➡️Cap.18🔙

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Cabo la tumba de mi propio lamento cuando no aparto bajo ningún aspecto la dirección de mis ojos... Ojos que queman como las brasas del infierno bajo la intensidad de su negro cielo.

Y les juro que podría contar -una a una- cada una de las constelaciones que se asoman cuando me mira, haciéndome sentir indefenso, y a la misma vez, en continuo atrevimiento por ir más allá.

Y aunque no lo parezca, mi cuerpo adopta la forma que se le permite ser ante su porte, aunque esté repleto de nervios, de anhelos, de quieros y de posibles reproches.

Solo somos él y yo en esta bendita coyuntura...

Momento regalado a causa de alguna deidad que se apiada del genuino amor que le siento. Aunque en estos momentos solo pienso con la cabeza morada (de tan apretada que la tengo) y aún así, el amor que expido por cada poro me rebasa. Y yo solo deseo que él, pueda ser capaz de sentir una mínima parte de lo que me provoca (a parte de la tremenda calentura ¿cierto?).

Mi lengua se adosa como ventosa a las huellas dactilares de su palma, mientras su cuerpo entero queda quieto y duro como piedra. Solo su intensa mirada se comunica con la desorbitada mía y podría apostar que le provoco lo mismo que él me provoca.

Y entonces, arriesgo -aún más- todavía...

Envolviendo su dedo con mi cálida lengua mientras reparto húmedos besos con mis labios a medida que su cuerpo se acerca despacio, muy lentamente... Y me siento el puto rey del mundo cuando se deja ser bajo mi mando, cayendo encantado en alguna especie de ensueño que lo hace olvidar hasta de quién es el promotor de este suceso.

Y cuando percibo el quemar de sus tacto a través de las telas que recubren mi cadera, el retumbe del sonido de una conocida música proveniente de la rocola lo retira, sacando su mano en el proceso de alejarse y tomando aire en el intento de no asfixiarse con todo lo que siente o lo abruma.

¿Y yo? Solo inclino mi cabeza resignado y de inmediato mi cuerpo adopta la energía necesaria para no incomodar más el asunto. Y retirando su campera, me dejo llevar por aquella melodía que dicta que mueva mi cadera, meneando pensamientos para todos lados y dejando que solo el instinto me posesa.

(Canción "Golden" by Harry Styles)

Y a medida que me alejo de su cuerpo empezando a entonar las letras de Harry Styles como nunca antes me atreví a hacerlo, lo observo, llamando con mi dedo para que se anime a unirse a la fiesta.

Jungkook, me mira todo sonriente y luego direcciona su vista, captando a una pareja conformada por él y ella, que bailan a mi costado totalmente desenfrenados. Solo eso necesitamos es este preciso instante, dejarnos ser de tantas presiones o preceptos y que nada más que el disfrutar importe en este maldito momento.

Así que mediante una soga imaginaria que tira hacia mi cuerpo, lo arrastro hasta dejarlo ocupando parte de mi espacio personal. Soltando luego el pseudo imán que lo adosa a mi cintura y dedicándome a bailar a su alrededor como si no hubiera nadie más en el puto mundo frente a mis ojos.

Y en este momento, no existe la condenada vergüenza que siempre me atacó como dedo señalador de lo incorrecto.

Porque a su lado, todo se siente correcto...

En un momento dado, el tema finaliza y él se me queda observando con sus manos a medio camino de tocar mi cuerpo o de enterrarse en su bolsillo. Pero de inmediato, la canción retoma su comienzo como si el condenado destino lo hubiera estado planeando desde hace largo tiempo: el poder dedicarme a cantar a todo pulmón a medida que abro mis ojos y lo observo.

🎶Maravilloso... Maravilloso... Maravilloso cuando abro mis ojos.🎶

🎶Manteniendo el enfoque, esperando, llévame de vuelta a la luz.🎶

🎶Se que fuiste demasiado brillante para mí. Estoy desesperanzado, roto, así que espera por mí en el cielo...🎶

🎶Dale un tono marrón a mí piel... 🎶

🎶Eres tan maravilloso🎶

La contagiosa melodía sobrevuela sobre nosotros y JungKook solo me deja ser alrededor suyo. Colocando su gran mano en mi cadera y tratando de copiar, sin éxito alguno, los movimientos de mi cuerpo de culebra.

Solo acordes algo desafinados y cuantiosas sonrisas nos envuelven a medida que llega el ocaso de la canción y de la salida. Porque necesito irme desesperadamente a casa o terminaré haciéndole una mamada en plena gasolinera.

Es que lo que ustedes no saben, es que mi corazón se combina directamente con mi bragueta y el nexo conector es la profundidad de mi garganta... Y me doy cuenta, porque en este momento produzco excesiva saliva como si fuera un bebito con una dulce paleta.

—M-me v-voy —largo antes de arrodillarme justo aquí y adorarlo como una maldita deidad del ansiado sexo.

—¿Q-qué? —cuestiona sin entender a medida que velozmente me alejo de su lado —P-pero... ¡Espera! —escucho a lo lejos.

Y salgo sin rumbo alguno al frío de la madrugada, pero mi cuerpo está tan caliente que ni siquiera lo siento. Solo necesito llegar a casa y follarme con mis dedos hasta sacarme las malditas ganas de sexo que se me graba cada vez que lo observo a Jungkook.

Y como no podía ser de otra manera, a los pocos minutos, el condenado al cual quiero chuparle hasta los sesos me detiene, luego de una pequeña corrida.

—¡Espera! ¿qué sucede? ¿Acaso hice algo que te molestó? —suelta cansino a mi lado a medida que inspira en  profundidad.

Y no puedo creerlo... ¿Por qué demonios tiene que ser tan perfecto? ¿Por qué no se burla de este calienta bragueta que le chupa el dedo como si fuera su pij..?

—Lo siento —suelta abrazando mi cuerpo de repente y yo... Yo solo me quedo prendado en él.

Con mi cuerpo adosado a su cuerpo y mi mente en otro plano de existencia.

—Lo siento Jimin —anuncia. Y no sé como me las apaño para envolver mis brazos alrededor de su fornido cuerpo.

Su calor, su bendito calor que me resguarda de todo mal humor o de toda la condenada maldad del planeta, hace mella en lo profundo de mi cuerpo cuando no aguanto más y me pongo a llorar...

Lloro porque es demasiado lo que siento, lloro porque ya sufrí demasiado cuando decidí ofrendar mi corazón hace tiempo y lloro porque no puedo distinguir la claridad de mis condenados pensamientos.

Quizás Jungkook solo me apoya como el buen amigo que es de sus amigos, y que pude ver en este último tiempo. Y yo, siempre con ganas de meterme bajo la piel de su cuerpo, absorberlo a lo garrapata y chupando hasta las condenadas ganas de vivir en el intento.

Un agradable silencio nos envuelve, sin saber realmente lo que significa. Y a decir verdad, en este momento tampoco me importa. Solo quiero que el agradable momento continúe sintiéndome protegido bajo el calor de sus brazos y sentir por única vez, que nada mal está conmigo.

Él, altera cada uno de mis sentidos, haciendo imposible que me olvide de lo que quema y arde dentro mío cada vez que lo veo. Y ahí me doy cuenta, que debo largar de una puta vez, la mentira en la que me convertí a causa de mi enfermizo enamoramiento de pendejo.

—J-Jun...Kook... y-yo.

—¡Shh! No digas nada, déjame que te lleve a casa, estás helado —de repente, corta mi labia, sacándose la campera del cuerpo y resguardándome adentro de ella en el proceso de cuidarme.

Y hasta ese momento, no me había percatado de temblor de mi cuerpo gracias al gélido clima o al roce de la dermis de su cuerpo.


























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Los amito mucho♥️


"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora