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Capítulo 04:
Lágrimas del recuerdo.

Si solo pudiéramos tener esta vida

Por un día más

Si solo pudiéramos regresar el tiempo

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El hormigueo que picaba en sus labios era un tanto irreal. Irse a casa luego de recibir su generoso pago de la noche, y huir como una cobarde de los brazos de John Suh, quizás no había sido su mejor estrategia. Al menos tenía el dinero suficiente para comprar comida decente, pero aún estaba insatisfecha; insatisfecha en otro sentido... Sí, su cuerpo cantaba por cuenta propia, Miranda se hallaba al borde de la locura de tan sólo haberse expuesto a un mínimo encuentro íntimo con el hombre que negaba aceptar en voz alta que le atraía como una polilla cegada por la luz.

Despertándose entre una sofocante nube de calor que la atrapaba hasta ahogarla, Miranda se despojó de sus sábanas que le estorbaban a pesar del frío clima que hacía afuera. Se sentó de mala gana en su espaciosa cama, y tocó sus mejillas encendidas en fuego. Ni en sus sueños el hombre la dejaba en paz, burlándose de ella con aquella sonrisa de dormitorio y unos ojos sagaces que le invitaban a quemarse junto a él en las profundidades de lo incorrecto.

Definitivamente le sacaba de quicio no poder controlar lo que sentía hacia el profesor Suh. Todo sería más fácil si su mente a mil por hora no se blanqueara al tenerle tan cerca, y pudiese actuar de manera inteligente como de costumbre hacía. Le era imposible no perder la cabeza cuando no estaba a su alcance el prevenir lo impredecible.

-Necesito un jodido baño. -Susurró para sí misma, frotándose el rostro con poca delicadeza y desdén hacia lo deplorable que era su estado.

Echando a la basura la idea de seguir intentar conciliar el sueño, Miranda se resignó en tomar un baño frío mientras esperaba pacientemente porque fuese una hora prudente para ir a sus clases. Quitando su pijama sedosa-que ahora parecía una segunda piel debido a su sudor-, llenó la bañera y se sumergió en ella en cuanto estuvo lista. Echó a un lado las largas cortinas automatizadas que daban una vista perfecta al alba de la mañana, perdiéndose en los colores del cielo de tintes lila que le traían calma entre su cabeza hecha un nudo incorregible. En su teléfono, la bandeja de entrada estaba llena con llamadas perdidas, alguno que otro mensaje que ojeó por encima del agua con espuma de la bañera, los cuales causaron que su presión arterial se alterase de pronto.

Taeyongie 12:03 a.m

¿No te cansas de tus berrinches? En definitiva, mamá podrá soportar tu inmadura actitud pero yo no soy el caso.

Rodó sus ojos con todas sus fuerzas. Su hermano mayor le dejaba mensajes como esos cada semana, sin falta, sólo para recriminarle su mal carácter que ya todo el mundo conocía. Ella no había abandonado su hogar como una fugitiva por gusto propio, pero al parecer, nadie lo entendía.

Taeyongie 12:04 a.m

Vuelve a casa, Lee Minyoung. No querrás que padre se enfade seriamente contigo, sabes lo que es capaz de hacerte.

Está jugando el juego largo, pero se te está acabando el tiempo y no podrás huir de tu situación para siempre.

Pff, tonterías.

Sus dedos le dieron un cosquilleo peligroso, queriendo contestarle a su hermano y decirle que simplemente estaba actuando como el perro faldero de su padre una vez más. Sin embargo, Miranda aseguraba que si daba señales de vida más allá de leer sus mensajes, encontrarían su paradero. Aunque, ella sabía bien que Lee Taeyong no era del todo tonto, podría ya conocer dónde se escondía y estar permitiéndole unos días de descanso antes que tuviera que volver arrepentida por haber desobedecido la voluntad de su familia.

𝐑𝐢𝐜𝐡 𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐂𝐫𝐲 [NCT REVERSE HAREM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora