Dime, si es Real... 《Jace Wayland》

ENCUENTRO...

"Solo es sabio quien sabe que no sabe, no quien se engaña creyendo saber e ignora incluso su propia ignorancia".
-Sócrates.

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En otro lugar

-Isabelle, vámonos. -habla él pelinegro.

Mientras que la muchacha se encontraba dudando entre dos pelucas, al llegar a una conclusión tomo risueña aquella peluca plateada de corte corto que combinaba con su ropa.

-Hola hermano mayor. -dice esta risueña.

-¿es enserio? -dice alzando una ceja al ver la peluca en las manos de pelinegra.

-que puedo decir... a los demonios les gusta las rubias. -dice con una sonrisa ladina

-claro que si... pero eso es blanco. -dice dudoso, pues este sabia a quien pertenecía aquel tono peculiar de cabello, y que por mas que su hermana no hablara del tema habían cosas que no cambiaban, gestos, costumbres, manías, y recuerdos de los que ninguno hablaba de ello pero ahí estaban.

-Platinado -dijo esta rodando los ojos resignada. -y no les gusta exactamente sherkpier ¿Esta bien Alec?

-Ya atraes bastante la atención. -dice observando el atuendo de la pelinegra que consistía en un conjunto color blanco ajustado.

-ser tu mismo, ¿es lo que tratas de decir? -dice esta mientras se encaminaban hacia otra sala.

-Olvídalo te ves bien, vámonos. -habla resignado siguiendo sus pasos.

-Estamos listos Jace. -afirma la pelinegra llamando su atención ya que este estaba inmerso sobre las pantallas.

-buena elección Izz, los demonios aman a las rubias. -habla el rubio, al ver a la chica y esta acepta el cumplido satisfecha.

-Te lo dije. -dice victoriosa hacia su hermano.

-Es platinado. -habla resignado.

-Muy bien chicos, por alguna razón los demonios están matando a los mundanos y drenando su sangre. -habla serio aquel rubio captando su atención para comenzar a dirigiéndose hacia una sala llena de armas siendo seguido por ambos pelinegros.

-¿Por qué, quieren sangre... no es territorio de vampiros? -pregunta el pelinegro.

-No lo se Alec, vampiros perezosos tal vez. -habla Jace.

-Tiene que haber algo de especial en la sangre mundana -afirma la pelinegra.

-Que podría haber de especial en la sangre mundana. -sarcástico le contesta su hermano.

-Me das una muestra y te diré exactamente lo que buscan. -afirma muy segura, para luego arrebatarle el arma que tenia en sus manos, para luego perderla en un instante por el mismo.

-Tendremos más respuestas cuando sepamos para quien trabajan. -afirma el rubio.

-¿No crees que actúan por su cuenta? -dice esta mirándolo con curiosidad.

-No. -replica este, para luego encaminarse hacia aquella sala llena de pantallas.

-No son exactamente pensadores creativos, si no cambia formas... -responde con un leve tono burlón. -haci es como se ve nuestro objetivo. -señalando la pantalla mostrando la imagen de un anciano.

-Por ahora. -dice la pelinegra.

-Bien... iré a conseguir la aprobación. -dice el pelinegro tratando de alejarse del lugar.