DESCONCERTADO

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Cassie

Estaba agotada, de todas las maneras habidas y por haber, física; mental; emocional. Solo quería tirarme en mi cama y hacer lo primero que me ganara llorar o dormir. Al final llegamos al Instituto cada uno se fue por su lado por haci decirlo, Clary y Simon no se separaban, que aunque le dieron una habitación a Simon, se marcharon juntos, Alec y Jace no se hablaron durante todo el trayecto, e Izzy solo me decía que era normal que en un par de horas estarían como si nada, por alguna razón sentía que no seria haci, tenia ganas de hablar con Alec de que si había forma de contactar o conocer a ese tal Magnus Bane o si lo conocía, pero con su estado de animo opte por darle espacio, de todas forma saber mi identidad o algo por el estilo estaba en segundo plano, teníamos que encontrar a mamá y la copa, había la posibilidad de que en mis memorias hubiera algo como sino, pero díganme quien le contaría un secreto tan grande a alguien que no es tu hija, cuanto mas pensaba en ello me sentía peor, es mucho mas probable que las pistas estarían en la cabeza de Clary que en las mías.

Izzy me mando a ducharme y a dormir apenas llegamos y como dije todos desaparecieron, y al llegar a mi ahora habitación tome una ducha y me coloque lo mas ligero de ropa que Izzy me había dejado, pensé en todo hasta terminar llorando en silencio hasta quedarme dormida.

“Estaba tumbada en un asiento que al parecer me encontraba dentro de un carruaje en movimiento, dormía pero desperté al oír voces, fingí seguir durmiendo para escucharlos mientras que disimuladamente los veía de reojo.

—Era necesario llevarla tan rápido Maryse… –hablo un hombre grande pero con expresión suave y preocupada y ojos azules.

—Robert… hay espías en la clave, ya no es seguro que ella este con nosotros. –hablo una bella mujer adulta de cabello negro. —Lo mejor es llevarla con Magnus antes de lo acordado, aun no sabemos por que los del circulo aun la buscan.

—En algún momento sabrán que había una niña más con nosotros, que les diremos. –hablo cauteloso. —Los chicos buscaran saber de ella, Maryse es la parabatai de Isabelle, no podemos simplemente separarlas.

—Ya pensaremos en algo… es esto o que se la lleven, se lo debo a su madre… tenemos que buscar una forma de mantenerla con vida…

Todo el recuerdo se desvaneció, comenzaron a oírse gritos, gritos tan fuertes de animales  y personas, sollozos y uno que desgarraba el alma, un resplandor una luz tan bríllate que te deja segado, plumas blancas empapadas de sangre, todo era tan pesado, gritos y mas gritos, seguidos de llanto gruñidos de animales o parecidos a ellos sonidos inexplicables”.

Desperté agitada, el sudor frio recorría mi cuerpo todo estaba oscuro y una gran falta de aire llenaba mi pecho como si hubiera olvidado como respirar, quería gritar pero la falta de aire me lo impedía, mi vista aun nublada y la desesperación por recuperar mi calma solo me agito más, provocando que se hiciera aun más difícil el respirar, no veía nada todo estaba nublado y el sentimiento de soledad no ayudaba a recomponerme. Y de repente dos manos calidad me envolvieron en un abrazo.

—Tranquila respira, fue solo una pesadilla. –conocía esa voz, me separa de su cuerpo quitandome su calor, pero sin soltarme, lo suficiente como para poder ver su rostro, sus ojos dorados me miraban. —Mírame y respira, concéntrate en mi respiración y síguela.

Dime, si es Real... 《Jace Wayland》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora