SECRETOS FAMILIARES

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"Vivir en ignorancia es vivir en felicidad.
Vivir con conocimiento es vivir con el hecho de saber que tu vida puede acabar y no significar nada al final".
—M.R.C.

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Omnisciente

El silencio e incomodidad se hicieron presentes pero en el momento en el que la chica Fray y la albina quedaron frente a frente.

—Jace vamos… –dijo Isabelle tomándolo del brazo. —Tienes que ponerme al día –continuo juguetona mientras esta soltaba un suspiro resignado ante el largo interrogatorio al que se vería sometido y sin imaginar el otro montones advertencias y amenazas que saldría de esta.

Dio una ultima mirada esperanzado para ser rescatado por la pequeña albina que los veía irse divertida y esto solo tenia una expresión de pedir ayuda pero esta solo levando los hombros inocentemente mientras reía dejando que se fuera.

Al volver su atención a la pelinarranja que se removía incomoda, la albina tomo la iniciativa tomándola de la mano y en las escaleras mas próximas menos transitadas ambas se sentaron sin decir nada.

—¿Cómo estas? –dijo la albina al fin rompiendo el silencia, su voz era tan baja y suave que hizo sentir aun mas culpable a la Fray al notar su sinceridad.

—Izzy dijo que… con el tiempo dejara de doler. –susurro apenas, pues aquel rechazo había sido mas doloroso tanto por la brusquedad y mirada que el chico le había dado. —yo… solo…

—No es necesario. –interrumpio con calma mientras que tomaba su mano y la acariciaba, este gesto solo hizo menguar aun más su corazón ya dolido. —Fue tonto hacerlo de aquella forma… –dijo sincera provocando una leve sonrisa en la ojiverde.

—¿Esto sentiste cuando el portero del equipo de futbol hizo aquella apuesta?

—Cabe recordar que le rompí la nariz.

Ambas rieron ante aquel recuerdo, pues aquel chico había ilusionado jugado con ambas por una apuesta con otros miembros del equipo para ver cual de las dos caía mas rápido, pero al descubrirlo la albina herida y molesta le rompió la nariz frente a estos y le había quitado mitad del dinero de aquella apuesta alegando que gracias a esta lo había ganada y que si no quería tener una pierna rota en vez de la nariz dejara los rumores, aquella tarde lloro en los brazos de su madre Jocelyn hasta quedar dormida, por la noche fue el turno de Clary cuando se entero de lo ocurrido.

—Creo que será algo incomodo para ambos. –dijo apenas las risas se pasaron. —esta bien si estas molesta conmigo Cass… aun viendo como era él contigo lo intente…

—Bueno, si te quiero golpear por bruja… –dijo sincera escuchando un leve quejido pero sonriendo ante este. —pero te conozco… sabes, aunque seas una tonta y terca en muchos momentos, aun te voy a querer. –dijo este provocando que los ojos de la pelinarranja enrojecieran y asintiera mientras la abrazaba. —un chico no será un inconveniente para mi hermamiga. –dijo entre risas.

Un alivio se instalo entre ambas, pues si era verdad que la albina se había molestado por esto, pero también conocí lo suficiente a ambas personas como para no dudar de los sentimientos del chico rubio, y del arrepentimiento y el dolor del rechazo que sentía la ojiverde, molestarse con alguien ya lastimada ¿no era eso ya patear a alguien herido? Al menos ella no era de esas personas.

Una ves ya más calmada, y hablar aclarando varias cosas como que hacer y el hecho de seguir algunas reglar en este nuevo mundo, inquietudes que debían de ser aclaradas, la chica Fray pego un salto colocándose de pie y rebuscando entre su mochila bajo la atenta mirada de la albina.

—¿Qué pasa Clar? –pregunto esta mirándola extrañada.

—Simon.

—Que pasa con Simon… ¿te llamo? ¿Necesita ayuda? –dijo rápidamente esta comenzando a alarmarse puesto que con tanto alboroto había olvidado completamente el darle seguimiento a este por probabilidad de que hubiera consumido sangre de vampiro en su estancia en el hotel Dumort.

—no es nada… solo quería hablar… creo… –dijo esta mientras marcaba su numero y se alejaba unos pasos de esta.

La inquietud se instalo en esta al no poder tener respuesta, pues recordaba lo angustiado que se notaba su amigo por los mensajes que recibió, pero este siempre fue algo nervioso e inquieto asique parte de ella se decía que este solo estaba dramatizando un poco al no recibir sus llamas hasta que se decidió a dejarle un mensaje de voz ya resignada a que no le contestara.

—Simon lamento no haberte llamado antes, he estado muy ocupada encontramos la copa, tengo muchas cosas que contarte llámame…  –soltando un suspiro y dándole una ultima mirada a la pantalla voltea a ver hacia su hermana que la mira intranquila.

—Clar, que fue lo que te dijo Simon en sus mensajes. –pregunto esta seria.

—Bueno que…

antes de que pudiera contestar varias alertas saltaron en una de las pantallas centrales llamando la atención de ambas, el pelinegro apenas escucharlas se dirigió hasta estas seguido pocos segundos del rubio que ya se encontraba llegando junto con la pelinegra.

—Hay algo fuera del perímetro. –dice Jace mirando alarmado la pantalla.

—te lo...

Alec intenta hablar pero rápidamente es interrumpido por un notoriamente molesto Jace.

—No lo digas. –dice entre dientes.

—¡Que está pasando! –dice alarmada Clar.

—Parece que alguien está tratando de entrar. –informa Izzy.

Casi todos comienza a caminar a la salida, aun alarmada la pelinarranja queda atrás mirando las pantallas pero al recuperar conciencia sale corriendo para darles alcance.

—Podría ser el circulo –dice el rubio.

—no, es muy pronto. –interviene la albina.

Rápidamente estos se preparan para salir del lugar con armas en mano.

Al dirigirse a la zona donde se produjo la alerta en plena oscuridad cuatro Shadowhunters en formación y en completo silencio daban pasos cautelosos observando el entorno.

No dieron muchos pasos hasta que detrás de unos pilares un hombre salió cargando lo que parecía ser un enorme bulto o saco.

—NO TE MUEVAS. –advirtió el rubio apenas divisarlo.

—DEJA LO QUE LLEVAS AHÍ Y LEVANTA LAS MANOS. –ordeno él pelinegro apuntándolo con el arco.
Aquel hombre no hizo caso si no hasta que se puso bajo la luz de la luna dando a conocer que lo que cargaba no era ningún bulto o saco sino una persona.

Los pasos de apresurados de la quinta integrante se hicieron presentes uniéndose al grupo que se encontraba en estado de shock al ver a quien tenían en brazos y esta al divisarlo ahogo un grito.

—¡Hoo Dios Simon! –dijo Clary bajando la espada que tenia empuñada.



Dime, si es Real... 《Jace Wayland》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora