➡️Cap.50🔙

316 61 40
                                    

—Folla mi puta boca.

"¡Oh si señoras y señores! Hoy se cena polla grande, venosa y bien sabrosa". Se repite en mi cabeza a medida que intento no sobarme las condenadas rodillas que me reventé al tirarme todo impertinente y sensual en pelotas.

Pero pensar en dolor, me dura lo que tarda un suspiro en salir de mi boca cuando la ronca y profunda voz de Jungkook, me recuerda que me dará para que guarde y para que tenga.

Su toma, la firme toma de su mano sobre mi mentón, me calienta. Es que la forma en que vira mi rostro como sacando la cuenta de cuánto puede aguantar ésta boca, me trastoca. Y quiero que me ahogue hasta que diga basta y que cuando suplique porque se detenga, no se detenga una mierda.

Así es hermana, bien golosa y a mucha honra...

Entonces, resguardo con mis ojos cada movimiento de su eximio cuerpo a medida del apronte. Y mientras sus largos dedos recorren las facciones de mi rostro, abro necesitado la boca para que ingrese uno de ellos. Dedicándome a empapar en abundantes fluidos todo erótico y sensual, sin perder el resguardo de sus ojos.

Mis manos recorren pausado sus grandes y ejercitados muslos, como grabando cada fibra muscular en la yema de mis dedos y rezando por tener la dicha, de cerrar finalmente los ojos y soñar luego con ellos.

—¡Dios nene! Eres malo para mi corazón —suelta prácticamente entre gruñidos y entonces lo apuro.

—Malo, es no tenerte en lo profundo de mi boca —digo a medida que me trago dos largos dedos hasta atorarme en el proceso para luego mirarlo con mis llorosos ocelos.

Y como un nene malo que busca su merecido, ahonda de nuevo en mi boca con sus largos dedos mientras me acaricia posesivo la zona del cuello.

¡Y maldita sea! Qué quiero ser usado de una y mil maneras por su avasallante impronta... Realmente debo estar mal de la cabeza, para sentir que este rudo trato es más caliente que un encendido brasero. Y lo confirmo cuando siento, literal, mi boca jadear desesperado por su gran y caliente polla.

—Te voy a follar y no me detendrás —suelta (dos tonos más bajos) su ronca voz y les juro que casi me orino de estar tan excitado —. A menos que sea demasiado. Y en ese caso, golpeas con firmeza mis piernas ¿entendido? —finaliza como un maldito semental de campo abierto.

¡Y quiero gritar! Gritar a los cuatro vientos que me siento pleno, pronto a ser rellenado como pavo festivo pero totalmente contento.

Entonces, toma con firmeza los cortos cabellos de mi nuca y acercándome un poco, a medida que él se agacha, une su sabrosa boca a la menesterosa mía.

Y degusto, disfruto del elixir que implica sentir el sabor de su cálida abertura a medida que me chupa sin un ápice de duda. Todo húmedos roces y juguetona lengua que no podría encontrar, otro resguardo mejor, que fundirse con la mía en una comunión absoluta.

—¡Mírate nene! Eres la tentación hecha persona —anuncio él con atorada voz de tanto calor. Y con una clara intención de someter las profundidades de mi boca.

Así que me dejo... Me dejo amasar a su antojo mientras me agacha y reparto húmedos besos por su fornido pecho. Para luego recorrer con mi lengua, el mapa que implica pasar por su sexi ombligo y así -finalmente- enfrentar mi gran designio.

Una bendita y monstruosa carnosidad, que está más recta que una regla de 20 cm (solo para comparar). Tan rosada y rozagante que me dan ganas de abrazarla para luego apapachar.

Y me pierdo... Me pierdo en su sabor, en cada certera estocada que me inunda, en la forma que adopta mi rostro para permitir finalmente el duro acceso de su toma, y en la entrega que percibo de mi cuerpo hacia la peculiar y dominante situación.

Enteramente a su merced y sin una puta queja de que algo no me guste una mierda. ¿Puede uno enamorarse del miembro viril de un semental afín? Creo que queda más que grabado a flor de piel, que lo amo con todo lo que soy y con todo lo que me dé.

Sus extremidades queman en donde agarra el molde de mí cabeza, haciéndome sentir ardoroso en mi columna vertebral por la continua ansiedad de que -finalmente- se venga.

Sintiéndome un puto experto del oral y no en prueba. Un condenado ser capaz de provocar a la bestia y que la misma responda acatando cada uno de mis tontos caprichos.

Pero antes de que pueda tragar a mi antojo, me aleja de su humedecido miembro mientras permanezco unido a él, mediante brillantes tiras de saliva. Y masajeando a toda velocidad me indica: —Abre la boquita...

Y perdido en el limbo de su menester que es mi placer, a medida que rellena mis labios y deslizo su tibio contenido por mi estremecido esófago, su mano se dedica a bañar cada poro de mi piel con la cálida gloria de su esencia.

Dejándome imposibilitado de que permanezca erguido y apoyado sobre mis adoloridas rodillas. De ese modo, caigo casi desmayado sobre el costado del lecho que fue testigo de mi agonizante acto, provocando que Jungkook reaccione rápido y acuda en mi ayuda.

Segundos de adormecimiento profundo me inundan el cuerpo por completo. Y cuando apenas reacciono, estoy a upa de un cariñoso y tierno ropero que me observa con los ojos melosos.

—¿Estás bien bebé? —cuestiona mientras acaricia con sumo amor mis cabellos —. Deberías haberme avisado que era demasiado —finaliza con cierto deje de regaño y no lo dejo.

Le tapo la boca de inmediato y le suelto: —Si no te frené es porque esto, me gusta... Ahora llévame al puto baño que me dejaste imposibilitado de las piernas.

Así que aferrado como un koala bebé, se incorpora cargándome cuál princesa mientras me dice que tengo por todos lados pegotes y que soy un cochino asqueroso.

—Pero bien que te gusta —le suelto tramposo.

—No me gusta, me encanta —anuncia a medida que me besa cariñoso y con toda la fuerza que requiere mantenerme acorralado entre sus firmes brazos.































👀Cómo qué éstos antojan loco😑😏🤣

Gracias por pasarte, comentar y votar🥰

Los amito mucho♥️

"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora