Dime, si es Real... 《Jace Wayland》

"Parte 1"

INICIO DEL DESCENSO

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"SAUDADE"
(Portugués)

"Sentimiento de nostalgia y melancolía,
Causado por la ausencia o lejanía de
Personas;
Tiempos;
Lugares;
Cosas;
A las que uno estaba felizmente conectado
Y sabe que quizás nunca volverá".

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Omnisciente

Cassydi había llegado aquella noche totalmente desorienta, incapaz de procesar el hecho de que aquel rubio se había ido con el enemigo del siglo, no sabía exactamente que pensar o hacer por más ganas que tuviera de ir a buscarlo, en este momento seria lo menos razonable que podría hacer, literalmente Valentine podría cubrir su rastro de manera experta un señal de eso era claramente los años escondido que había tenido.

Llego a su habitación si  decir nada o preguntar ignorando aquel ambiente lleno de quejas y súplicas de Clary de ir a buscar a su “hermano” tan solo se había calmado en el momento en el que fueron a despertar a su madre, Cassy solo necesitaba un minuto para ella misma, sentía un tremendo huracán de emociones dentro de ella capas de destruir todo.

Esquivando a Jocelyn aun confundida con tanta información tan contraria de aquella mujer prefirió tomar distancia lo mas que pudo para mantenerse lo más parcial posible.

Había pasado tan solo un día, Maryse como Lydia había optado por aislar a Jocelyn para que la información no fuera “contaminada” y el interrogatorio llevado de la forma mas rápida posible. A duras penas Clary entendió eso sin embargo Jocelyn había aceptado sin protestar pidiendo paciencia a su hija.
Fue aquella primera noche que Cassydi había tenía nuevamente pesadillas, hace bastantes semanas no las había tenido hasta antes de que iniciara todo la locura de volver al mundo de sombras y ahora se repetían dos días después de ese.

Cassydi había estado ignorando todos los recuerdo que el demonio de la memoria le había estado dando, su concentración estaba en otro lado como para percatarse de aquellos sueños que pasando unas horas los olvidaba convenciéndose a si misma de que eran eso… sueños o tan solo no los reconocía como recuerdos, hasta ahora.

Aquella noche, la cuarta noche después del inicio de estas nuevamente ella se removía entre sus sabanas, agitada y el sudor corriendo por su cuerpo el leve tintinear de los cristales completamente imperceptible para ella incapaz de ver o escuchar más halla de aquel recuerdo que la retenían.
“El sonido de cadenas se escuchaban resonantes durante de una habitación, crujidos y chillidos lastimeros de lo que parecían animales heridos, suplicantes de su propio final que no eran permitidos tener.

La oscuridad reinaba en aquel lugar, leves destellos de luz que se escapaban por una pequeña ventanilla que iluminaba el lugar cuando una nube se apartaba de su camino, pudo ver como espectadora aquel lugar aun borroso ante sus ojos y aun así doloroso para todo su ser, aquella jaulas contenían otro cosa que no era animales de eso estaba segura, de criaturas deformes a demonios, de subterráneos agonizantes a manos que repiqueteaban las jaulas con sus cadenas, claramente una escena nada agradable.

La memoria cambio se sintió cobijada, en suaves mantas entre unos brazos.
El demonio de la memoria le había hecho un regalo dándole mucho mas de lo que ella misma podría recordad… un regalo… una maldición.