Mellea.
Mi fin de semana se puede catalogar como el más excitante e increíble que he tenido en bastante tiempo.
No solo he tenido la oportunidad de explorar por primera vez el hermoso país de Canadá, sino que he visitado la mayoría de las atracciones en Toronto. Ha sido un viaje que he disfrutado en todo el sentido de la palabra junto a Biagio. Me he sentido mimada por él, ya que no solo hemos hecho lo que él quería, sino también lo que yo deseaba.
Me ha llevado al museo, al parque nacional, al acuario e incluso hemos tenido una cita doble con Lillie y Caleb en la Torre CN, donde cenamos. Fue como si realmente fuera su novia, cumpliendo con todo lo que le había pedido.
Y al parecer, así era, ya que al día siguiente aparecimos juntos en las exclusivas noticias nacionales. Biagio era muy conocido en esos círculos, por lo que más fotógrafos nos seguían en los lugares públicos que visitábamos, capturándonos en imágenes para publicarlas a lo grande en el periódico. Para los medios, éramos oficialmente una pareja.
Por lo demás, no tenía mucho de qué quejarme. Y, por supuesto, en la cama... uf, un 100 sobre 10. Mi libido se elevó, andaba más caliente y cariñosa de lo normal.
Cada rincón fue testigo de esos encuentros fogosos y deliciosos que tuvimos íntimamente. El mejor fue en la bañera con espuma.
Sin duda, no me arrepentía de nada, y hasta el momento todo iba mejor de lo que había imaginado.
Oliver se detiene en la entrada del castillo. Miro la hora en mi reloj; es tarde, muy tarde, para ser honesta. Había planeado regresar al anochecer, pero Biagio me convenció de quedarme un poco más con él. Aunque no le costó mucho, ya que bastó con que me lo pidiera una vez para que aceptara.
Me mostraba muy accesible con él, pero él sabía que debía recompensarme no solo con regalos, sino también con la confianza que había necesitado tener.
—Ahora que has regresado, ¿qué tienes pensado? —pregunta Bonnie, refiriéndose a nuestra conversación de anteayer.
—En primer lugar, hablar con Anto. Desde lo que me contó el tío Carlo, me siento un poco desconcertada.
Sin duda, no solo debo abordar el tema con Anto de manera pacífica como en ocasiones anteriores; esta vez necesito ser firme para sacarle la verdad.
De manera inusual, me volvió a pedir dinero prestado, y no es que me importe o preste atención a eso, sino que es extraño viniendo de ella. Siempre ha sido independiente; entre sus hermanas, es la única que nunca me pidió más allá de lo que necesitaba, lo cual es muy raro a la vez.
Además, mientras reflexionaba en el corto trayecto, recordé lo que sabía sobre Afrim: lo habían destituido de su cargo precisamente por problemas de dinero, debido a su falta de control en las apuestas. Esa fue la razón por la que mi suegro decidió apartarlo y nombrar a Pavli, el segundo hijo mayor, en su lugar.
No quería formar conclusiones precipitadas, pero todo indicaba que Anto le estaba entregando dinero a Afrim. Si realmente le estaba proporcionando todo ese dinero tal como parecía, estaba en una grave crisis económica.
Había muchas cuestiones pendientes que necesitaba abordar con ella y que había pospuesto durante mucho tiempo. Por lo tanto, esto se había convertido en simplemente otro motivo más.
—Estaba nerviosa mientras la escuchaba —me confiesa Bonnie—, parecía que ese dinero tenía una gran importancia para ella.
—Por eso le di mi autorización —suspiro—, solo espero que haya sido por una buena razón.
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Traición Letal
RandomEl linaje es algo inevitable de corromper porque tiene que seguir, pero todo cambia cuando se involucra la traición y eso es algo que tiene que pagarse, ya que nunca quedará impune, mucho menos en esta historia. Mellea ya ha perdido bastante, desde...