➡️Cap.51🔙

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Limpito, perfumado y bien desayunado, estoy sentado en uno de los bancos de ingreso a nuestra universidad mientras JungKook le ruega casi de rodillas a la gringa para que lo deje repasar de su bendito resumen -o al menos- se lo deje fotocopiar.

—¿Tú no repasas, o acaso te sabes todo y piensas refregar tu buena nota en la cara de todos? Incluyendo la de tu novio —suelta Tae y de inmediato me atajo.

—No es mi novio.

"Todavía" me carcome la puta voz en la cabeza a medida que lo observo de reojo como un pequeño niño que quiere algo y no lo dejan.

—Pues para mi está más claro que el agua, solo falta el nombramiento. Pero ¿sabes qué? ¡A la mierda la etiqueta! Ven y dame un besito ya que no son pareja —articula en tanto me jala hacia su cuerpo estirando la trompa como un pato mientras le pego de lleno con mi pesada mochila en la boca.

—¿Qué mierda tienes ahí adentro? Eso me dolió "sin novio", por esa fea actitud ahora -más que nunca- debes darme mimitos —suelta el tarado amigo de aquel que esta rebajado hasta casi el suelo por unos miseros apuntes.

—¡Hey idiota! ¡Aléjate de mi chico o te parto la jeta! —Se escucha el vozarrón repentino del mastodonte que me trae celoso y caliente las 24/7, y de inmediato me sonrojo.

—Menos mal que "no" son novios —dice Tae a las risas, arribando hasta donde se encuentra la gringa haciéndose la linda para luego arrebatarle la libreta —, deja que el fortachón le saque una copia rubia, no seas malita, hazlo por mí y luego te regalo besitos ahí en donde tanto te gustan —diciendo esto último entre susurros.

Y mi sexi hombre, que salió como torpedo a sacar su fotocopia, no tiene ni idea de lo que sorpresivamente escucharon mis orejas. Así que como quién no quiere la cosa, me hago el tonto para no perderme detalle del asunto.

Una que otra sonrisa pérdida entre tenues mejillas rojizas, representa a una persona en donde la otra, la pone totalmente nerviosa. Haciendo que el palpable coqueteo me llegue como una fugaz confirmación de que este arroz ya se coció y no de que se está cociendo. "¿O se comieron los granos crudos?" Me dice mi desorbitado cerebro y no me aguanto.

—¿Se puede saber qué es tan gracioso Jim? —cuestiona la gringa con su mejor cara de "lugar en donde relleno más mi calzón".

—Nada, nada, un chiste nomás, y deja de ponerte brava conmigo ¿qué culpa tengo yo? —suelto, y de inmediato, mete bocado el de al lado.

—¿De tener mejor culo? ninguno. Hay que entender al pobre Jeon, se quedó obnubilado y con razón.

Y de inmediato es atacado a los golpes por la susodicha de al lado que le dice que ella también tiene lo suyo y a lo que Tae responde, solo con acentuadas confirmaciones de cabeza, dejando a la gringa expuesta y toda colorada.

Y en eso que no aguantamos la risa de verla tan tímida, a la que nunca se calla nada, suena el primer timbre de ingreso. Y me percato de que mi precioso -todavía- no ha regresado. Así que recogiendo su morral y pasándolo por mis hombros, emprendemos la marcha hacia el aula Magna en donde se juntarán todos los primeros. Se nos vienen dos módulos completos de puras teorías re divertidas y luego la bendita prueba.

Por ser viernes, debería ser lunes, por lo pesado que se siente tener que desarrollar los temas. Aunque me tengo fe, ya que es algo que venía leyendo en casa desde hace un tiempo y lo tengo súper fresco. Eso, si es que no se me aparece en la mente, uno en completas pelotas, hablándome ronco y pidiéndome que abra la puta boca...

"¡Maldición Jeon!" Lo que me faltaba, que me falle el condenado cerebro por estar pensando con mi quemada cabeza... Es que ¡pobrecita! Le tuve que poner cremita para la irritación por frotación extrema.

—Jeon...

Se escucha claro su nombramiento pero no su respuesta, a lo que el profe comienza a elevar la voz en consecuencia y a la par de mi hombre que entra diciendo "presente" mientras manobra apuntes en una mano y en la otra, una bebida de fresa.

—Bienvenido Jeon, me alegro que se haya dignado a aparecer y que haya conseguido su tan necesitada bebida —suelta el profesor entre medio de las risas de todos a su alrededor.

—No es para mí, es para mi chico. Ha trabajado duro estudiando y necesita refrescar sus ideas, así que ¡gracias profe!

Anuncia Jungkook a boca suelta, y quiero que se abra el cielo y me trasporte a otro planeta. Porque de inmediato las miradas de todos se posaron sobre mi colorado rostro, recibiendo por lo bajo algunos "maldito puto" o "gay de mierda" que me hacen sentir, de nuevo, un retraído adolescente con muchos problemas.

—¿¡Pero qué les pasa!? ¿Acaso es el primer hombre gay del planeta? Manga de inadaptados. ¡No se atrevan a insultarlo por ser un hombre que ama a otro hombre o deberán atenerse a las consecuencias! —escupe la gringa, roja como tomate listo para la cosecha de tanta impotencia.

Y me sorprendo gratamente, no le ha importado una mierda lo que ha pasado entre nosotros dos más que defender nuestra bandera como buena amiga que es de mi amor, y espero que pronto, también la pueda considerar de esa manera.

—¡Wow! A la gringa mejor tenerla de amiga que de enemiga —dice mi amor, colocando la bebida en mi mesa y dejando una suave caricia sobre mi cabeza.

Porque ¡Claro! Cuando estoy alzado ni me acuerdo de los otros, pero en situación de romance, finalmente, me acuerdo de la vergüenza.

Así que a medida que nuevamente me sonrojo (si, lo sé, soy un completo descarado) cuestiono entre susurros: —Y a tí, ¿no te molesta lo que hablen los otros?

—Me importan un carajo, pero si los escucho insultando tu persona, se las verán con mi puño. Y como verás, tengo aliados por todos lados.

—Si, la gringa es genial, ojalá deje de odiarme pronto —suelto meditando a lo lejos hasta que escucho.

—Bebé, ella no te odia, capaz... ¿Un poquito de rencor? Eso sí, por robarte este pedazo de camión de sus garras —suelta el idiota haciéndome reír de su egocentrismo absoluto y no me aguanto un carajo, acercándome para darle un fugaz beso.

Efímero toque del cual me separo, rojo y más rápido que tren bala, en cuando escucho un sonoro carraspeo del profe que dicta: —Muy linda la nueva parejita. Pero ahora, saquen sus carpetas y preparen sus cerebros para el aturdimiento. Hasta que no terminemos con la última fórmula no quiero que vuele una mosca. ¿Entendido?

A lo que toda la clase responde con gestos afirmativos de cabezas y algún que otro sí. Mientras yo, observo de reojo como mi bombón de chocolate con fresas, modula sin necesidad de sonidos, dos palabras de cinco letras en total, que me dejan sonriendo como un completo lelo en el fondo del salón.































Me imagino que saben que le dijo no?😍

Gracias por leer, comentar y votar 🥰

Los amito mucho ♥️

"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora