➡️Cap.85🔙

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ATENCIÓN: USO DE LENGUAJE VULGAR O SOEZ. NO LEER SI NO ES DE TU AGRADO. GRACIAS.

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"Hazme doler... Sí ¡Joder! Te necesito..."

Palabras que salieron como un desesperado pedido para que haga lo que quiera con la ofrenda de mi cuerpo.

Situación que no hace más que activar cada fibra de mi ser como un fiel servidor de su amo mientras muero desesperando por la espera. Es que ¡Dios mío! Percibir cómo se pone de caliente mi dermis solo porque él le regala caricias de incrementado poder, hace que quiera perecer antes de poder ser capaz de recibir placer o de morir en el intento de expiar los pensamientos impuros de mi trastocada mente.

Necesito de su dominante performance para mantener al margen los pensamientos que me quieren dictar que esto no es correcto, que no es normal esto que siento. Como si fuera una especie de plegaria que me proporciona una calma que ni siquiera sabía que necesitaba y aquí estoy, expectante por cada movimiento de su cuerpo y a la espera de la consecuencia de sus actos.

—Te sientes tan correcto ¡Dios! Bebé, lamento no poder quitar mis garras de tu piel como un maldito depredador —finaliza Jung Kook en un susurro de voz mientras apoya su frente sobre mi pecho y extiende los brazos a los costados, dejándolos caer alicaídos.

"¡No, no, no!" Dicta mi mente flotando en busca del placer como solo sabe darme él. No puedo dejar pasar tiempo y crea que esto no es correcto.

—Es correcto, lo quiero y lo necesitamos, mi amor...

Anuncio desesperado, oliendo sus cabellos como un desesperado perro a medida que a mis brazos los mantengo exponiendo la hipersensible piel de mi pecho al cosquilleo de su constante y cálida respiración.

Es ese momento, mi adonis personal eleva su mirar y me congelo en esos iris que parecen fuego, poder y convicción. Solo quiere que me tome, que me use como puta consumiendo todo lo que este dispuesto a dar.

Obediencia y entrega, es lo único que se me cruza en la cabeza para lograr la estabilidad que debería gobernar, continuamente, mi sistema.

Soy un hombre que se entrega a otro hombre por la clara necesidad de amarnos en cuerpo y alma como tanto nos gusta. ¿Qué importa si a los otros les parece erróneo? Mientras estemos en el mismo cuento y seamos ambos disfrutando de lo nuestro... ¡A la mierda todo el resto del condenado planeta!

Soy un complaciente por naturaleza que reacciona ante las órdenes de su dominante hombre... Y no hay nada que me ponga más caliente y duro que esto.

—Mantente quieto y cierra tus ojos...

Resuena en mi pabellón auditivo mientras privo la visión de mis ojos y espero su suave o firme tacto, desesperando en el intento de no acabarme en seco. De repente, noto como se eriza la piel de mi pecho a medida que su mano se desliza como pluma haciendo suaves cosquillas mientras eleva mis prendas y percibo su cálida respiración provocando estremecimiento sobre mi receptiva piel.

Un latido, un segundo decisivo en cuanto me trago un pronunciado gemido cuando muerde mis tetillas y lame rudo por encima. De inmediato, noto como baja mi calzoncillo a medida que expone mi caliente y húmedo miembro que rebota glorioso en cuanto sus labios se apoderan de mi necesitada boca.

Abundantes y copiosas tiras de saliva se me escapan sobre que profana las profundidades de mi boca sintiendo temblar mis condenadas rodillas y reventar mis aprisionadas bolas. Porque la toma nada suave de su mano sobre mis testículos mientras separa mis piernas y me inmoviliza por la presión de mi ropa interior sobre la rodilla. ¡Es la puta gloria!

Y si a eso le sumamos que ha retirado la posición de mis manos elevándola por encima de mi cabeza mientras me sostiene a una mano con suma fuerza, siento que me vengo solo con el roce de su ropa.

Su largos y grandes dedos, luego de soltar mis bolsas y dejarlas doliendo, recolectan el sobrante de saliva y se dirigen -velozmente- hacia mi necesitado agujero mientras provoca que separe un poco más las piernas pero no lo suficiente, por el límite de mi ropa.

Y mientras muerde mi labio inferior, estirándolo todo ensalivado, mete un mojado y largo dedo sacándome un sentido jadeo ante la primer quemazón.

—Si vieras como traga este culito... Ahora sí, abre tus ojos, necesito ver como te descompones de placer en cuanto mi pelvis choque con tus nalgas metiéndote la verga bien adentro.

Dicho esto, me da vuelta sin dejarme tiempo a nada mientras me aprisiona a la pared con ambas manos a los costados de mi cara y noto su lengua en el medio de mi raja... Habilidoso músculo sin hueso que se hunde en un glorioso y sucio beso negro mientras desespero lloriqueando por la necesidad de tener su duro y largo miembro bien adentro.

Sin piedad separa los cachetes de mi culo, escupiendo e intercalando lamidas con dos largos dedos que me elevan de puntillas cuando empujan bien adentro.

Y desespero, sintiendo la clara necesidad de sentirlo al fondo de mi culo, ya sea con sus largos dedos, húmeda lengua o caliente vena, para luego llenarme de leche como el goloso envase que requiere estar repleto para sentirse satisfecho.

Pero luego, me sorprendo exhalando un repentino jadeo seguido de un largo suspiro, cuando siento la primera cachetada sobre una de mis nalgas combinada con la profunda arremetida de sus dedos... Dedos que por momentos, se desplazan desde mi raja hasta mis testículos juntando el resto de saliva que retiran con el líquido que fluye de mi miembro y que chorrean luego por mi panza.




















Que cosas no?👀

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"Si Pudiera ser ella"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora