Capítulo 16

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EMILIO

-Lo mas gracioso de todo fue tu cara.- le repitió Diego a Carlos después de haber terminado los tacos-. Y cuando gritaron que si picaba.- me reí por recordar el momento

-No aguantan nada.- les dije riendo

-Es que en Los Angeles, la salsa no pica tanto.- contestó Joaquín

-Pero saben mejor los tacos de México ¿Si o no?.- preguntó Diego

Joaquín dudo un momento pero el primero de los dos en decir un fuerte "Si" fue Carlos

-Bueno, ahora son las 6:00.- dijo Diego cambiando de tema-. ¿Quieren que vayamos al cementerio?

-¿Para que?.- hice una mueca

-Acuerdate genio, hoy mi mamá va a arreglar la tumba de mi abuela, mi abuelo y de mi tío.- contestó caminando-. Estaría genial que fueran a ver como se ve el campo santo en estas fechas

-¿Y no nos vamos a regresar a casa para cambiarnos e irnos a pedir dulces?.- pregunté

-Nop, Brenda dijo que ella iba a ser pinta caritas hoy, así que hay que colgarnos de ahi.- subió levemente los hombros, yo suspire y solo guarde silencio

-¿Y no da miedo ir al cementerio a estas horas? Ya esta anocheciendo.- preguntó Carlos

-Ja.- Diego soltó una risa sarcástica y comenzamos a caminar para ir a el cementerio-. No niño, el día de muertos es una fiesta, es el único día que tenemos para honrar y recordar mas que nunca a los que se fueron antes.- terminó de hablar mientras miraba el cielo que empezaba a obscurecer

Los 3 chicos que íbamos nos quedamos callados, siempre he sabido que el día de muertos es especial, que se cree que los muertos regresan de la vida solo en cada 1 y 2 de noviembre, mamá siempre se pone mal en estas temporadas y cuando cae el día que ella no trabaja, llega ebria, recordandome que así fue como llegó a mi antigua casa con el hombre que me arruinó la infancia

JOAQUÍN
Diego nos había llevado a el cementerio, jamas había visto que las personas de México arreglaran tanto las tumbas de sus muertos

Cuando llegamos al lugar, una mezcla de sentimientos se sentía en el aire que hasta se contagiaba. En parte, el cementerio se sentía con una extraña alegría, pero al mismo tiempo con una tristeza muy grande, habían personas que todavía estaban llorando por recordar a sus seres queridos. Las tumbas estaban adornadas con papeles picados y el tan famoso pan de muerto del que había escuchado antes de venir a México, había comida encima de las fosas y demasiadas velas, agua y sal, la que según Emilio, es para las almas que no tuvieron la oportunidad de tener un hogar. Diego y Emilio nos contaban lo poco que seguramente por ser mexicanos sabían, Carlos y yo nos fuimos para ver otras tumbas y había gente que sacaba el esqueleto de la persona para recordarla. Cuando llegamos con la mamá de Diego, ya todo estaba puesto, habían puesto una corona de flores y varias velas, habían puesto comida, fotografías, frutas y el pan que minutos antes habíamos visto y varias flores anaranjadas. No nos quedamos con ellos mucho tiempo, habían estado relatando anécdotas de los buenos tiempos en los que aun vivían los abuelos y el tío de Diego

-Vámonos chicos, ya son las 7:30.- nos dijo la señora Valdés, me sorprendí que 2 horas se me hayan pasado demasiado rápido-. Diego, ¿siempre si quieren que Cristal los pinte? Por que ella dijo que comenzaría a pintar a las 7;00, Diego solo dijo que si para después ayudarle a su mamá a recoger la poca basura que habíamos echo


Casa de Diego
7:44 pm

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora