Capítulo 45

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EMILIO

La mañana era joven, aun se podía apreciar lo obscuro de la madrugada, tenía sueño y algo de calor, todos habiamos despertado temprano por que la mayoría quería ver el amanecer en la playa, yo lo único que quería era salir al menos de el centro de Veracruz.

Mónica, la chica que me había encontrado ayer por la tarde habia llegado a mis pensamientos matutinos, no dejaba de pensar en como dieron con la idea de que se habían metido a robar a mi casa y la quemaron, tal vez habia sido cosa que mi mamá habia inventado para que no la culparan por algo que ella hizo solo para defentenderme

-Los quiero abajo en media hora Diego.- escuché que le dijo Miriam a mi amigo que estaba en el otro lado de la misma cama en donde yo habia dormido

-Que si.- contestó Diego colgando la llamada, aun adormilado dejando el brazo fuera de la cama

-Que te jale el chuki el brazo.- le dije riendo sin ganas de levantarme, eran apenas las 3:00 de la mañana, Miriam quería llegar antes de el amanecer, mucho antes, se hacían tan solo 3 horas para llegar hasta la playa, creo que en la noche nos habia dicho que nos iriamos temprano para llegar y dar con la casa que habían rentado

-¡Hola Soy Woody, todos fuera de la cama!.- habló Carlos sentandose en la cama donde habia dormido con Joaquín

Me reí por que aquello lo habia sacado de Toy story, cuando lo dijo en la noche diciendo que asi nos diría para que nos levantaramos no creí que hablaba en serio, me levanté de la cama, siendo uno de los primeros en levantarse, ya que dos de mis amigos estaban luchando por no volver a dormir y otro estaba viendo fijamente la base de la cama sin sentido alguno

-Uy el chuki.- le jale el brazo a Diego cuando me agache para ponerme las sandalias, él se asustó, causando que Carlos y yo soltaramos en una carcajada

Nos comenzamos a apurar para que Miriam no nos dijera nada por no bajar a tiempo, tuve que molestar a Joaquín para que se levantara, ya que era el único que faltaba para bañar y arreglarse, aun que faltaban varios minutos para bajar y para que llegara el nuevo autobús

-Joaco.- me avente a el colchón en donde él aun estaba tapado con la sabana, sabia que estaba despierto-. Joaquín, ya parate.- lo destape viendo sus ojos adormilados-. Bonito

-No quiero.- se tapó de nuevo-. Es muy temprano

-Hoy es navidad.- le sonreí sabiendo que me podía ver através de la sabana-. ¿Que me vas a regalar?.- le pregunté a manera de juego mientras le quitaba la sabana

-Un beso.- me sonrió, sentí calor en las mejillas

-Conste, quiero mi regalo.- sonreí-. Pero ya levántate.- insistí para después jalar su mano, para mi suerte, esta vez se sentó en la cama, con la intención de ya levantarse

-Solo por que quiero darte tu regalo y por que si no, Miriam ya no me invitará a ningún lugar por levantarme tarde.- le contesté con una simple sonrisa mientras que él tomaba su ropa para meterse a la regadera

Diego y Carlos habían ido con Miriam ya que tenían que bajar varias cosas de el cuarto donde habia dormido con su esposo y en el hotel donde estábamos no habia elevador ya que el edificio solo contaba con 4 pisos, como no tenía nada que hacer, me puse a guardar mi ropa que solo me habia puesto para dormir, acomode un poco mejor mi maleta e iba a hacer las camas pero mejor se lo deje a la ama de llaves, después de un rato, salio Joaquín de el baño, vestido y con una toalla al rededor de su cuello, su cabello despeinado y con descalzo, él se veía muy tierno

-Uy que bueno que ya saliste.- le sonreí y apague el celular

-Si, mira ahora si te daré tu regalo.- sentí el calor en mis mejillas de nuevo, creyendo que si me daría el beso que dijo

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora