𝐑𝐢𝐜𝐡 𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐂𝐫𝐲 [NCT REVERSE HAREM]

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Capítulo 11, Parte II:
Lágrimas temerosas.

Cuando eres joven, simplemente huyes

Pero vuelves a lo que necesitas.

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-Buenas noches, Señorita Lee. -Saludó cantarina la voz automatizada y robótica que parecía haberse vuelto su amiga en todo su tiempo de soledad.

-Maldita sea, calla a esa cosa -Mark no solía maldecir a menudo, pero lucía agotado de aquél sonido demostrándose molesto cuando cubrió exageradamente sus oídos con sus dos manos-. Ha estado sonando toda la tarde antes que Lee Jeno llegase. Dery y yo queríamos arrancarnos los tímpanos.

Miranda abrió y cerró su boca con estupefacción antes de hablar:-¿Qué demonios dijiste? -No le importaba que su hermano estuviese al filo de la muerte debido a la ebriedad. Ella lo mataría con sus propias manos si lo que sospechaba era cierto-, ¿has traído a Wong KunHang a beber en el departamento? -Ofendida lo acusó, consciente que Mark no respondería a su pregunta para darle la razón.

Jeno hizo una mueca de sorpresa, forzando una sonrisa que indicaba lo tenso que se sentía al estar en medio de sus dos hermanos mayores a punto de comenzar una discusión. Ella exigió que su gemelo le mirase, lista para gritarle por lo la ligera traición que sentía debido al simple hecho que su ex prometido haya puesto un pie dentro del penthouse. Mark sabía lo mucho que el tema la descomponía, ¿y aún así le permitió que compartieran un almuerzo mientras jugaban videojuegos por la tarde?

-Para ya de exagerar -Él nunca oscurecía la manera de hablar con ella, pero esta vez, Mark destilaba una gota de cansancio mientras evitaba a toda costa seguir con la discusión-. Y antes que saques la carta de la traición, no he hecho nada más que pasar el tiempo con uno de mis amigos en mi apartamento. -Jeno soltó un inconfundible "uh" indicando lo bajo que había sido el comentario del mayor. Su gemelo suspiró sonoro antes de continuar.

-Oh, ¿quieres sacar la basura de la traición frente a mí? -Harta de ser paciente, Miranda enfrentó a su hermano. A veces, ambos podían tener el mismo carácter de mierda. En este momento, competían cabeza a cabeza para ver quién se coronaba como el más idiota-. Vete al carajo, Minhyung. ¿No pudiste ser leal conmigo y no traer a KunHang al departamento para mantener tu promesa conmigo? -Insistió, rodando sus ojos al estar al borde de ser atacada de esa manera.

Las promesas entre los hermanos Lee eran una cosa seria y de temer. Todos por igual eran leales entre ellos, conscientes que la familia era primero y que sus vínculos siempre estarían unidos si procuraban el bienestar del otro. Miranda-más que los demás-era muy estricta con todo esto de seguir las reglas y no romper juramentos con sus hermanos. Aunque si hacía memoria, unas semanas había roto una de ellas sin pensarlo dos veces, pero eso no venía al caso.

Mark que parecía al filo de la molestia debido a ella, pasaba sus manos frustradas por su largo cabello, en un claro gesto de contención ante su colérico estado. Él estaba a la espera que se desatara un torbellino, con sus ojos como dos carbones oscurecidos que lo hacían parecer tan similar a su padre. Ambos compartían ese rasgo, muy característico de su familia paterna, con un linaje impecablemente cruel. Pero ella no le temía a las palabras de su hermano, le conocía, no era lo bastante frío como para arremeter contra ella.

-Sólo te pedí que hicieras una maldita cosa, Mark -Siguió, con Jeno intercambiando miradas nerviosas entre ellos, quienes batallaban el uno contra el otro con la isleta de la cocina separándoles-. Una maldita cosa. Era simple, mantén alejado de mis cosas a Wong KunHang, ¿y siquiera pudiste cumplir con tu promesa? -Ahí iba de nuevo, presionando todos los botones de sensibilidad de su gemelo. Mark lucía al borde de la paciencia, masajeando su sien con golpes nada delicados mientras tomaba bocanadas de aire profundas-. Déjame en paz, ¿si?