➡️Cap.29🔙

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El glorioso y continuo movimiento de su mano, me trastoca la cabeza.

Y cuando quiero hilar pensamientos conectando mi dichoso cerebro con mi atontada boca, solo salen gemidos desproporcionados y exagerados gemidos (casi gritos) como si estuviera en un mal porno de esos que se miran a la madrugada y a escondidas.

Porque ¡Dios mía! Su bendita mano es una fucking máquina, que se mueve a una velocidad que ni mi vibrador rosa logra alcanzar.

—T-te vas...a...a-acalam....brar.

Sale sin pensarlo desde mis labios porque ¡carajos! Quiero masturbarlo hasta no dejarle una puta gota en su condenado falo, pero su habilidosa mano no me estaría dejando razonar.

"Acabar... Acabar... Acabar" se me repite como loro barranquero con pocas ganas de migrar cuando ensimismado me inclino hacia adelante y me deshago en largas tiras de simiente caliente y nacarado, mientras él, me sostiene con su otra mano.

Cierto, pequeño detalle: lo de chuparle sus dedos como si fuera su polla quedó descartado cuando la cosa pegajosa y ardorosa en fricción con la palma de su otra mano, me dejó sin sinapsis mis condenadas neuronas.

Así que, como no pude hacer las dos cosas juntas, me dediqué a maullar como una felina en etapa de cortejo... Sí, como una maldita gata en celo de esas que se revuelcan, bien revolcada, en los techos.

—¡Por Dios bebé! ¿Estás bien?

Cuestiona el taladro humano, preocupado y completamente empalmado frente a mi jadeante boca... Y no lo dudo ni un solo segundo.

Tirándolo hacia atrás, incursiono entre medio de sus musculosas piernas con un solo objetivo en mi mente. Tragarme a como de lugar, su espeso simiente.

—¿Qué haces? ¡Espera!

"Tarde te avispas hermano" me digo jocoso con medio trozo atragantado, deleitando como fuerza la apertura de mi boca a medida que sus manos se colocan en mi frondosa y revuelta cabellera.

¡Y maldita sea! Que podría vivir -eternamente- con semejante pedazo adosado como paleta helada a la parte interna de mi estirada mejilla.

Su sabor... Su agradable sabor es una mezcla de su propio aroma y algún resto de comida salada.

La textura de su piel, es suave como guante de seda o la misma porcelana.

La pulcritud de su regordeta cabeza. ¡Condenada cabeza! Que si te dice solo la puntita puedes darte desflorado por completo ¡Porque hermana! Tiene casi la forma de mi puño cerrado.

Sus venas... sus malditas venas y la forma en que se marcan sobre su grueso tronco ensalivado, debería ser declarado como la 8va. Maravilla del mundo.

Calor, percibo como se eleva la temperatura de a poco. Demasiado calor... Quema... Me está quemando ¡Maldita sea! ¡Que me quema en serio!

—¡Demonios! —me retiro de su miembro soplando como se sopla la vela de cumpleaños —. ¡Me quema!

—¡Maldición bebé! A ver, déjame ver... Te dije que no lo hicieras porque podría quedar resto del aceite en la base del tronco y como nunca lo metí en mi boca, no sabía qué sucedería.

Anuncia riéndose duro como roca y quiero abofetearle las bolas. Pero el apuro por apagar el fuego que tengo en mi boca es más fuerte, así que me inclino sobre él para luego abrir el grifo de abajo. ¡Maldita puta botonera! ¡Pero si será de Dios!

—Abe eta shota.

"Abre esta chota" se modula mejor en mi cabeza de lo que me salieron de la trompa de pato que justo tengo en este bendito momento.

Pero aparentemente en el apuro, igual pudo entender. Así que tocando uno de los botones luego aparece la bendita agua de abajo.

Y sumergido en el chorro, con la cabeza a lo avestruz y el culo al aire, me deleito del aplaque del incrementado fuego que tuvo como participe a mi boca.

—¿Jung Kook? —esa voz antes escuchada, suena a ¿mi espalda? ¡No me jodas!

Pero para mi mala suerte o la vergüenza del siglo absoluto, se escucha de inmediato: —¡Vieja! ¡Sal del baño! —saliendo de la boca de Jung Kook.

"No puede ser ¡Carajos!" Me digo dentro mío mientras de un solo salto salgo de la tina para pararme a un costado y en completas pelotas.

Segundos eternos se suceden a medida que me observa y sus ojos se agrandan en continua sorpresa. Me parece que se percató de que era un él y no un ella, a parte de estar en bolas.

Y cuando creo que esto no podía ir peor, la escucho: —¡Pero por Dios bendito querido! ¿Qué te sucedió en la boca?

¡Y maldita sea! Que se abra la tierra, me tragué y me escupa en otro planeta, porque como si fuera poco (en tanto la observo preocuparse entre medio de gritos de Jung Kook) a los pocos minutos ingresa un ropero al lugar de los hechos. Porque eso, no es un simple mortal. Un gigante igual a Jungkook pero con algunas arrugas y el pelo tiznado grisáceo sobre algunos lugares; me mira entre sorprendido y enfadado.

¿Y yo?

Bien, gracias. Aquí tranquilo, acunando con ambas manos a mi pene y mis pelotas, mientras observo como el padre rezonga porque se preocupó al pedo por su hijo, la madre que trata de explicarle que algo raro le sucede a mi boca y Jung Kook; que se agarra la cabeza pidiendo una y otra vez que salgan todos del maldito baño.

Y a decir verdad, que si antes me quemaban los labios, ahora ni lo revuerdo. Porque justo en este preciso momento, siento quemar mi rostro por completo.

—¡Pero mujer! ¡Déjate de bobadas! Toma muchacho.

El padre me ofrece una toalla para luego retirarse arrastrando a su esposa. Y ahí, solo ahí, emito un largo suspiro aflojando la contracción de mis hombros.

—Si quieres, puedes terminar con el trabajo —suelta el tarado y quiero ahorcar su hermoso cuello con mis propias manos.

—¿Acaso estás demente? ¡Tus padres me acaban de ver en pelotas y tú pensando con la cabezota de abajo!

—Creo que más sorprendidos estaban de que seas un tío, que a verte en pelotas —suelta muy tranquilo mientras sale de la bañera para quitarse la ropa mojada y secar su escultural cuerpo.

—¡Diablos! Tienes razón. Y ¿ahora? ¿Acaso no conocen a tu novia?

Y al largar esas últimas palabras, un amargo sabor se apodera de mi boca. Invadiéndome, de repente, una inminente ola de culpa por la consecuencias de nuestros actos.

—Solo saben que estaba viéndome con alguien y por lo otro, es mi sexualidad, no tengo porqué andar aclarando mis gustos a nadie.

Y mientras él, seca su cuerpo riendo de que llegaremos al segundo módulo de la facultad, así nos da tiempo de comer algo y agarrar un poco de fuerza. Esa palabra: "estaba", resuena una y otra vez en mi destartalada cabeza.





































Naaa las ocurrencias de Jimin son de otro mundo🤣

Gracias por leer, comentar y votar.🥰

Los amito mucho♥️











"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora