Mi Ángel Guardián

Capítulo 17

JOAQUÍN

-¡Ja lo sabia!.- alzo la voz Carlos-. Si te gusta Emilio

-¡Shh!.- lo reprendi.- Que quiera hacerle una sorpresa para su cumpleaños, no quiere decir que me guste

-¿Y entonces por que te estas esforzando tanto?.- alzo una ceja-. Ya acéptalo, son  novio, yo lo sabia, se ve tan obvio, los dos se aman y no quieren aceptarlo.- me miró achicando los ojos

Me quede callado sabiendo que no lo haría entrar en razón. Los días en México sin duda alguna se pasan demasiado rápido y mas si nos la pasamos de un lado a otro en la calle. El 25 de noviembre se acercaba, significando que los 17 de Emilio estaban por cumplirse, aun que no le gustan las fiestas, le haré una, invitando a poca gente. Nos encontrábamos en mi casa sentados en la mesa de el comedor, yo estaba haciendo uno de los tantos carteles que pondría el día de la fiesta y Carlos estaba solo observándome mientras comía cereal sin leche, era ilogico, se habia servido en un plato y solo se estaba comiendo las hojuelas

-¿Y que le vas a regalar?.- preguntó Carlos mientras levantaba dos hojuelas-. Estas planeando la fiesta 2 semanas antes, tienes tiempo de pensarle

-Um...- deje de hacer el cartel para levantarme un poco-. No se, pero no me hagas que me ponga nervioso porque sabes que los días se van muy rápido y tengo que organizar muchas cosas.- tome uno de los tantos plumones tirados en la mesa

-Si, si.- me dijo restándole importancia mientras se levantaba de su lugar con el plato de cereal sin leche en las manos

Me iba a concentrar de nuevo en el cartel pero mi teléfono sonó, era Diego, quería que fuéramos a comprar unas pocas cosas que utilizaríamos en el cumpleaños de Emilio

-Hey Joaquelongo.- me habló cuando contesté-. ¿Ya estas listo?

-Eh..- me quedé callado al ver que aun tenia la pijama-. Si, si ya casi.- me rasque la cabeza

-Va, como no conoces específicamente la ciudad, te espero abajo de tu edificio

-Si, esta bien.- colgué y deje el teléfono en la mesa para meterme corriendo a mi cuarto.

-¡Ya me voy!.- le grite a Carlos que se había ido a su habitación

-¡Si!.- me gritó y salí corriendo

Diego ya me estaba esperando abajo de el edificio

-Vas Joaco, te tardas mas que una chica.- me dijo Diego mientras guardaba su celular

-Lo siento, estaba haciendo otro cartel para la fiesta y también Carlos me preguntaba cosas que quitaban el tiempo.- sonrei justificándome

-Bueno.- saco un sobre-. La mamá de Emilio me marco, ella casi nunca esta con él pero le conté que le íbamos a hacer una fiesta, así que mandó dinero.- me dio el sobre que a decir verdad, era mas de lo que esperaba, no eran mas de $5000 y suponía que con lo que nosotros íbamos a poner, nos sobraba demasiado-. Tu seras quien pagué y administre ese dinero hoy.- comenzó a caminar

-Y ¿por que no lo guardas tu?.- saqué el dinero para ponerlo en mi cartera

-Pff, por que yo lo gastaría muy rápido.- chasqueo los dedos

-Bueno.- suspire-. ¿Que compraremos primero?

-Pues... Ya sabes, refresco, vasos, platos, cerveza..

-Ah, no, estoy seguro que Emilio se pondrá como la vez de la fiesta de Halloween

-Oh vamos, no seas aburrido.- golpeo levemente mi hombro

-Y a todo esto, en donde haremos la fiesta?- pregunté-. No me digas que la vamos a hacer en mi casa

-No, la haremos en el parque que esta cerca, para que no sospeche mucho

Yo solo asenti y seguí caminando. A la vez, me ponía nervioso hacer la fiesta, Emilio dijo que después de la fiesta de disfraces jamas iba a ir a una fiesta y menos si en ella estaría Vanessa, ya era muy tarde para arrepentirme, solo espero, que en esa fiesta no haya un error

....Días después....
Cumpleaños de Emilio

EMILIO
Escuché cantar a mis padres las mañanitas, mientras entraban a mi cuarto, mamá ya estaba sentada en mi cama y papá estaba a lado de ella con un pastel y una velita en forma de el numero 4

-Hoy hace 4 añitos llegó una angelito a nuestras vidas para hacerla más bonita, que cumplas muchas años más mi corazón, ¡Soplale Ángel.- me dijo papá mientras tenia una sonrisa en la cara

-Pero antes pide un deseo.- me dijo mamá mientras me daba un beso en la mejilla

Cerré los ojos deseando que mis padres estuvieran siempre conmigo

-¡Bravo!.- gritaron al mismo tiempo mamá y papá

-Hoy te tenemos muchas sorpresas Ángel, va a ser un cumpleaños muy feliz, tu siempre debes de estar sonriente, sin importar las circunstancias, tu mamá y yo vamos a estar para ti.- mi papá beso mi frente al igual que mamá y después de eso, todo se hizo negro, como si el recuerdo y las palabras que dijo mi padre se las hubiera llevado el aire

Desperté, no con una sonrisa en la cara, si no con lagrimas en los ojos, sabia a la perfección que esos momentos se habían ido, ya no iba a haber mas pastel por las mañanas de parte de mis padres en cada cumpleaños, ya no iría al cine agarrado de la mano de papá y ya no iban a haber peleas de cosquillas en un sillón con manta mientras veíamos una vez mas las películas de Disney.

Me levante de la cama para evitar las lágrimas que siempre rodaban por mis ojos en cada cumpleaños cayeran cada vez mas rápido, ayer por la noche mamá llegó con un pastel diciendo que era para los dos, mi madre cumple años el mismo día que yo, tal vez por esa misma razón siempre le contaba a sus amigas que yo había sido el regalo mas lindo que pudo haber tenido

A decir verdad, no tenia ganas de hacer nada mas que salir a comprar refresco, pedir pizza a domicilio y ver películas de animación mientras comía de el pastel que había traído mamá pero conociendo a Diego, Carlos y Joaquín, es seguro que ellos ya tengan un plan para salir y estar todo el día ocupados

-¡Emilio!.- escuche hablar a alguien a fuera de mi cuarto, no era la voz de ningún conocido mio-. Ya levantate

Sentí miedo, pero me volví a recostar en la cama para hacerles creer que no estaba en casa. Me tape con las cobijas y guarde silencio mientras me ponía a pensar en llamar a la policía o no

-¡Feliz cumpleaños!.- escuche que entraron a mi cuarto mientras dos personas se aventaban a mi cama. Cuando me descubrí la cara, ví que eran Carlos y Diego, mientras que Joaquín tenia unos globos de lunas y estrellas color azul marino que seguramente se inflaron con helio, tal vez Diego y Carlos tragaron de ese aire de los globos y por eso sus voces se oían diferente

-Hey gracias.- me quite la cobija de la cara mientras hacia un intento de no mostrar miedo al saber que probablemente se habían metido Vanessa y Daniel a mi casa

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Encerio que gracias por su paciencia, gracias por leer y por estar aquí

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