platicar de la excursión a la que íbamos a ir con la familia de Diego, yo estaba muy entretenido en su plática hasta que recordé que ellos vinieron de imprevisto, entonces...

-¿Oye y con quien dejaron a Canela?.- pregunté pensando que la habían dejado sola

-Con tu novio.- contestó con simpleza, Emilio me miró sorprendido y con ojos llenos de burla tratando de que mi hermana no se diera cuenta

-Renata.- la reprimi e intente señalarle con los ojos que Emilio aun estaba presente, a ella le había contado mucho de Emilio y también le había dicho de el beso que pasó en su cumpleaños, por lo que ella supuso que ya eramos novios o algo así

-No... Osea... Con el vecino.- intentó arreglar sus palabras mientras que intentaba no reírse  por la expresión de el chico que estaba a mi lado

Yo sabia que Emilio y yo no eramos nada, pero era mas que obvio que ya no eramos mejores amigos, íbamos mas haya que eso y si él cree que tengo novio en Miami, va a dejar de intentar que algo ocurra en nosotros, antes de que el ambiente se pusiera mas tenso por la ilógica explicación que estaba dando Renata, llegó Carlos junto a mi mamá, diciendo una vez mas que ya tenían que irse

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora