Su lengua... Su magnífica lengua barre, sin dudas, todas mis posibles preguntas.
Y mientras cada parte de mi cuerpo reacciona como un imán ante su imponente cuerpo, él se inclina sobre la ducha para profundizar aún más el intenso beso.
Sus manos, con sapiencia, recorren cada poro estremecido de mi rostro al contacto de sus yemas. Y mi respiración se acelera sobre que ingresa a la bañera para continuar con el firme agarre de mi nuca y finalmente, acomodar sus caderas.
Entonces, mi mente vuela en el tiempo perdido sin haber probado sus labios, y regresa a la actualidad como un fehaciente cosechador de anhelos bajo su tacto mientras ruego porque nunca despierte de este sueño. Si es que esto que me sucede no es la puta realidad y estoy delirando como un condenado demente.
Pero una suave caricia sobre mi mejilla, hace que abra repentinamente mis ojos. Encontrándome de frente con la profundidad de su mirada que me observa como si fuera una bella pieza de museo. ¡Y Dios mío! Que me siento el lienzo más hermoso frente al pintor con la brocha más rechoncha que he visto en mi puta vida.
—Eres hermoso.
Suelta sin un ápice de duda. Y quiero que el maldito reloj detenga sus agujas para poder inmortalizar este bendito momento. Él con ropas y yo en pelotas, siendo adorado como su más preciado tesoro.
—Tú también me gustas...
Dejo salir sin reservas aunque nada tenga que ver con todo.
El, sonríe ante mi arrebato y acariciando nuevamente mis mejillas con una ternura que me emociona, me suelta: —Lo sé.
—Pero ahora, ahora me gustas realmente. Mi yo del ayer, esto que soy ahora, gusta de que tu gustes de mí, en mi yo del presen...
Inmediatamente, me calla con el dulce néctar de sus labios. Y no me oponga ni mucho menos presento quejas. ¡Es más! Hasta podría redactar una carta exigiendo que se me calle más a menudo y en lo posible, hasta quedar sin una innecesaria palabra.
Entonces, el beso se intensifica en cuestión de segundos y lo siguiente que percibo es mi cuerpo sentado encima suyo.
—Me parece, que vamos a llegar tarde —suelto rebuscando la bendita "loción de baño" porque justo ahora se la necesita para mi culpable acometida.
—Ni se te ocurra bebé —suelta entre medio de mis intensas succiones y mordidas.
Pero para su mala suerte, mis acciones no gozan de la aclamada voz de la conciencia, así que de inmediato me encuentro bajando su cremallera y dejando asomar a la bestia que para nada piensa como su dueño. ¡Es más! Yo diría hasta que me saluda, solo le falta la sonrisa.
—Hermoso, no te atre...
Sus palabras mueren atoradas en su bendita garganta cuando mi mano realiza una barrida con saliva por el contorno de su tieso falo.
¡Y Dios mío! No sé si esto me calienta más a mí, de lo que lo calienta a él. Porque les juro que lo noto, bien adentro, como la imagen de un maldito fantasma carcomiendo mis entrañas mientras siento boquear como pez afuera del agua, la profundidad de la unión de mis nalgas.
Su boca y la mía se funden, nuevamente, sin reservas. Dejando todo en esa entrega mientras sus confiadas manos se enredan en las hebras de mi espesa cabellera. Y tanteando a lo gallito ciego, manoteo el bendito frasco del cual tengo la urgencia de probar de sus correctos efectos.
Y separándome ligero, saco las manos de su falo mientras su impetuosa lengua me ataca de nuevo. ¡Y puta vida! Que a este paso me quedaré sin hocico y posiblemente, también sin caderas.
Entonces, extiendo un largo chorro sobre su miembro duro como piedra mientras abre grande su ojos. Y a medida que me alejo de su cuerpo le suelto: —Tócate para mí, tesoro...
Ubicando mi estremecido soma más alejado de su cuerpo y abriendo mis largas piernas en el proceso de dejarlas al alcance de la visión de sus renegridos ojos.
Y al comenzar a tocar con la punta de mis dedos sobre mi sensible dermis, Jung Kook emite un sonoro jadeo cuando envuelve, cual paño caliente, su duro miembro untado con aquel aceite efecto caliente.
Segundos donde no pierde detalle de mis manos, intercalando entre la zona del paseo de mis dedos hacia aquel lugar en mi rostro en donde muerdo mis labios con sumo deseo.
—Por Dios bebé... Eres precioso.
Suelta entre jadeos sin interrumpir la acción de sus manos en cuanto una de ellas acuna sus testículos y la otra, aprieta con suma fuerza su dureza.
Calor... Bendito calor que se sube a mi cabeza, dejándome completamente expuesto para su deleite en cuanto no me aguanto y comienzo a imitar sus pecaminosos actos.
Entonces, me doy cuenta del que más pierde en este juego, es aquel que impuso las reglas; porque ¡maldita sea! Quisiera tenerlo enterrado de cabeza o enterrado yo, en su defecto.
Pero cuando quiero desplazarme, sus piernas me atrapan sin dejar mover mi cuerpo hacia donde quiero depositar mi traviesa lengua, diciendo: —¡Tócate! Piensa que soy yo el que lo hace.
Y como si fuera una maldita deidad del sexo, sus palabras me calientan a sobre manera. Dejando quieto mi cuerpo en el proceso de tocarlo con sumo deseo, y sin perder resguardo de sus ojos en dónde y cómo lo hago.
—Sí... Así bebé... Sigue así... Chupa tus dedos como si fueran mi miembro —sale ronco desde las profundidades de su boca.
¡Y señor bendito! ¿Es qué acaso este muchacho quiere reventarme los malditos sesos? "Aquí yace el masturbado hasta morir feliz y seco". Deberá decir, con letras grandes, mi bendita lápida.
Pero todo se complica cuando lo observo, en tanto humedezco mis dedos con abundante saliva, leyendo desde sus finos labios, "Chupa mi polla y tócame con tus manos mientras yo te toco con las mías".
Pos posible infarto y como si no fuera demasiado, el desgraciado se inclina soltando un largo chorro de aceite sobre mi lloroso falo para luego apresar mi vara como un candente guante apretado.
Y a medida que nos arrodillamos enfrentados, alargo mi mano para tomar su libre extremidad y dedicarles a esos dedos, la caricia de mis cálidos labios mientras aprieto su caliente dureza con la presteza de mi libre mano.
Se me confiesan ahora, puercas 😏🤣
Pondré esto "🚨" solo en caso de ser necesario el aviso (para algunas) del uso de palabras o situaciones, sumamente cochinotas. 😬
Gracias por leer, comentar y votar 😍
Los amito mucho♥️
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"Si Pudiera ser ella"
Fanfic➡️💠Kookmin💠🔙 Park Jimin, un chico introvertido, algo negativo y homosexual que está perdidamente enamorado de un joven que era la promesa deportiva de su antigua escuela. Jeon Jung Kook, apuesto muchacho con novia que arrebata suspiros por donde...