Capítulo 31

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EMILIO

-Emilio, maldita sea abre la puta puerta.- se escucharon los fuertes golpes de el otro lado de mi habitación

-¡No! ¡Dejame en paz!.- grité

Era ese hombre de nuevo, otra vez quería entrar a mi cuarto, puse el pasador que mi padre me había enseñado a poner y quitar antes de su muerte, me encontraba en mi cama con mi oso de peluche abrazado a mi, quería que mamá llegara ya a casa

-Niño, tu madre llegara en cualquier momento, abre la puerta.- volvió a tocar la puerta tan fuerte que pensé que en cualquier momento iba a romper la entrada

-¡No! ¡Tu me quieres hacer cosas!.- escondí mi carita en el oso, intentando calmar mis lágrimas

Los golpes se escuchaban cada vez mas fuertes, el miedo de que entrara y me hiciera algo una vez mas crecía a cada momento y mis lágrimas no paraban de salir, solo le suplicaba a quien me estuviera escuchado que mamá llegara lo mas rápido posible para que ese hombre tan horrible me dejara dormir

Desperté, una vez mas de golpe, otra vez con sudor en la frente y al mismo tiempo que escuchaba que los suaves golpes en mi puerta no paraban de oírse

Me levante de mala gana, con la punta de mi almohada en las manos, para abrir la puerta, encontrandome con mi madre, quien tenía una sonrisa

-Hola.- contesté arrastrando las palabras y sin sorprenderme que ella estuviera aquí, regresé a la orilla de mi cama

-¿Bebé de nuevo no has dormido bien?.- preguntó al verme con sueño a pesar de que ya era algo tarde

-No, los recuerdos en forma de pesadillas regresaron.- antes de ponerme las manos en la cara y bostezar, ví su mirada de preocupación

-Joaquín esta aquí.- me sonrió al ver que mis labios también se habían curvado en una sonrisa

¿Joaquín esta aquí? ¿Que se supone que esta haciendo? ¿Que no se supone que debe descansar por la herida? Aun que a decir verdad, ya había pasado al rededor de una o dos semanas, la excursión que había planeado la familia de Diego ya estaba mas cerca, cosa que hacia que la emoción de Carlos y Joaquín por conocer algo nuevo de México fuera mas grande y también hacia que los recuerdos de mi niñez, vinieran cada que despierto o cada que intento dormir

-Me enteré que en este año si iras con Diego a su viaje familiar.- me dijo con una sonrisa al mismo tiempo que yo me levantaba para acomodar mi cama

-Si, Joaquín me animó.- elevé los hombros acomodando la cobija, solo era un cobertor el que cubría mi cama, antes de que mi madre pudiera decir algo mas, hablé yo-. Lo único malo es que vamos a ir a Veracruz.- mencioné sentándome en la cama ya acomodada e intentando no mostrar el miedo que sentía de saber que regresaría a ese Estado sabiendo que no iría directamente a el lugar en donde antes vivía

Al mencionar lo ultimo, mi madre me miró, con los ojos mas abiertos de lo normal

-Emi... ¿Seguro que vas a ir? No te quiero ver mal de nuevo, pasaron 11 años desde...- yo la mire con mas tristeza de la que mis ojos estaban acostumbrados a mostrar y antes de que pudiera decir palabra alguna, me abrazó-. No quiero que tus traumas vayan a regresar a molestarte con mas fuerza

-No puedo decirles que no mamá, ya pague los boletos y seria de muy mala onda que después le diga a Joaquín que ya no iré.- me levanté de mi cama

-¿Los?.- preguntó-. ¿Vas a estar fuera muchos días?

Solté una pequeña risa, ahora las preguntas eran al revés y no es por que le tenga coraje, pero yo le hacia las mismas preguntas cada que tenia que salir de viaje en temporadas de Diciembre

-Si, Diego dijo que pasaremos navidad y año nuevo en otros estados.- elevé los hombros

Antes de que ella saliera de mi cuarto, mi madre mencionó que el agua ya estaba caliente, así que antes de meterme a bañar, tomé mi ropa y para que no hacer que Joaquín esperara tanto, me bañé y vestí lo mas rápido que pude

-¿Lo quieres mucho verdad?.- escuché la voz de mi madre antes de que pudiera abrir la puerta para al fin, saludar a Joaco

-Si.. Tengo varios amigos, pero el es diferente, con el nunca había sentido tanto.. Clic, aun que sea por compartir una charla casual.- escuché las palabras provenientes de Joaquín, haciendo que mi sonrisa apareciera sin que pudiera evitarlo

Escuche una suave risita de parte de mi madre

-Si lo quieres tanto... Ayudale a que no se rinda.. No te doy explicaciones por que se que el tarde o temprano te dará una respuesta sin que tu se la pidas, hemos sufrido tanto él y yo.- escuché como soltó un suspiro, quería salir, hacer que mamá dejara de hablarle de eso a Joaquín mas me controle y me puse de mi perfume favorito para después salir y hacer como que no había escuchado nada

-Hola.- le sonreí a Joaquín cuando ya había cerrado mi cuarto, haciendo que mi madre y él quedaran en silencio-. ¿No se supone que debes de estar en tu casa?.- pregunté causando que él iluminara mi día con su sonrisa

-Ya pasaron 2 semanas, además, Carlos salió con una chica y cuando me quedé solo, descubrí que no tengo ropa para playa o balneario, si tengo pero no la metí a la maleta.- encogió los hombros causando que mi madre y yo soltaramos una risita por la preocupación que tenia por no tener ropa para la excursión-. ¿Me acompañas?.- sonrió de nuevo con emoción

-Claro, vamos a desayunar primero.- el asintió

JOAQUÍN

La comida que hace la mamá de Emilio es la mas rica que he probado en cuestión de comida mexicana ya que los guisados que hace mi madre en Miami es otro asunto

Después de terminar de desayunar, salimos en dirección a un centro comercial, aun que no caminabamos tan rápido como yo quisiera ya que Emilio mencionaba a cada momento que la herida que tenia en mi abdomen podría abrirse y lo veía a manera divertida y exagerada a la vez, el doctor que me había atendido en el hospital había mencionado que solamente tardaría al rededor de 7 días para que pueda dejar de estar en reposo y en 14 días terminaría de cicatrizar

-¿Tu sabes donde queda Holbox?.- le pregunté a Emilio, quien tenia toda su atención en un exhibidor de playeras con diferentes estampados

-No, Diego dijo que estaba por Cancún, pero no lo conozco.- elevó los hombros y después me miro-. No lo vayas a buscar en Internet

-¿Por que no?.- pregunté con una sonrisa burlona

-Porque....- aclaró la voz y sus mejillas se tornaron con un leve tono de rojo-. Por que en YouTube o Internet no te dicen bien las cosas, es mejor ir a verlo tu mismo

-Mentira, antes de venir a México yo veía muchos vídeos de que hacer y que ver en el distrito Federal y todo salió bien.- achique los ojos causando que el soltara una risita nerviosa y me mirara

-¿Que sentirías si te bajaran las estrellas?.- cuestiono cambiando de tema-. Hablando en el sentido literal

-No se.. Depende de como se vean las estrellas.- conteste soltando una pequeña risa

-Bien, creeme que te bajaré las estrellas en Holbox, por eso no debes buscar nada respecto a esa isla.- me sonrió y le sonreí, guardando silencio

Toda la tarde nos entretuvimos viendo la tanta ropa que nos mostraba el centro comercial, incluso entramos a un cine a solamente sentarnos por que la película no nos gusto, ya estabamos por irnos, aun que el dia estaba gris y amenazaba con llover, literalmente obligue a Emilio a que compráramos helado, moría por probar los helados que en el letrero de la entrada de la tienda decia "La Michoacana"

A decir verdad, esos helados sabían mas buenos de lo que esperaba, tanto que cuando lo termine, quería regresar por otro sin importarme que regresar a la tienda era caminar mas por que ya estábamos muy lejos

Estaba emocionado, mas emocionado que cuando supe que si pude ser uno de los alumnos que vendrían aquí por intercambio, ir a una excursión y conocer las playas de México no estaba en mis planes cuando compre el boleto de avión

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Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora