Mellea.
—Cath —nos abrazamos con gusto antes de separarnos para tomar asiento en nuestras respectivas sillas, mientras sus dos guardias me observan con determinación y luego dirigen su mirada hacia los míos—. Ha pasado tanto tiempo sin poder vernos. ¿Cómo estás?
La amistad con Catherine surgió inesperadamente después de la trágica pérdida de mi hermana. Ella se puso en contacto conmigo para expresarme sus condolencias, cuando yo aún no estaba en mis cabales. Sin embargo, Catherine se convirtió en un pilar de apoyo, animándome en esos momentos difíciles. Fue ella quien me instó a dejar atrás mis vicios, marcando así el inicio de una amistad que decidimos cultivar. Podría considerarla mi amiga, sí. Es de esas personas con las que podría pasar mucho tiempo sin vernos, pero al reencontrarnos todo parece fluir sin esfuerzo, como si el tiempo no hubiera pasado.
Cath irradiaba sabiduría; ser madre de 6 hijos y esposa del líder más temido de la Bratva había forjado en ella una fortaleza y un conocimiento que solo se adquieren en nuestro mundo, a pesar de no haber nacido en el.
—Lo sé, Lea. No había tenido tiempo —responde mientras se acomoda el cabello—. Pero estoy bien, supongo.
Alzo una ceja inquisitiva— ¿Por qué dices eso?
—Es Ilias —ruega los ojos—. Al parecer, mi marido no conoce la palabra "pacifista" ni nada que se le parezca.
A través de las palabras de Catherine, logro vislumbrar la personalidad del Boss y, gracias a todo lo que me ha contado, puedo comprenderlo un poco más.
—Entonces creo que necesitamos una copa de vino para ti, y para mí...
—Otra —concluye mi frase.
—Cath —pronuncio su apodo con tono de reproche.
—Por favor, Lea, de verdad necesito esto contigo. Ha pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos, es necesario —hace un puchero—. Solo una, bueno... dos.
Observo su rostro suplicante y me siento como si estuviera tratando con una adolescente en lugar de una mujer de 40 años.
Suspiro. —Está bien, solo dos y solo por esta ocasión.
En ese preciso instante, el mesero llega para tomar nuestro pedido, quedando cautivado por la belleza de Catherine. Y es que realmente es una mujer que no pasa desapercibida. Ha conservado su aspecto de una manera envidiable, aparentando solo unos pocos años más que yo. Sus rasgos faciales son delicados y armónicos, sin mencionar su impecable figura, resaltada por su distintivo sentido de la moda que hace destacar su cabello azabache y sus hermosos ojos azules.
—¿Les gustaría pedir algo más? —pregunta el mesero, dirigiendo una mirada ruborizada hacia mí.
—Estamos bien, gracias cariño —responde Cath con un tono maternal, no coqueto.
El mesero baja la cabeza. —Para... para servirlas.
Catherine lo observa con ternura. —Es tan adorable.
No puedo contener la risa. —¿Podríamos considerarlo tu hijo?
—Probablemente —responde con dulzura.
—Aunque es notorio que él no lo vea de esa manera.
—Siempre logró cautivar a los de esa edad, debe tener los mismos años que Bogdan. —suelta sin preocupación, ella sabe que es hermosa.
—Hablando del temible Underboss, ¿cómo está él? O mejor dicho, ¿cómo están tus hijos?
—Todos ellos están excelentes. Bogdan se desempeña a la perfección en su cargo, demostrando ser muy inteligente y valiente. Damien, Daniell y Dimitri están dedicados a sus estudios, preparándose para convertirse en fieles hermanos al Underboss, que serán sus más leales seguidores. Mi pequeño Benedikt ya camina y no para de hablar. Ahora, mis dolores de cabeza provienen de Bela, quien está entrando en la etapa caprichosa de la adolescencia. Siendo la debilidad de su padre, no deja de cumplir todos sus deseos.
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Traición Letal
RandomEl linaje es algo inevitable de corromper porque tiene que seguir, pero todo cambia cuando se involucra la traición y eso es algo que tiene que pagarse, ya que nunca quedará impune, mucho menos en esta historia. Mellea ya ha perdido bastante, desde...