Capítulo 12:
Lágrimas intranquilas.
Esto no es lo mejor.Mi reputación nunca ha sido peor, entonces... Debes quererme por mí.
🎀🎀💧💧🎀🎀Dormir entre los cálidos brazos de alguien más, nunca le había obsequiado tanta tranquilidad. Esa noche, Miranda no le costó sumirse entre el cansancio que venía acumulando y que con el pasar de los días, le hundía profundamente. Protegida por el suave abrazo de Na Jaemin, cerró sus ojos sin temor que los terrores nocturnos la visitaran en sus pesadillas, robándole el sueño y perturbando su calma. Después de mucho tiempo, pudo conciliar unas buenas noches.
La placidez duró muy poco. El fuerte sonido de la puerta siendo tocada alteró su ensueño, quitándole rápido la calma y dándole paso a su agitado corazón para que hiciera de las suyas, asustado. Dos golpes más intervinieron en la habitación, llevándose consigo un bramido ahogado de Jaemin, quien se removía en queja a su lado sin aún abrir sus ojos. Miranda le miró por sobre su hombro, aterrorizada cuando el pomo de una de las puertas se comenzó a mover en aviso que abrirían el cerrojo que los encerraba con seguridad ahí dentro.
—Jaemin-ah. —Susurró bajo, apresada por su agarre ligero que la mantenía muy apegada a su pecho desnudo.
Desconocía el momento exacto en que el chico se había deshecho de su camiseta, puede que ahogado por el liviano calor que provenía de la chimenea, ella no lo sabía, pero su cabeza nublada por el miedo de ser atrapados no le permitió discernir con claridad aquél mínimo detalle. Removiendo al chico que aún soltaba pequeños quejidos contra su cuello, Miranda quiso salir del abrazo cuanto antes, previniendo que la puerta fuese al fin abierta y los encontrasen compartiendo la cama. Lo menos que se buscaba era que alguno de los padres de Jaemin supieran que había pasado la noche ahí. Sería catastrófico que se enteraran.
—Jaemin-ah —Esta vez no fue ella quien llamó. La voz dulzona detrás de la puerta la hizo inquietarse aún más, la conocía muy bien, se trataba de la señora Na—. Cariño, es hora de despertar. Llegarás tarde a tu clase de diplomacia interna —Hubo urgencia en aquello, la misma urgencia que la atravesó al ver lo perdido en sueños que se hallaba el chico detrás de ella—. Na Jaemin. —La última advertencia, y un par de pasos se oyeron arrastrarse mientras se alejaban de la habitación.
El corazón de Miranda no detuvo su paso enloquecido, pensando en
aquellos pasos sólo como una advertencia que sería cuestión de segundos para que la Sra. Na hiciese aparición en la habitación a las fuerzas. No dudaba que la mujer entraría en el lugar sin permiso, tan solo para hacer cumplir la tarea de despertar a su hijo. No estaba segura de con cuánto tiempo contaban, pero el minutero en su cabeza hacía tic toc al igual que una bomba de tiempo que avisaba el estallido de esta. Debía moverse.—Despierta —Miranda tenía expresiones extrañas cuando se veía atrapada en una situación exasperante, y en esta ocasión, no era diferente— ¡Dulce Jesús, Na Jaemin! Tienes que despertar. —Y como pudo, sacudió al chico que aún la tenía cautiva entre sus brazos.
Fue cuestión de un parpadeo y un movimiento lo suficientemente brusco, para que ambos acabaran torpemente rodando por la cama hasta dar a parar sobre el frío suelo de parqué brilloso. El golpe fue amortiguado, con el gruñido de Jaemin quien la sostuvo fuerte con su cuerpo para que no golpease contra la madera abruptamente. Aún entre sus brazos, Miranda le vio abrir sus ojos con gran molestia, y por un minuto, toda la angustia que estaba sintiendo desapareció. Pronto, esta la suplantó una sonrisa genuina cuando el chico comenzó a amagar un mohín infantil debido al golpe que se había llevado, y ella, realmente disfrutó verle tan despreocupado pese a que estaban a punto de ser atrapados en pijama mientras compartían la cama.
ESTÁS LEYENDO
𝐑𝐢𝐜𝐡 𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐂𝐫𝐲 [NCT REVERSE HAREM]
Fanfic« Oh, pobre niña rica... ¿O debería decir, pobre niña pobre? » El lugar de una mujer de alta sociedad estaba más que claro: tras las espaldas de un hombre. Miranda Lee no fue hecha para ir detrás de nadie, y le demostraría a cualquiera lo contrario...