Capítulo 8

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JOAQUÍN

Al ver que Emilio ya había salido, me deje caer en el sillón que estaba cerca para después suspirar, cosa que hizo que Carlos saliera de su cuarto para sentarse a lado de mi en el sillón con una mirada bastante graciosa

-¿Que?- le dije intentando no reír, su brazo lo había puesto para recargar su cabeza y verme mas fijamente

-¿Te gusta Emilio verdad?- me dijo burlón, la pregunta me dio gracia y nervios por lo que me levante de el sillón

-Pff, vamos ¿no lo estas diciendo en verdad o si? Lo conozco apenas de hace un día y no se si el sea gay, es muy ilógico lo que me dices

-¿Que no has escuchado de el amor a primera vista? Y por lo de ser gay, tu no te debes de preocupar por eso, tarde o temprano va a caer en el efecto Bondoni. Jasj de seguro si te gusta y por eso te preocupa ese tema

-Que no, apenas lo conozco y no tiene por que caer en ese efecto, solo soy amable- el asunto me estaban dando mas nervios, era muy ilógico, Emilio no podría gustarme, apenas llevó 2 días conviviendo con el

-¿Ahora se le llama así? Amabilidad. Vamos Joaquelongo, cuando estábamos pasando los apuntes lo mirabas con tu cara de angelito enamorado, así como cuando veías a Cristhian, tu crush de secundaria, conozco esa mirada a la perfección- dijo mientras ponía la cara mas tonta que pudo y después subir y bajar las cejas de manera graciosa

-Asi miro a todos, yo soy un Ángel- dije para después comenzar a reír junto a el

-Ay aja, mejor dime ¿por que traías el labio partido? ¿Emilio te mordió muy fuerte?- me reí de nuevo por su comentario

-¿No?- lo mire- Me pelee con uno de los chicos que lo estaban molestando

-Encerio? Ja y dices que no te gusta- dijo sonriendo para después mirar a la nada

-¿por que? Es lo que cualquier persona hubiera echo- alze los hombros

-No, eso es lo que tu harías, cualquier persona lo pasaría desapercibido solo por no meterse en problemas- me miro-. A mi no me engañas Joaco, te gusta Emilio aunque no lo quieras aceptar- me aventó una almohada ya que hace segundos me había alejado de el lugar en donde el estaba sentando-. En un tiempo van a ser el ship de..- se quedó callado por segundos intentando descifrar algo y cuando ya lo tuvo, trono los dedos-. Serán Emiliaco, los novios que babean el uno por el otro- alzó las manos poniendo las palabras en el aire como si de una película se tratara

Yo rodee los ojos y me agache para tomar el cojín que me había aventado pero cayo al suelo

-Si no la controlas no la fumes- le dije sin entender como había inventado esa palabra, puse el cojín en el sillón pero algo sonó al momento de ponerlo

-¿Que hay ahí?- me pregunto Carlos, supuse que eran mis llaves pero al ver que tenia una guitarra como llavero sabia de quien eran

-Son las llaves de Emilio- le dije tomandolas para después levantarme

-Chan, se va a quedar afuera

-No, se las voy a llevar- me levante de el lugar y me puse el suéter que traía desde la mañana

-¿Si sabes donde vive?- me preguntó Carlos acercandose

-No con exactitud, por lo que recuerdo no esta muy lejos de aquí, si me pierdo, ya sera por una buena causa- le sonrei y tome mis llaves para después salir hacia la casa de Emilio

EMILIO
Al salir de el departamento de Joaquín, camine lo mas rápido que podía, no quería que me sucediera algo, mamá siempre me ha dicho que en cualquier lugar donde este debo de tener cuidado, la delincuencia esta muy fea por cualquier lugar, ya estando por llegar, recibí una llamada de un numero desconocido y aun que siempre eran llamadas para hacer bromas tontas, tenia que contestar, mamá a veces hacia llamadas de números distintos

-¿Bueno?- conteste sin interés suponiendo que era una broma

-¿Sabes? Es verdaderamente admirable que sigas en este mundo- contestaron al otro lado de la linea

-¿Quien habla?- pregunte sin dejar de caminar

-Eso no importa, me parece muy tonto que sigas arruinando la vida de los demás

-¿Que?

-¿No te acuerdas Emi?

-¿Quien habla?

-Eres muy débil para soportar la tormenta que te tocó como vida ¿quieres que lo recuerde? Si todo muy bonito a la hora de tener tu infancia pero... A tu papi lo mataron- los recuerdos tan dolorosos que intentaba mantener en un cajón comenzaron a salir, atormentandome de nuevo-. Por que si Emilio, lo mataron, no se murió solo por el espíritu santo

-¿Como sabes eso? ¿Como sabes mi nombre? ¿Quien habla?

-Le dejaste de importar a tu mami ¿Y después? Después te violaron Emilio, te violaron cuantas veces se pudo- sentí un horrible escalofrío al saber que alguien sabia eso-. Te arrebataron los colores de la vida de la peor manera. Así como tu lo hiciste conmigo

-¿Quien eres?-hable nervioso

-Y luego, tu mami, se hizo una asesina por tu culpa.- me contestaron ignorando lo que había preguntado-. ¿vez como tu solo arruinas la vida de los demás?¿Por que no intentas suicidarte como lo hacías antes Emilio? Creeme que le harías un favor al mundo.- la llamada termino, dejándome en silencio

"Emi, ven te vas a divertir" "Papi se fue y ya no va a regresar" "¡Emilio es gallina!" "¡Quiere llorar! ¡Quiere llorar! ¡Quiere llorar" "Tu solo arruinas la vida de los demás" Las frases en mi cabeza se intensificaron mas, cada una de ellas recordando el momento en el que la dijeron, el "Quiere llorar" de el recuerdo con mis compañeros de segundo de primaria cada vez se intensificaba mas. Así que corrí, corrí lo mas que pude, sin importarme que todo el cuerpo me doliera. Al llegar al edificio en donde era mi hogar intente calmarme pero necesitaba realizar solo una cortada mas en el brazo y acabar con todo este dolor

Al llegar a la puerta de mi casa note que no traía las llaves, me iba a sentar en la entrada pero por suerte recordé que mamá siempre dejaba una llave en la maceta que tenia afuera de el departamento, la tome y abrí la puerta, sin importarme que se quedara abierta, fui a mi habitación, las palabras junto a esos recuerdos tan feos estaban aun en mi cabeza, negándose a dejarme en paz. Llore y grite preguntándome el por que me había tocado una vida así, los truenos afuera hacían que recordara mas todo el infierno que vino después de la muerte de papá. Al recordar todo eso saque la navaja que estaba en mi cajón de la mesita de noche y sin pensar tanto o mas claro, hice varios cortes en mi brazo y me recoste en la cama, dejando salir la sangre sin prisa alguna. Se sentía liberador, sabia que ir al otro mundo seria mejor, con papá y la abuela ya no dolería nada. Siempre me he preguntado que habría pasado si las últimas dos veces mamá no me hubiera salvado, supongo que todo el mundo estaría mejor sin mi, mamá ya no tendría preocupaciones por dejarme solo

Mis párpados comenzaron a pesar, haciéndome saber que el sueño eterno ya comenzaría a apoderarse de mi. Cerré los ojos y alguien se interpuso a mi sueño profundo

-¿Emilio?- escuche la voz de el ángel que me había salvado en la tarde, el estaba estaba aquí, Dándome la despedida-. ¡¿Emilio?! ¿Que hiciste?- las últimas palabras que escuché fueron esas, después todo se volvió obscuro y en silencio

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Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora