Capítulo 1

2.7K 245 13
                                    


NARRADOR

11 años habían pasado desde que la vida de Erick había cambiado tan rotundamente
La madre de el menor, resentida con el hombre de yacía en el suelo de la habitación de su hijo, después de más de 10 balazos, tomó sus cosas importantes, vistió a su pequeño tratando de calmarlo y encendió fuego, tanto al cuerpo como a la casa que había sido testigo de las mejores vivencias a lado de su esposo, desde la llegada de Emilio.

Y aun que, cuando ya estaba a miles de kilómetros de esa casa cubierta de llamas, Karina tenía un conflicto en su mente, estaba escapando de aquel crimen pero se sentía bien, su ángel había obtenido justicia, si denunciaba, la policía era capaz de dejarlo libre, como en los últimos casos que habían sonado en la radio y televisión

Ella y su pequeño niño se dirigían al centro de la ciudad de México, aún que ella amaba su hermoso estado de Puebla, el lugar donde había llegado hace muchos años para iniciar una nueva vida después de haber tenido una ilusión falsa de un hombre que le arruinó la vida en su hermoso país de Italia, sabia que era buena opción dejar el estado. En el centro del país, Erick podría volver a ser el mismo, tal vez ese trauma, solo se quedaría en la memoria de su niño, pero no era cierto

Erick se rompió cuando ese infeliz, se metió a su habitación y le arrebató su inocencia a golpes, gritos y varias manchas de sangre que quedaban en las sabanas debido al maltrato.

"Tal vez, cuando sea mas grande se le quite" se decía Karina cada que veía que Erick con 11 años, lloraba todas las noches y es que el menor, no lloraba por lo sucedido años atrás, si no por el bullying que sufría en clases, ¿por que la vida se aferraba tanto en que no fuera feliz? Había veces en las que con ayuda de una navaja, practicaba el cutting y tenía problemas de alimentación. Erick sabía que ella no se daría cuenta, siempre lo dejaba solo la mayoría de los días de la semana y solo lo veía para darle de desayunar, comer y cenar

Su madre, en ciudad de México había conseguido un trabajo que constantemente la hacia viajar, dejando solo a su hijo.

Emilio sabia que aunque su madre lo llevara con el mejor psicólogo para que él olvidara esa horrible experiencia, nunca seria como el niño tierno y lleno de color que era cuando tenia 5 años. Los golpes y maltratos hacia él, lo habían destruido y eso jamas iba a cambiar. Karina no le prestaba atención y para cuando ya vio, Erick era más alto que ella, atractivo igual que su padre y lleno e inseguridades como ella

ERICK
-Principe Erick... Erick.. mi niño, ven vamos a jugar- decía una y otra vez aquel asqueroso hombre que siempre entraba a mi habitación cada que mamá se iba a trabajar

-¡No! Tu siempre me lastimas, ya no quiero jugar, no te quiero ¡no te quiero!- le grité desde mi escondite

-¡Maldito chamaco! ¡Te digo que vengas aquí!- me dijo y escuche como suspiro pesadamente, supongo, intentado controlarse-. Ven corazón, te vas a divertir- y con esas ultimas palabras me saco de mi escondite tomandome por el cabello para que después, me arrojará a mi cama y comenzara a romper la pijama que tanto me gustaba por que fue la ultima que papá me había comprado

-¡No! ¡Por favor! ¡No otra vez, ya no, me lastimas!- suplique

-Callate- me dijo tapandome la boca con su mano-. Mamá puede llegar en cualquier momento- me sonrió de la manera mas horrible que pudo-. Si te portas bien, esta vez no te pegare- dicho eso, quito la mano de mi boca y volvió a intentar quitar mi pijama, era asqueroso tenerlo encima de mi, pero no podía decirle nada por que me iba a golpear cada vez mas fuerte, suplicaba por que mamá llegará y me defendiera, pero mis esperanzas se fueron cuando el infierno término y no había rastro de ella por ningún lado

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora