Años atrás

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El hombre caminaba a prisa, intentando que la chica que venía detrás de él perdiera su rastro

-Juan, Juan.. Por... por favor tienes que hacerte cargo.- le dijo la chica cuando ya había alcanzado su brazo

-¿No entiendes lo que es no? Llevo un mes diciendote lo mismo.- se volteó frustrado de que lo estuviera molestando desde que él salió de su oficina-. Además de que no si es mio o no, solo te daré dinero, entiende

-Pero no entiendo para que me vas a dar dinero si ni va a tener tu apellido, por favor, deja a tu esposa.- intentó abrazar su brazo

-Que no.- dijo algo molesto y al sentir que ella quería abrazar su brazo, quiso empujarla, pero sabiendo que ambos estaban en la calle y que su pequeño embarazo de apenas 1 mes se convertiría en un aborto espontáneo si llegara a caer, mejor opto por quitarla suavemente y hablarle con la poca paciencia que se le empezaba a acabar

-Entiende, no puedo y no quiero dejarla, mejor vamos al departamento y ahí hablamos.- le susurró para después tomarla con algo de brusquedad para hacerla caminar a su auto

Y es que hacer un espectáculo en un estacionamiento en plena calle, y con personas que apenas conocía mirándolo con curiosidad, no era algo conveniente para él, no quería que su esposa se enterara que tenía una relación con la secretaría y menos que se enterara por una boca que no era suya, por lo que ambos se subieron al auto para ir al departamento que ellos ya conocían muy bien

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora