➡️Epílogo🔙

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Hay diversas situaciones que, aunque pasen los años, están arraigadas desde lo más profundo de cada uno.

Como por ejemplo, hablar y luego meditar que tal vez no se debería haber dicho eso. O actuar y luego pensar si era algo bueno hacerlo... En fin, sigo siendo un pato criollo que aunque me pase los años yo nunca maduro. Es que eso es para frutas, yo, todo divo empoderado del retraso organizado.

Pareciera que aunque pase el tiempo, esto de ser un adulto responsable me está costando más que encontrar el condenado equilibrio con mi dependencia emocional.

"El eterno Peter Pan" anunció mi querida Hana Teresa.

"Un boludo importante" soltó muy serio mi padre...

Yo prefiero: "Un eterno bebito" como dijo el otro día mi marido.

Sí, mi marido, mi pareja, el hombre que puso mi mundo de cabezas y me subió de una sola y dura follada a la estratosfera. Y no, no estamos casados con papel de por medio porque nuestras leyes -aún- no lo permiten, pero el peso de los años de pareja me dan este derecho. A llamarlo mío frente a todo bicho/a rastrero/a que quiera o intente marcar sitio en lo ajeno.

Y cómo verán, eso de aprender a manejar los celos se me da fenomenal (inserte ironía en el párrafo) o un emoji con su respectiva carita.

¡Diosss! Miro el reloj y me pego mentalmente. ¿Por qué será que la vida siempre me encuentra corriendo como un demente para tratar de llegar a horario a dónde sea que deba llegar?

Pareciera que escucho la voz de Jung Kook reclamando que use el auto. Pero para mi justificación, no me gusta manejar con el tráfico de la ciudad. Y por otro lado están los trenes que a veces tardan aún más. Y luego está la hazaña para tratar de conseguir un taxi sin que te lo roben y necesites pelear.

"¿No podrías salir cinco minutos antes del baño?" Habría dicho mi hombre el otro día cuando intentaba que llegáramos a tiempo para la cena de festejo por nuestro décimo aniversario.

Y solo pude decirle que hago lo que puedo, luego de llenarlo de besos con babas. Y que le agradezca a mi madre que nuestro solcito estudie y llegue a tiempo a los partidos de su padre.

Si, así como leyeron. Somos enamorados padres primerizos de un hermoso niño, nuestro Solcito, que adoptamos a sus cuatro años. Teniendo con nosotros ya dos años de un hermoso e incondicional amor del cual nos enamoramos aún más cada día.

Es algo maravilloso poder dar y recibir ese cariño tan único, tan genuino y tan real que se vive al ser responsable de una vida que te mira con los ojos del gato con botas cuando regresas a tu hogar.

Así que desde que estamos todos juntos, gravitamos y vamos moldeando una maravillosa vida a su lado.

Particularmente, nunca se me había ocurrido que algún día sería responsable de la vida de una mascota y mucho menos la de un hijo... ¡Es que vamos! Imaginarme velando por un alma tan pura como la de un niño cuando no puedo ni conmigo mismo algunas veces, es algo que no lo hubiera creído si me hubieran dicho que dentro de unos años sería un orgulloso y buen padre a pesar de cada uno de mis defectos y unas cuantas virtudes existentes. 

En cambio, Jung Kook, era algo de lo que hablaba con iluminados ojos y con mucha más frecuencia en los últimos tiempos. Haciendo pensar a mi traicionero cerebro en si él no estaría mejor con alguna buena mujer que pueda darle cada uno de sus hijos. 

Pero luego mis dudas morían, cada vez que la boca de Jung Kook se juntaba con la mía y me amaba sin necesidad de palabras y de una forma tan erótica  y lasciva que estoy seguro que cualquier mujer envidiaría.

"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora