➡️2do. Extra🔙

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Paraíso terrenal... Así debería definirse este preciso momento en donde sus manos toman mi estrecha cintura con una sapiencia que solo se adquiere con años de exclusiva experiencia.

Tiempo suficiente de conocimiento de mis puntos estratégicos y de saber activar cada una de mis fibras musculares con un detallado roce de su caliente dermis.

Entrega absoluta compartida en una erótica simbiosis que da como resultado el estallido de nuestras condenadas cabezas cada vez que mis glúteos se apoyan sobre su prominente cadera.

Estremeciendo mi cuerpo en cuanto sus decididas manos comienzan un tortuoso recorrido acariciando cada relieve de mi soma. ¿Y yo? Yo solo puedo jadear en respuesta a semejante contienda, dejando que mi cadera cobre vida a lo culebra.

—Diosss, cosita libidinosa. Qué hermosa sorpresa tenerte en pelotas... Te necesitaba tanto... Hoy fue un largo día de mierda —suelta mi Adonis a medida que me atrapa entre sus fornidos brazos con extremada fuerza.

—¿Tan así amor? Cuéntame, si quieres, así te sacas el peso de encima —suelto mientras me deleito en el suave roce de nuestros necesitados labios.

—Sacarte la ropa quería, pero ya me llegaste en bolas por obra y gracia del destino y de sus hilos... Mejor dejemos la charla para la alcoba. Ahora, quiero desfogar amándote despacio ¿estás de acuerdo?

—Como guste mi dueño y señor absoluto...

Lo sé, soy muy malvado porque en cuanto largo esos vocablos, las fosas nasales de Jung Kook se ensanchan como aleteando -seguramente- despertando al insaciable monstruo come carne que me atañe sin cuidado cuando nuestro juego pasa de erótico a gozosamente trastocado.

—Estas jugando con fuego... Y sabes que eres malvado —anuncia a medida que noto cómo su grandiosa dureza se abre paso deslizándose entre la unión de mis nalgas y finalmente, jadeo.

¡Dios! ¿Cómo explicar sin llegar a ser tan gráfico, nuestra ruda manera de amar?

Les juro que quiero despacio, excitado a cada segundo mientras me tiemblan todas mis sensitivas partes, pero... ¡es que es más fuerte que uno! Así que, lo pienso pero luego no lo actúo. Solo espero que la vida me de mil años de vida para disfrutar de cada maldito segundo...

Soy un condenado afortunado al ver el rostro de mi Adonis trasformar su cansina mirada en la lujuria necesaria que se necesita para aplacar a esa fiera despiadada. Y sentirme el promotor de este suceso me tiene tan tieso que no aguantaría ni una puta preliminar sin venirme como un puberto. Así que haciéndome hacia atrás, elevo mis pies sobre el borde de la bañera y le ofrezco como premio, mi menesteroso agujero.

¡Y bendecido sean los dioses que lo tallaron para mi delicia! ¡Y bendecida sea mi suegra querida por hornear tremendo pan flauta, o traer al mundo semejante freno de mano!

¡Es que hermanas! Cuando se levanta y las gotas le recorren la bendita musculatura de su inexistente panza, les juro que me estremezco como si sintiera su pedazo bien adentro... Es que su profunda mirada provoca la resequedad de mi garganta en cuanto observo esa vara dura como hierro y se me mezclan todos los condenados pensamientos.

Deseo... Deseo en estado puro recorre cada vaina tendinosa de nuestros cuerpos en cuanto lo veo acercarse como depredador al acecho. Y solo puedo rogar porque me tome como se le dé la regalada gana porque yo, solo estoy dispuesto a eso.

Y me pierdo... Me pierdo en las sensaciones de esa magnífica lengua que me hace hablar en lenguas extrañas sobre que tomo a tirones y a una mano su renegrido cabello, mientras que con la otra me afirmo al borde de la bañera para aguantar lo que venga.

¡Y maldita sea! Que me estremezco de pies a cabeza cuando turna largos dedos y mordidas sobre la sensible dermis que lo rodea, acompañado con un manoseo desaforado que me tiene engatusado.

La impronta de su cuerpo y de sus manos es sinónimo de redención, cuando siento que me libero de la inútil carga de tener que soportar algún creciente mal humor.

Es que cuando su magnífica boca logra esa fusión armoniosa con los pliegues de mi piel, me deshago en un río de inconmensurable placer al venirme tan intenso que siento como mi cuerpo se transporta hacia otro lugar... Lugar más bien sideral, porque es una cosa de otro planeta como me tienta a perecer de placer.

—Eres delicioso —me suelta.

Y me deshago como muñeco de trapo en tanto me atrapa entre sus brazos para deleitarnos en el magnífico roce de nuestros menesterosos labios.

Mezcla de fluidos que solo me llevan al limbo cuando noto como cómo acomoda mi trémula cadera y sin aviso alguno, me penetra.

¡Y maldita sea! Que la quemazón primaria se asemeja a la nada cuando, de inmediato, me convierto en un sediento porque se hunda lento y luego me penetre como un condenado taladro.

Mezcla de certeras estocadas que me hacen desear por más y luego dejar de respirar cuando siento que todo es demasiado.

Exquisito placer recorriendo por cada centímetro de mi piel cuando llevo mi cadera hacia adelante y noto como me clava a lo estaca, y no figurativo, sino literal... Bramando por más aunque me sienta al borde del colapso por lo rudo de su acto.

Y mientras repite obscenas palabras a mi oído, me deleito en sus certeras estocadas dejándome llevar... Volar a ese imaginario al cual me transporta con su gloriosa manera de amar y en el cual no me debo cuidar, porque siempre está él...

Ese maravilloso hombre que siempre supo ser cuando me di la oportunidad de conocer...

Cambiando obsesión a un recíproco y genuino amor.
































Ahhh amo todo maldita sea. 😍

Debo reconocer que los extrañaré (y demasiado) Peroooo como todo en la vida, tarde o temprano, llega su final. 🥺

Aunque queda un extra más. Y es sorpresa aunque me imagino, que alguna idea se darán. ☺️

Nos vemos en el último extra, gracias por leer, comentar y votar ♥️

"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora