Antonella.
Cuando tienes un apellido que lleva estampado la marca de muerte, es normal que te acostumbres a las cosas que suceden.
Y no es porque no sientas nada, sino porque te preparas ante las noticias, mermando el impacto.
La primera vez que mataron a nuestro tío Santino fue un detonante seguro qué decía "Prepárense para lo que viene". Porque eso fue sucediendo desde ese momento, la muerte de nuestra familia de uno a uno.
Mis hermanas y yo quedamos huérfanas, cuando mi padre prefirió morir junto a mi madre antes que nuestros enemigos los atraparan. No me sorprendió y no sentí miedo. Claro que llore por su perdida, yo amaba a mis padres, pero desde hace tiempo ya estaba mentalizada en que algún momento me dieran la noticia.
Era curioso, porque siempre creí estar lista para cualquier cosa que sucediera, pero la vida una vez más me da una lección de que no era así, pues nadie me preparo para recibir la noticia más aterradora de mi vida.
Parpadeo un par de veces viendo las 2 rayas en la prueba de embarazo.
«No, no, no.» «No puede ser.»
El pecho se me agita y mi mano tiembla.
Si bien tuve sospechas en un principio, imagine que todo era parte de una ilusión, de que estaba estresada o algo parecido lo que me provocaba los mareos y ascos.
Me negué a la idea, pero ahora no hay otra forma de verlo, porque está plasmado con pruebas, mi realidad.
Estoy embarazada.
Quiero llorar, quiero salir huyendo de aquí.
Los toques fuertes sobre la madera me hacen salir del trance en el que estaba.
—¡Antonella! —escuchó los gritos de mi esposo furioso o debo decir mi maldito verdugo— ¡Abre la maldita puerta!
El grito me empieza a causar mucho miedo, así que, con rapidez, rompo la caja y la envuelvo en papel junto a la prueba que tiro a la basura.
Los golpes en la puerta se hacen más fuertes, siento que va a romperla en cualquier momento.
Abro antes de que me vaya peor, si él termina tumbando la puerta.
—Ya estoy.
—¡Porque mierda cierras la puerta! —me grita tan fuerte, que agacho la cabeza— sabes que no tienes permitido hacerlo ¿acaso quieres hacerme enojar?
Niego rápidamente con la cabeza.
Se cruza de brazos enfadado y siento unos dedos en mi barbilla, me asquea su toque, pero ejerce fuerza y me levanta la cara para verlo directo a los ojos.
—¿Qué pasó con lo que te pedí?
Mi cuerpo empieza a temblar por que sé que no le gustará la respuesta.
—Afrim...yo...mmm no tengo dinero para darte —titubeo con miedo— el concierto aún no se ha tocado, y por lo tanto no me han pagado.
Ejerce más presión sobre mi mentón logrando que me duela y por lo tanto pongo mi mano en la suya para que aligere la brusquedad, pero como siempre no funciona.
—Y entonces para que vas a esos ensayos de porquería cada día si no te sirve de nada, si no puedes conseguir el puto dinero que necesito.
—Lo siento —las lágrimas amenazan con salir.
—Crees que tus lloriqueos van a resolver mi problema —me suelta bruscamente — necesito ese dinero.
—Afrim...
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Traición Letal
RandomEl linaje es algo inevitable de corromper porque tiene que seguir, pero todo cambia cuando se involucra la traición y eso es algo que tiene que pagarse, ya que nunca quedará impune, mucho menos en esta historia. Mellea ya ha perdido bastante, desde...