➡️Cap.31🔙

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—¿Estás seguro de que me queda bien esto? ¿No parezco un embolsado? —cuestiono a Jungkook que no deja de acomodarme el casco como si no me funcionaran las manos.

—Te queda hermoso, ya déjate de bobadas —suelta mientras arranca la motocicleta y justo ahí, me entran los miedos. Más que miedos, son condenados remordimientos.

Vamos camino a la universidad, yo con ropa ajena y sin mochila propia. O mejor dicho, voy cargando su morral. Hoy solo tenemos prácticas que no se basan en extensas teorías, así que según él, no era necesario pasar por mi hogar para levantar la mochila.

Y por supuesto que no puse ninguna objeción a todo esto, porque eso significaría estar ante la certera posibilidad de que nos vea su novia... ¡Mierda! Amargo trago me traspasa la garganta cuando rememoro tremenda agarrada con su novio, y ahora debo verla como si nada.

¡Maldita sea! ¿Qué mierda haré para mirarla sin que se me caiga la cara de vergüenza?

Esta bien que siempre fui el segundo, el abucheado, el dejado de lado y del que hablaban barbaridades a sus espaldas. Pero yo, no soy ni quiero convertirme en esto... Un reflejo de lo que tanto odio. Un maldito mentiroso y un completo hipócrita.

Debo tomar coraje y ponerle los puntos a Jungkook, o esto tiene punto final sin haber iniciado nunca.

Es que... ¿Cómo vamos a iniciar algo si solo nos restregamos como gatos en celo? Bueno, capaz hicimos un poquito más que refregar bragueta con bragueta... "¡Pero si por poco no te rellenó como pavo, la nariz y los ojos!". Me dicta la maldita voz de mi escasa conciencia apuntando hacia mi propia vergüenza.

Y sobre que arribamos al estacionamiento, entre incrementados nervios que consumen mi cerebro y totalmente decidido, le suelto —Entra tú, iré hasta mi hogar a cambiarme la ropa.

Mientras me saco el casco súper enojado conmigo mismo y con él, otro tanto.

—¿Pero qué demonios? ¿Y ahora, qué sucede? —me mira asombrado por mi repentino cambio mientras trata de sostenerme del brazo.

Y por supuesto, que a don espamento no le ganan una, así que a los tirones me deshago de su agarre mientras trata de descender atolondrado de la moto.

Pero como Diosito me la tiene jurada, cuando doy la vuelta para salir huyendo como el cobarde que resulté ser en este momento, me choco de pleno con Tae, cayendo encima suyo y atrayendo la mirada de los otros.

Y como si fuera poco, la usurpadora de lo considero como mío, asoma la cabeza entre el gentío que se junta para ver la trillada escena de kdrama.

—¡Pero que lindooosss los novios! —grita la rubia engañada. Y quiero que, ahora mismo, se abra un agujero negro para que me trague y me escupa bien lejos —. Espera un poco, ¿esa no es tu ropa amorcito? —cuestiona a JungKook.

Y mientras Tae intenta fijarse si no me hice nada, de un solo salto me incorporo sacándome el morral y tirándolo a su dueño... Dueño que se enciende un cigarrillo y mirándola como si nada, contesta: —Sí, sus ropas estaban sucias, así que al despertarnos le di una muda limpia.

¡Y maldita sea! Mi cara se me transforma en diferentes tonalidades de rojos a medida que el tarado pita de su faso sin preocupación alguna. Siendo, luego, inspeccionado por Tae con sus ojos entrecerrados y sin estar dispuesto a dejarme pasar una.

—Gringa, ve a comprar café ¿quieres? —suelta, de repente, el amigo del despreocupado. Y me quiero ir a la mierda.

Pero sobre que intento escapar de Tae, la gran mano de Jungkook me rodea la muñeca, indicándome que me quede a su lado aunque no emita palabra alguna.

—¿Se puede saber qué sucede entre ustedes? —pregunta el amigo con su ceño fruncido.

—¿Y eso, a ti que te importa? —suelta el adonis de mi sexi noche, colocándome a su lado mientras se cruza el morral de lado a lado.

—Me importa, si eso puede lastimar a la rubia de alguna manera. Ella es media tarada pero de seguro que pudo ver sus caras de tensión sexual, eso se los aseguro. Sin contar que me escribió diciendo que no le respondiste ni un mensaje, ni cogiste sus llamadas.

—Fue solo una noche, ¡por favor Tae! No digas nada —emito ante la cara de póker de JungKook y la gran boca abierta de su amigo que no se cierra para nada.

—Acaso ¿te lo follaste? ¡No me jodas Kook! ¡Tú sabías que yo lo quería!

—¡Ah bueno! ¡Ni que fuera un maldito objeto, par de buenos para nada! Y a ti, te aviso, que si no me tuviste fue porque yo no te quería. Así que no me jodas y vete al carajo.

Suelto exasperado y apurando mi paso hasta que escucho: —¡Espera bebé! —de aquel que debe marcar el rumbo de todo esto.

Así que encabronado, me giro y le suelto: —Tú, no tienes derecho a llamarme así, arregla todo esto o desaparece de mi vista.

Descaradamente miento, ya que por dentro quiero que me siga llamando "bebé" de por vida.

Pero no puedo jugar a dos puntas y engañar a la gringa, sabiendo que cuando regrese a mi hogar y observe su casa, me atacarán remordimientos y culpas.

—N-necesito... —suelta Jungkook con ojos de cachorro atropellado. Y solo espero que no complete la frase con lo que tanto temo o será como un puñal bien profundo en mis adentros.

Esto, me pasa por calentón y atrevido. No tendría que haber cedido a mis instintos desde un principio sabiendo que era solo un extra en todo esto. Un sobrante en su perfecta ecuación para la gente del entorno.

Así que olvidando las recientes palabras de sus padres y sin escuchar lo que me dicen ambos, salgo corriendo en dirección hacia ningún lado. Solo buscando un solitario resguardo en el interior de la universidad. Lugar que me sirva para quejarme de mi patética vida siendo el otro, que creyó que sería el único.

























😬👀 Que cosas no?

Gracias por leer, comentar y votar. 🥰

Los amito mucho♥️





"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora