"Si Pudiera ser ella"

➡️Cap.86🔙

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ATENCIÓN: USO DE PALABRAS MALSONANTES O VULGARES. NO LEER SI NO ES DE TU AGRADO. GRACIAS.

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—Prueba tu sabor...

Escucho en cuanto mantengo mis ojos cerrados, estremeciendo mi cuerpo ante su suave (y a la misma vez) firme tacto sobre la tersa piel de mi abdomen. Entonces, abro mi boca por instinto lamiendo y dejando reluciente los dedos que me dan como alimento, la sucia mezcla de mis fluidos.

Y gimo... Gimoteo enervado en un lascivo deseo que me rebasa por dentro cuando sus dedos atoran la profundidad de mi boca y me apasiono a medida que su otra mano aterriza en una sonora cachetada sobre mi nalga y escucho: —Afloja tu garganta y traga.

¡Y maldita sea que mentiría si dijera que no me calienta a sobremanera estar a la merced de su dominante acto!

Una nueva y picosa cachetada seguida de un "Así me gusta, putita" me deja preparado para lo que sea. Y tirando mi cadera hacia atrás lo provoco como el necesitado de polla que soy y sin disimular lo que me encanta.

Sus ásperas manos, en tientas, recorren el mapa que dibuja cada ondulación de la ofrenda de mi dermis a medida que me estremezco y ahogo un sentido jadeo cuando la punta humedecida de su verga se desliza entre mis piernas mientras escupe sobre la unión de mis nalgas.

Tiemblan mis extremidades inferiores cuando mi miembro es tomado con fuerza mientras atrasa mi cadera, pero cuando agarro sus nalgas para tironear en la fuerza contraria, arrastra mis brazos hacia adelante hasta apoyarlos a la pared y tomando mi cuello en un firme agarre, me penetra.

¡Y maldita sea! La quemazón inicial a medida que los segundos transcurren se transforman en una ola de incrementado deseo sobre que aprieta la toma en mi garganta y me suelta: —Te vas a quedar quieto mientras te cojo bien duro —dejando mi cuerpo completamente expuesto y a la merced de su mandato.

Vigorosas estocadas arremeten en lo profundo mientras masturba con parsimonia absoluta, mi falo. Llevándome al límite sobre que lame y muerde mi espalda mientras estratégicamente encuentra ese punto que me hace hablar en lenguas extrañas.

Y siento que reviento cuando todo me sobrepasa, empezando por el temblor descontrolado de mis piernas y el afloje de mis brazos. Pero al semental que tengo llevándome al más allá, pareciera que le encanta hacerme delirar porque aprieta la grieta de mi verga diciendo: —Todavía no, falta un poco más... —para luego elevar mis piernas juntas y flexionadas mientras me taladra y literal... Sintiendo que me voy a desmayar con semejante follada.

Agarro su largo y transpirado cabello cuando me maneja a su antojo como si fuera un muñeco y siento estallar mi cabeza si no me vengo.

—P-por favor... p-por f...a.... —balbuceo desesperado porque saque su dedo de la raja de mi falo.

Y reviento, me vengo desquiciado cuando saca su mano y susurra: —Acaba conmigo cariño...

Traspasando mi sistema, de lado a lado, abundantes olas de placer mientras noto como me convulsiona el cuerpo y soy abundantemente llenado... Cada vez más profundo, cada vez más adentro, cada vez más lejano...

Dejando un estropajo de cuerpo en sus brazos mientras él, solo respira pausado. ¡Maldito ser de otra dimensión! Cruza con toro o algún otro animal bufador que se recupera velozmente en tanto yo, estoy que se me dan vuelta los ojos mientras siento que me elevo en otro plano.

Al cabo de unos segundos, minutos o tal vez hora, se desliza hacia el suelo y arrastrándome con él, me cobija sobre su pecho mientras acaricia suavemente mis cabellos.

—Bebé, ¿estás bien? —cuestiona con dulce voz aunque algo dudoso.

Y con todas mis fuerzas, elevo mi mirada viendo el frunce de sus cejas. Y eso, no me gusta para nada. Así que sacando el último vestigio de fuerza que domina mi sistema, elevo mi mano acunando su magnífico rostro entre mis dedos y tomando una profunda respiración, le suelto: —Deja de fruncir el entrecejo que te saldrán arrugas innecesarias, estoy más que bien... ¿No se nota en mi cara?

Él, me observa detenidamente para luego aflojar la tensión palpable de su rostro y acercarse hasta regalarme un dulce y adictivo roce de labios que me transporta a otro planeta.

¡Dios! Es tan condenadamente sensual y completamente dulce que es la perfecta dualidad. Exquisita mezcla de abundante cariño con malditamente caliente a no dar más.

Y no puedo más que aflojar todo mi ser y entregarme una y otra vez al sublime roce que me otorga. Cantidad justa de succiones que me llevan a la gloria y hacen latir mi corazón a mil en cuanto eleva su mano y acaricia, con sumo cariño, mi mejilla.

—Te amo y no quiero hacerte daño... —sincero me suelta.

—No me haces daño si lo queremos ambos... ¿Y yo? No presento ni una puta queja. ¿O acaso crees que dejaría que me hagas algo que no quiera? Tú, me has demostrado que valgo y el otro tema de la dependencia, lo estamos trabajando. Así que tranquilo cariño, nada me hace más feliz que sentir tu poder sobre mí, dejando mi cuerpo sobre nube de algodones y en un mar de tranquilidad, mi cabeza.

Luego de una seguidilla de caricias y arrumacos, observo la hora y le anuncio a Jung Kook que Tae está próximo a venir para hacer el trabajo y que debo comer algo porque me siento vacío... Y no es figurativo. A lo que mi hombre responde que debe comer algo al paso porque debía estar hace 15 minutos en el campo.

Así que como un rayo, se levanta y me arropa con sumo cuidado preguntando si necesito ayuda para trasladarme hasta el baño.

Y al Bambi que llevo conmigo se ríe de su desparpajo, follarme hasta que mis piernas me fallen y luego preocuparse. Pero como no quiero que tenga problemas en el campo, le suelto que estoy bien, que puedo valerme por mí mismo y que se vaya de una buena vez mientras llena de besos, mis labios.

Pero que bendición este par 😏🤣

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