➡️Cap.32🔙

475 99 52
                                    

Observándome en el espejo del baño me cuestiono, ¿por qué debo ser tan patético? ¿Acaso no aproveché la situación, al igual que JungKook, de sacarnos las condenadas ganas de comernos de todas las maneras posibles?

Tendría que haber hablado con él, definir cómo iba a seguir toda esta cuestión. ¿No podemos simplemente hacer como si nada pasara? Cuando en realidad, morimos por estar enredados en los brazos del otro.

Es que ésto, no es sólo una cuestión de piel. Yo sé que lo amo desde siempre, pero él... él me dijo que también.

Ojala pudiera guardar ese "me gusta" que me dijo para darme valía y que todo me importe una mierda. Pero, lamentablemente, va contra mis principios. ¿Quién me manda a fijarme en quién ya tiene dueña? ¿Y creerme con posibilidades de llamarlo mío, de alguna manera?

Horas atrás, nos entregamos en cuerpo, pero también en alma. Desnudando -capa por capa- nuestro caótico interior. Diciendo bonitas palabras cargadas de afecto pero sin dar detalle de nada. Sin darle certera forma a esto que empieza, fogoso e intenso, y sin miras de poder ponerle un maldito freno.

Porque el deseo que tengo de salir corriendo y llenarlo de besos, me carcome la cabeza. Pero luego pienso en frío y me quiero matar.

Una cosa, es desearlo en mi cabeza y soñar con cada parte de mi cuerpo cubierto de su caliente lefa. Y otra, es haberlo hecho como reales conejos, y que me invada la culpa luego.

Todavía me duelen los labios de la "caliente" mamada... y me duele el pecho ante la impresión de poder perderlo. Pero ¿se puede perder algo que uno no tiene?

Dicen que cuando se calienta la cabeza de abajo, es la de arriba la que no piensa. Yo diría más bien que queda como lelo, como si recibiera una onda de electroshock dejando un insensato cerebro y provocando una ola de pensamientos que actúan solo por reflejos.

A lo lejos, suena el timbre que avisa que es tiempo de cerrar las puertas de todas las aulas. Y a decir verdad, no puedo dejar de pensar en Jungkook. Pero no puedo dejar mi carrera de lado por no querer cruzarlo, o no ser lo suficientemente valiente como para no resistir tocarlo.

Y me enojo con él. Pero me enojo por no ser yo, quien exija que se me ponga primero. Por no hablar de frente y por dejarme llevar por la maldita cabeza de abajo.

Condenadas hormonas de puberto siendo ya un adulto. Me cortaron la sequía, pero me hicieron un cortocircuito luego... No pego una.

Salgo del baño revisando que no haya moros en la costa. Y con eso, me refiero a JungKook o a Tae buscándome por si me desarmaba en llantos. Y aunque todavía sigo ofendido por sentirme un objeto, muy dentro mío, sé que Tae tiene buenas intenciones. Sino, no hubiera pensado en el bienestar de la novia al darse cuenta que nosotros nos traíamos algo entre manos (o mejor dicho, entre las piernas).

—¡Pero si aquí estás, bonito! —me reciben los brazos de Tae tomándome por sorpresa. Y enseguida, empiezo a mirar intranquilamente por todos lados —. Tranquilo, que Kook se quedó hablando con la rubia.

Y a decir verdad, no sé si eso es bueno o malo para mi pobre corazoncito. Solo tengo deseos de asistir a clases sin que la cosa pase a mayores y que todo el puto mundo me señale.

—¿Estás bien con lo que pasó con JungKook? Realmente, no fue mi intención jugar contigo, si así lo sentiste.

Libero parte de la carga que me estaba ahorcando de repentina manera, mientras avanzamos entre prolongados silencios que solo hacen que mi pecho se contraiga.

—Contra lo que dicta el corazón, no se mide con razón —. Suelta Tae largando un profundo suspiro —¿Sabes? Nunca lo había visto así a Kook, es decir, la gringa es la gringa pero él, nunca se preocupó por ella como lo hace contigo... ¡Estas pilchas te quedan horribles! —suelta cambiando repentinamente de tema.

—Pero vestido así, lo tengo conmigo.

Anuncio entre suspiros y de inmediato me arrepiento. No puedo ser más cursi por falta de tiempo.

—Wow... ¡Tu sí que estás hasta las manos! Y eso duele ¿y yo? ¿que creía que tenía alguna mínima posibilidad de enamorarte en lo que dure el trayecto hasta el salón de prácticas?

Suelta risueño pero de inmediato se calla, seguramente, ante mi falta de ligeras sonrisas. Y tomando coraje, le digo: —Lo amo Tae, lo he amado desde siempre. Y creo, que Jungkook lo sabe.

—¡Wow! —es lo único que se escucha en los siguientes minutos hasta que arribamos al bendito salón de prácticas. Que por supuesto, se encuentra a puertas cerradas.

—Permisoooo...

Anuncia entrando al salón seguido del resquicio de mi soma, aquel que de algún modo me dió consuelo cuando creía que solo estaba enojado conmigo o por defecto, con su amigo.

—¡Ni lo sueñes! —grita repentinamente la gringa, haciendo que todos miren hacia donde señala su flacucho dedo. Recibiendo un "Basta gringa" de parte de aquel que me trastoca la cabeza con eróticos pensamientos.

¡Y maldita sea! Que medio salón me observa como si me estuviera por salir otro ojo y mi amigo que reacciona ante el timbre de la voz del otro.

Soy un condenado caso perdido, aquí es donde debía reaccionar fríamente con la de arriba y no dejarme arrastrar por la de abajo.

Pero al girar y verlo a JungKook, observarme con una esplendorosa sonrisa que solo tiene como destinatario, mi rostro. Hace que todo lo malo de este mundo, valga la condenada pena.

"¿Estás bien?" Emulan en silencio sus labios a medida que me acerco sumamente despacio y sin dejar de amparar directo hacia sus renegridos ocelos.

A lo lejos, se escucha una especie de pleito entre Tae y la novia del que me tiene extasiado como en una profunda inyección de dopamina. Mientras el profesor solicita silencio e indica que a continuación armen grupo de a cuatro.

Y cuando llego a su lado, no puedo alejar mis sonrojos. Es que me mira como si fuera, lo más bonito del planeta.

—No estés triste bebé...

Suelta bajito mientras me toca con imperceptibles movimientos de su rodilla. Y todo alrededor, adquiere colores alegres como los de un condenado arco iris.

Y me siento irremediablemente cursi y completamente enamorado, en cuanto lo observo arrojarme un besito por los aires.

Hasta que me saca de mi nube de pedo la potente voz del profesor que dicta fuerte y claro: —¡Jeon y compañía! Si pueden dejar de coquetear, les agradecería.























Ahora, que se armen los madrazos😈

Naaa, se pone un poco de tensión pa atraparlo a usted noma vio?🤣

Gracias por leer, comentar y votar 😍

Los amito mucho♥️

"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora