Capítulo 33:
Lágrimas de lo correcto.Una princesa sin corona.
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Un puntapié impaciente resguardó la inseguridad que la envolvía desagradablemente al estar en aquél lugar tan temprano. Perdiendo sus ojos en sus relucientes botas Loboutins, Miranda se convenció que mientras más rápido hiciera presencia en la cena, más rápido podría marcharse. Y ahí estaba, sentada en el abandonado sofá del inmenso estar que daba una exquisita vista hacia el otro complejo de departamentos que se alzaban entre el conjunto cerrado.Un ama de llaves la condujo por el penthouse, excusando a los dueños de casa por su ausencia debido a su llegada de improvisto. A ella no le importó esperar, vagando sus ojos por la habitación carente de vida que, sin dudas, demostraba la superioridad estética de Oh Haerin ante la decoración de interiores. Todo era muy gris, muy plano, demasiado estéril, igual a un centro médico sin gracia.
Esa noche estaba sola. Para bien o para mal, Kim Jungwoo había logrado eximirse de la insoportable cita con su padre, al haber tenido horas extras en un proyecto especial por el que tenía meses invirtiendo su tiempo. Miranda no replicó, siquiera luchó contra él, sabía que el fingir que fuesen pareja era solo eso, un favor. Ella no podía obligarle a cumplir con la invitación que tenían, porque sabía que su trabajo era mucho más importante.
Y eso estaba bien para ella.
Perfectamente, considerando que las posibilidades que Kim Jungwoo fuese objeto de burlas para la cena de esta noche eran altísimas.
Rindiéndose al aburrimiento, recorrió los pasillos desérticos del amplio departamento, reparando en las repisas acristaladas con una colección enfermiza de fotografías de la infancia de Kang SooYoung. Cabello azabache como el de Jeno, sonrisa encantadora como la de Taeyong, el fruncido de nariz característico de Mark y de ella. Una molestia en su estómago se instaló dentro de sí al caer en cuenta que, por más que quisiera negarlo, la chica recogía todas las mejores cosas que los hermanos Lee habían heredado de su padre.
Se centró en una última imagen, dónde la chica menor posaba el día de su graduación del instituto. Ilsang, pudo leer en la insignia de su blazer beige. A su lado, su madre la abrazaba afectuosamente, mientras que a un lado, su padre tomaba un gran bouquet de flores para ella.
Parecían felices, como una familia completa y funcional. Si Miranda hacía memoria hacia todos los retratos y fotografías en la mansión, ninguno evocaba esa sensación de hogar que ellos hacía traspasar a través del portarretratos.Esa lucía como la verdadera familia de Lee Minyeon.
El chasquido mordaz de unos tacones atravesando el pasillo contiguo hizo que el corazón de Miranda saltase angustiado. Notando una sombra escabullirse a un umbral doble cercano a ella, escuchó cómo abrían una puerta violentamente y un sinfín de murmullos comenzaban a desarrollarse. No era muy difícil adivinarlo, sabía que una especie de discusión se estaba desenvolviendo a unos pocos pasos de ella.
Pensó que se encontraba sola en el departamento, o eso le había dicho el joven ama de llaves. Gran sorpresa se llevó cuando sus pies se deslizaron sigilosamente hacia la puerta entre abierta, y apegándose al tramo de la pared más lejano a esta, pudo reconocer la chillona y alterada voz de la chica que soltaba un reclamo.
—Nana está furioso —El pulso le tartamudeó al escucharla llamarlo por el dulzón apodo que ella solía usar con él—. ¿Has leído el comunicado, padre?, Jung Yoonoh simplemente perdió la cabeza. No puede ser tan insolente —No podía escuchar a Minyeon, pero se notaba la frustración contenida en la voz de la chica—. ¿Cómo se atreve a rechazar la generosa oferta de los Na para su alianza comercial?, ¡se habría beneficio totalmente con ese barrido de imagen caritativa! —Y en ese momento, gritó.
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𝐑𝐢𝐜𝐡 𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐂𝐫𝐲 [NCT REVERSE HAREM]
Hayran Kurgu« Oh, pobre niña rica... ¿O debería decir, pobre niña pobre? » El lugar de una mujer de alta sociedad estaba más que claro: tras las espaldas de un hombre. Miranda Lee no fue hecha para ir detrás de nadie, y le demostraría a cualquiera lo contrario...