Capítulo 1: Soy nada fantástico

15.8K 656 144
                                    

—Hola, mi nombre es Lennah Newid —empiezo con la misma presentación para inicio da clases—. Vivo en el poblado Tion. Y no soy nada fantástico de admirar. Así que... Hola.

—Hola Lennah —responde la mitad del salón, pues las clases sociales te siguen a todos lados.

—¿Casta?— pregunta un chico bien vestido.

—Nada fantástico de admirar —evadí la pregunta incómoda.

—Excelente, dulzura —interviene la superiora, una dulce anciana de ojos oscuros que por el hambre, no vivirá para el próximo invierno—. Ahora tú, guapo.

Rápidamente me dirijo a mi lugar entre las filas de pupitres de madera con los ojos de todos en el cuello. Entre curiosas y desagradables. Suele ser siempre así, ya saben. Entre castas y niveles la sociedad nos ha separado, a los más jóvenes, de manera superficial. Provechosa para unos, asquerosa para otros.

—Buenos días, me llamo Edwin Everglow —una voz de poeta me transporta a la realidad. Y el chico que habla es toda una sorpresa, rubio pálido y ojos grises, aunque viste de manera simple podría pasar como desapercibido—. Me acabo de mover al pueblo vecino, pero espero llevarme bien con todos. Orgullosamente mortal.

—Hola, Edwin —responde con buenos modos mi grupo, mis iguales. Todos tan aburridos, pobres, reales.

—Ahora... —la superiora busca en su lista torpemente, mientras Edwin se sienta— Goldheart...

—Aurel Golgheart —la interrumpe una rubia a mi lado.

Usa un vestido cómodo pero llamativo, digno de su casta de nobles. Su postura y forma de caminar es de pavoreal.

—¿Qué tal? Soy Aurel —dice meneando su cabeza dorada de tono artificial—. Soy soberana de Goldiranlocks. Vivo las colinas, arriba de todos ustedes. Gracias.

Coquetea con su cabello de Ricitos de Oro y varios aplausos provenientes de una mitad del salón la escoltan a su lugar. ¿No son simplemente repugnantes?

• • •

Las horas pasan como ligeras plumas, delicadas y lentas. Pero no pierdo nada hablando con mis compañeros y observando a los otros. Por ser un día de iniciación no hay mucho que contar; presentaciones en cada clase, pláticas sobre reglas.

Ser optimista es una de mis metas y no dejare que nada arruine este ciclo escolar. Ya todos tienen etiqueta. Nombre, familia, personalidad, y corazón. La primera impresión es la forma más confiable de ver el interior de alguien. Un ambiente donde sobrevivir, ya que a mis once años esto es más que un juego.

El canario de la superiora suelta un graznido señalando que el fin de la jornada y todos abandonamos la escuela.

Empiezo mi rutina. Una relajante caminata por el sendero rodeado de bosque, comprar leche y botones, regresar a casa. Todo se repite en mi vida monótona y dulce en una sociedad capitalista, en un mundo donde los ricos reinan y los demás pelean por...

¡Paf!

Un golpe me saca de mis pensamientos. ¡Torpe! Adolorida, siento un ligero dolor en mi costado. Al levantar la vista veo el causante de  todo eso. ¿Acaso es un oso?

Cuentos Muertos para Niños Felices ✨Próximamente✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora