Capítulo 54

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EMILIO

-¡Feliz Navidad!.- empezó a decir Míriam a las 12:00 de la noche, causando que los tíos, primos, sobrinos y hermanos de Diego la imitaran dando abrazos a quien se cruzara por el camino con una gran sonrisa que también fue contagiada por Miriam

-Feliz navidad feos.- nos dijo Diego extendiendo los brazos para abrazar a Carlos, Joaquín y a mi después de abrazar a media familia que estaba con nosotros

-A si, feliz navidad.- respondió Joaquín juntandose al abrazo de lado-. ¿Pero por que somos feos?

-Feo tu Diego.- contestó Carlos manteniendo el abrazo

-Bueno, feliz navidad de nuevo.- hablé yo recibiendo el brazo de Carlos-. Los quiero

-Yo también los quiero, menos a Carlos.- dijo Diego formando una sonrisa burlona

-Yo se que me amas.- dijo Carlos haciendose el ofendido-. Todos me aman

-Yo no.- volvió a negar Diego rompiendo con el abrazo mientras que Joaquín y yo nos burlamos al ver que habían iniciado la misma pelea de todos los días desde que tomaron confianza entre si

-Si, me amas.- Carlos se cruzó de brazos-. Es mas, desde que nos empezamos a juntar me amas y me seguirás amando hasta que seas viejito.- se burló

-Ay no, creo que ese día estaba borracho o algo así lo juro.- respondió Diego levantando las manos con la misma sonrisa burlona

-Yo se que me amas, nos amas, lo confirmó la ONU.- terminó de hablar Carlos por que antes de que alguno de los cuatro dijéramos otra cosa, Míriam gritó que quien quería ponche a lo que nosotros fuimos los primeros en ir con ella

Una nueva fiesta por Navidad comenzó, la música estaba al tope de volumen, se escuchaban risas y gritos de niños, las frituras, los dulces, comida, refresco y alcohol sobraban en la mesa, lo único diferente de la noche anterior era que aquella fiesta terminó a las 2:00 de la mañana, fue la hora en donde la mayoría de los adultos y niños terminaron por irse a dormir, a lo que a nosotros no nos quedó de otra mas que subir a dormir

Fuimos a la habitación que compartían Diego y Carlos, ya que ahí habiamos dejado los regalos que no abrimos en la tarde, los cuatro estábamos en la salita que daba vista a penas entrar

-¡Dulce placer de los dioses! ¡No lo creo!.- dijo Carlos al ver que su regalo mostraba la caja de los bombones Magnum que solo se vendían en Italia emocionandose mas por ello que por la bonita pulsera que tenía una figura en la mitad. Él había mencionado que quería unos de esos chocolates, sin embargo, el costo de aquellos chocolates junto al de el envio estaba bastante caro, por lo que Carlos se negó a comprar y ahora, Joaquín se lo había regalado, yo no entendía como se no se derritieron tras emprender un viaje tan largo

-Claro, como a Carlos lo conociste antes, por eso le das regalos caros - dijo Diego dramáticamente sin siquiera abrir el regalo que tenía en sus manos

-Que dramatico.- me reí de él para girar la vista a Joaquín, quien me sonrió señalandome con la vista que abriera el regalo que me había dado

Habiamos quedado en que primero abririamos los regalos que había dado Joaquín, después lo de Carlos y los de Diego y al último los que yo había dado

El regalo de Diego tenía todo tipo de dulces que no se encontraban tan facil en México, pues era bien sabido que Diego siempre quería de esos dulces que solo estaban en Estados Unidos o en otras partes del mundo, el regalo hizo que mi amigo mostrara una gran sonrisa, también le había regalado una pulsera personalizada con figuritas colgantes que mostraban una guitarra, una estrella y un planeta ya que a Diego también le gustaba el universo y la música

Mi Ángel GuardiánDonde viven las historias. Descúbrelo ahora