"Si Pudiera ser ella"

➡️Cap.79🔙

—Podrías haberle dicho a tu novio estrella que venga contigo. Por mí, no había problema —suelta mi padre a medida que intenta ganarme en un juego de mesa y sacando el tema de Jung Kook cada dos segundos.

—Luego de lo que pasó, me parece que debía descansar de un novio meloso y su séquito de padres devotos de sus aciertos deportivos... ¡Pa! ¿Te puedes comportar? Ni que fueras una adolescente hormonal.

—Fuéramos querido, fuéramos, porque el yerno está como Diosito lo quiso —anuncia mi querida Hana Teresa apoyando su bandeja de bocaditos calentitos en la mesa.

—Diossss, ustedes no tienen remedio ni vergüenza menos mal que no estaban en el local para merendar cuando me comunique con ustedes así por lo menos, paso un poco menos de vergüenza —suelto a medida que ambos se pelean por un mismo bocadito. Pero si será de Dios, están divorciados y se siguen peleando como si fueran unos niñatos.

Pero a decir verdad, fue un alivio saber que ya se habían retirado del local. Y aprovechando que mi bello magullado frunció su rostro cuando quiso atrapar mis labios en un beso de más entusiasmado, lo mandé directo a descansar para poder meditar.

Lo sé, soy un idiota total pero para mi justificación, cuando lo tengo cerca mío no puedo pensar con mi cabeza superior porque -de inmediato- entra en acción la inferior y termino pensando con el culo.

Jung Kook ha demostrado ser un maravilloso hombre seguro de sí mismo y completamente maduro. Y pese a todo, no puedo dejar de pensar que solo lo puedo dañar si hablamos de futuro.

—Cariño, ¿todo bien? —cuestiona mi querida madre sobre que observa mi cara que debe ser un oscuro poema a medio recitar.

No quiero ceder, no quiero pensar y dejarme llevar. Quiero ser fuerte por ambos así como él lo supo hacer desde un principio. Pero a medida que pasan los días tomo conciencia de algo. Él, no merece pagar las consecuencias de una maldita sociedad de mierda. Y ahí es donde entra mi martirio. Si no hubiera cedido, si no hubiera dejado que se lleve por mi impronta de nene malo todo sensual y aguerrido que terminó siendo un pegajoso niño, nuestros caminos seguirían su destino.

Me siento bien conmigo mismo, me respeto y me aprecio. Y quiero ser mejor en un futuro sin dejarme absorber por la mediocridad de la sociedad pero él... Él, merece algo mejor que pagar consecuencias por defender un amor que pareciera estar condenado para el resto de la sociedad.

—¿Cariño? ¿Qué sucede? —siento el abrazo de mi madre, y ahí me percato, de que mis ojos me han delatado derramando lágrimas que no habría querido derramar bajo ningún concepto.

¡Lo que me faltaba! Darle comidilla a mis progenitores y sobre todo, a mi padre. "Tú y tu maldita manía de cagarlo todo" me dicta esa traicionera voz que carcome mi cerebro cuando quiero dejar de llorar y no puedo.

¡Lo amo! Lo amo tanto que quema cada parte de mi pecho en cuanto mis pensamientos se tornan de medios oscuros a negros.

—Hijo, por favor, dinos que te sucede —cuestiona mi padre arrodillado frente a mi trémulo cuerpo mientras toma mi mano entre las suyas.

Y aunque quiera decir que no pasa nada y que pronto todo estará más que bien, la necesidad de derramar lágrimas con forma de miedo y desazón me gana. Así que me dejo envolver por el afecto de ambos progenitores que solo intercambian feroces miradas.

—Cariño, bebé, creo que debemos plantear el retome a la terapia... Es por tu bien, para que te ayude a sobrellevar la exposición al resto, para que ayude a clarificar tu razón... ¿O... Acaso pasó algo con Jung Kook que no nos hemos enterado? —pregunta mi querida Hana Teresa completamente acongojada por mi desasosiego.

"Terapia" palabra tan temida que pensé que había quedado en el olvido, pero a medida que me acurruco sobre las extremidades de mis padres como un indefenso niño, me digo que es el único camino si no quiero mandarme la colosal de escapar para evitar lo inevitable, huyendo cual cobarde.

¿Por qué es tan difícil dejar de pensar? Es como si mi cerebro se reagrupa para hacerme notar todo lo malo que ve la sociedad en mi. Y les juro que me quiero. Que en este tiempo de autoconciencia y aprendizaje, aprendí a amarme un poco más, pero debo reiterar que solo con afeccion -aunque explote tu corazón de tanto amor- pareciera que no alcanza.

No puedo depender exclusivamente de Jung Kook para poder calmar mis esporádicos estados de ansiedad, o necesitar de sus brazos para dejar de llorar.

¿Cómo puedo pretender que todo estará bien cuando tengo dependencia emocional? ¡Ahh maldita psicología que dejo las palabras grabadas en mi ser!

Debo, no, necesito hacer esto por mí, por él, y por ambos. Para poder funcionar como las piezas de un funcional engranaje, que aunque debas aceitar siempre funcionará. Porque se nutre de buenas emociones y no de un manto renegrido que tira todo para atrás.

—¿Bebé? —cuestiona mi madre nuevamente.

Entonces, levanto mi acongojado rostro como si pesara plomo, dejando al descubierto de que está en lo cierto. Que todo me supera sobre que pasó el primer calentón y dejamos de ser a "escondidas" para pasar a ser el foco de atención.

—C-creo q-que tienes razón ma, n-necesito ayuda...

Y mientras mis padres me besan diciéndome que están orgullosos de que yo mismo entienda la situación, no puedo dejar de sentirme un hipócrita. Porque estoy más que seguro de que si estuviera Jung Kook, estaría ahora mismo en su espacio personal aspirando de su aroma como un demente desquiciado, y de paso, bajando la bragueta de su pantalón sin importarme una mierda el mundo alrededor.

Pero cuando interviene la razón y me percato del entorno alrededor, quisiera no necesitar sesión y ser capaz de sobrellevar la situación sin que influya como un maldito huracán arrollador.

Pobrecito mi pollito🥺

Espero que todos aquellos que pudieran estar pasando por una situación similar, sintiendo que los consume el mundo alrededor. Sepan que no está mal sentirse mal y que tampoco está mal, necesitar ayuda y contención.

Siempre, pero siempre, es mejor hablar.🥺

Gracias por leer, comentar y votar ♥️