Capítulo 35

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EMILIO

Llegamos, después de que el autobús parara mas de 2 veces mas y a pesar de que el chofer se detuviera por gasolina antes de llegar, ya habíamos llegado a Puebla
El lugar era muy bonito a decir verdad, se veía que hacia frío, la mañana estaba algo nublada, no había tanta gente o al menos eso era lo que se podía apreciar a través de la ventana cuándo pasamos por el pueblo ya que nosotros nos quedaríamos en un hotel algo alejado de el centro, no muy lejos, casi 15 minutos caminando

Joaquín y por lo que podía ver de Carlos, se veían mas emocionados que un niño cuando le compran un juguete nuevo y era comprensible, una vez ellos mencionaron que de no haber sido elegidos para venir a México de intercambio, ellos iban a hacer un viaje para conocer un poco de el país aun que era obvio que en sus planes no estábamos ni Diego ni yo, eso era mas que claro

-Vas, vamonos.- me dijo Joaquín con una sonrisa cuando ya el autobús se estaba estacionando, tenia su mochila ya en el hombro junto a la cobija bien doblada que le había dado Carlos, sus cabellos chinos daban a entender que durante todo el camino estuvo durmiendo y a decir verdad, Joaquín por las mañanas siempre se veía mas tierno de lo normal

-¿Quieres bajar ya?.- me burle de él tomando mi mochila-. Van a tardar un poquito para que den las habitaciones

Joaquín hizo un puchero, causando que muriera de ternura y que mis mejillas se tornaran de rosa

-Bien, vamos a bajar.- reí y me levante antes de que lo hiciera Diego o alguno de los primos que iban en los cuatro asientos de atras de nosotros ya que después de ellos, no había nadie, el autobús casi no se lleno de el todo y a la vez estaba bien por que ya era bastante gente

-Bien, vamonos.- sonrei y tome mi mochila, sali de mi asiento y junto a la mamá de Diego, salimos Joaquín y yo, respirando el aire fresco que nos daba la bienvenida en el pueblito mágico de Chignahuapan, Puebla

El lugar parecía de asienda, como aquellos que salen solo en las novelas dramáticas, tenia entendido que aquí nos quedaríamos solo dos días.. Osease este y el día de mañana para irnos a Veracruz en la noche de el mismo día y a mi parecer, eso era mas que suficiente aun que no tuviera muchas ganas de ir

-Es ma bonito de lo que creí.- mencionó Joaquín mirando al cielo y los alrededores

-Lo mismo digo yo.- sonreí

-¿Verdad que el paisaje es hermoso?.- me miró

-Ah, ¿estamos hablando de eso?.- pregunté-. Creí que estábamos hablando de ti

-¿De mi?.- me miró confundido-. Por que hablaríamos de mi?.- se burló

-Ah no lo se, tal vez por que estas ahí, simplemente, dejándote admirar.- levanté los hombros, dejando de ver la enorme sonrisa que se había formado en su rostro y me acerqué de nuevo al autobús, con la intención de no darle mas explicaciones tontas y bajar las enormes maletas que teníamos por equipaje Joaquín y yo

-Que nos va a tocar una habitación hasta haya arriba.- señalo Carlos una de las ventanas que mostraba el hotel

-¿Hay elevador no?.- lo miré

-Que exagerado.- se burló Joaquín de él

-Eso dijo su mamá.- señaló con la mirada a Diego, quien estaba jugando con su maleta

-Mentira, mi mamá dijo que no sabia que habitaciones nos iban a tocar.- dijo levantando levemente los hombros sin darle mucha importancia

Nos quedamos a fuera al rededor de solo 10 minutos, en lo que daban las habitaciones y en lo que hacían papeleo

JOAQUÍN

-Es pan, es lo mismo.- volví a escuchar de parte de Diego

-No, no es lo mismo.- le contestó Carlos batallando para sacar su maleta de el elevador

Ya nos habían dado habitación a nosotros y tal como había dicho Carlos, nos había tocado en una de las habitaciones de arriba, ya que las de mas abajo, se las habían dado a las personas que tenían a sus niños, el edificio era muy bonito, a decir verdad, muy pintoresco y bastante cómodo a simple vista o eso era lo que me parecía ver a mi, por que siendo sinceros no me podía quejar de nada en este viaje, todo era mas bonito de lo que había esperado y eso que apenas empezaba el día de estar aquí

-¿Y a todo esto por que están peleando?.- pregunté aun afuera de la habitación esperando a que el encargado que nos había ayudado con las maletas llegará con la llave, ya que según él, la había olvidado abajo

-Ustedes parecen niños chiquitos.- les comentó Emilio a mi lado

-Diego dice que es el mismo pan el francés que el bolillo mexicano.- contestó Carlos tomando de el yogurt que había comprado en la primer parada de el autobús

-Es pan de todos modos.- le contesté

-No, el pan franses es diferente.- Carlos me achicó los ojos

-Si, es masa, es pan de todos modos.- elevó Diego los hombros

-Pero el pan francés tiene un diferente sabor.- se cruzo Carlos de brazos

-Solo lo hemos probado una vez mentiroso.- le achique los ojos, burlandome de él

Y es que la única vez que tuvimos la oportunidad de comer de ese pan, fue por que Carlos me regalo un poco, esa vez no se ni como ese pan habían llegado a la mesa de su casa por que no quise preguntarle nada

-Listo, aquí esta.- habló el trabajador de el hotel dándole a Emilio la llave para dejarnos entrar al fin a la habitación

Emi abrió la puerta para después meterse el primero y después de que 3 segundos de escuchar la discusión tonta de Diego y Carlos me metí yo a la habitación

Era muy bonita, hacia juego con las paredes de el hotel que eran blancas con círculos y varias figuras de colores, había 1 sillón y 2 camas, un enorme clóset pegado a la pared y el enorme ventanal con enormes cortinas, daba vista a la hermosa laguna que se encontraba cerca de el hotel

-Wow.- susurré en voz baja a modo de que solo escuchara yo, ya que Emilio estaba admirando la vista de la ventana

-Hagamos la prueba de el colchón.- hablo Emilio después de que Carlos y Diego cerraran la puerta detrás de ellos al meterse a la habitación

Y antes de que pudiéramos decir algo alguno de los 3, Emilio se apresuro a dejarse caer en la cama donde yo estaba sentado haciendo que con su peso mi cuerpo diera un ligero brinco

-El colchón esta duro.- habló después de un rato haciéndonos reír a los tres que estábamos con él

-¿Ustedes saben que vamos a hacer después de acomodarnos en el hotel?.- preguntó Carlos pasando a la cama que se suponía que era la primera ya que Emilio y yo estábamos sentados en la cama que estaba al lado de la ventana

-Dijo mi mamá que después me iba a marcar para que bajaramos y fuéramos todos que según a ver las esferas.- habló Diego, los cuatro solo asentimos y comenzamos a hablar de otras cosas

Los cuatro intentamos acomodar nuestras cosas en el closet y a los minutos de ya estar bien acomodados en el cuarto, la mamá de Diego habló diciendo que teníamos que bajar para irnos al supuesto museo de esferas, no pude evitar el no emocionarme

Tal vez va a ser un gran día, tal vez va a ser divertido conocer Puebla y mi emoción crecía cada vez mas al saber que estaba conociendo partes de México de la mano de Emilio y de dos de mis mejores amigos ¿Que mas podría pedirle a la vida?

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Perdonenme la vida 😗
Tuve problemas y me enferme a tal grado que ni quería escribir, perooo ya estoy aquí y esto se pondrá emocionante 😁

Gracias, en verdad, gracias por su paciencia y por seguir leyendo, gracias 🙏💕

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora