Capítulo 69

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JOAQUÍN

-¡Tú! ¡Niño chismoso con ojos chiquitos, ven aquí!- le gritó Emilio a su mejor amigo cuando lo vio a la distancia, habíamos llegado antes que la familia de Diego, ellos iban entrando y es por eso que Emilio le gritó, haciendo que yo y los hermanos de Diego de nos sacaramos de honda

-Alguien está molesto.- dijo Carlos cuando llegué con él después de correr al lado de Emilio, vimos como los dos se metieron corriendo a la casa mientras tenían una sonrisa en el rostro

-Quien no estaría molesto cuando lo están espiando.- le contesté e intente regular mi respiracion

-No pues cualquiera se pondría furico- se burló y cruzó los brazos

- Tú también estabas escuchando.- le dije imitando su acción

-Soy tu mejor amigo, era mi deber.- contestó poniendo su mano en el pecho

-Eres un metiche.- dije sin saber bien el significado de aquella palabra que una vez utilizó Diego

-¿Un que?.- se burló y se metió a la casa cuando vio que le dirigí una mirada de fastidio.

Eran al rededor de la 1:30 de la mañana, Carlos y yo, nos quedamos a hacerles compañia a los sobrinos de Diego, mientras ellos veían televisión y los adultos platicaban de como fue su experiencia con la bioluminiscencia. Yo estaba enfocado en mi celular, contándole todo lo del día a Renata, sus mensajes me daban a entender que ella estaba igual de emocionada que yo al momento que transcurrieron las cosas del día. Ella me contaba lo bonito y lo sufrible que fue pasar año nuevo con unos familiares que ni ella ni yo  conocíamos del todo, también me platicó lo que pasó en navidad, ya que yo toda la noche la había ignorado y después no habíamos tocado el tema. Quería platicarle de el noviazgo que empezaba hoy con Emilio, pero eso iba a hacer que sus audios con 40 minutos estuvieran mas presentes que cuando le conté que me había besado con Emilio. Después de que cenaramos algo y dieran las 2:00 am, Miriam dijo claro que teníamos que dormir ya que mañana a mas tardar las 2:00 de la tarde ya debíamos de estar fuera de la casa para entregar llaves, todos asentimos y nos metimos a las habitaciones, yo tuve que quedarme con Carlos en lo que Diego salía de la habitación donde dormiamos Emilio y yo, ya que después de tanto preguntar, supe que ambos mejores amigos se metieron corriendo al cuarto y hasta el momento no habían salido. Por lo que escuchaba, su platica era chistosa, ya que se oían leves risas y quise suponer que Emilio le contaba otra cosa a su mejor amigo y no lo de nuestro noviazgo

-Bueno, siéntate y cuentamelo todo.- me dijo mi mejor amigo con una sonrisa tonta al mismo tiempo que bloqueaba la pantalla de su celular. Habíamos entrado al cuarto después de que Miriam apagara las luces y la televisión, yo lo miré con ironía mientras que él se acostaba en la cama y recargaba su cabeza en la mano mirándome con interés

-¿Que te voy a contar si de seguro escuchaste todo hasta que gritaste?- me hice el indignado, quité los tenis que traía puestos y me senté como si fuera chinito en la cama

-No se, dime cuantas canciones te cantó?, cuantos matrimonios te pidió?- entre mas lo escuchaba mas negaba con la cabeza, antes de que pudiera decirle algo, mi amigo habló de nuevo-. Además no escuchamos todo, solo te ví de lejos que parecía que te iban a pedir matrimonio, estabas asi como.. Como dijo Diego?- se quedó callado segundos y después habló de nuevo-. Llorando como magdalena.- dijo e hizo un lamento casi gritando mientras pasaba sus manos por sus mejillas imitando limpiar lágrimas

-Callate, Miriam nos va a regañar.- me reí

-Y ya después de que besuquearas a Emilio, si los escuchamos porque estabamos mas cerca.- sentí las mejillas arder, la pedida de noviazgo de mi novio había sido muy cursi, mi mejor amigo y Diego no dejarían de molestarnos hasta que se cansaran

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora