𝐑𝐢𝐜𝐡 𝐆𝐢𝐫𝐥𝐬 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐂𝐫𝐲 [NCT REVERSE HAREM]

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Capítulo 13, Parte I:
Lágrimas de tranquilidad.

Oh, desearía que al abrir los ojos la pesadilla terminara.

Pero eres amarillista,

sigues echando leña al fuego, por las noticias en primera plana.

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La incomodidad era palpable. Ella, que solía fingir muy bien su nerviosismo, se encontraba al borde de evidenciarse debido al enrojecimiento en sus orejas temerosas; las cuales eran la clara prueba que estaba escondiendo algo. El intercambio de miradas entre John Suh y Lee Jeno era breve, como si el menor no Imaginase nada extraño entre ellos. En realidad, Miranda quería creer en la inocencia de su hermano, y este al final de cuentas asumiese que era solamente un intercambio tranquilo entre una estudiante y su profesor de universidad. Sin embargo, el miedo latente de que el pelinegro uniese las piezas sueltas y pudiese recordar que ese era el hombre con quien la encontró en el departamento de Mark le hacía volar el corazón.

—¿Sabías que el Sr. Suh es uno de mis profesores del último semestre? —Ella dio una risita corta, bastante inquieta e inestable para su gusto.

Apelaba por la ceguera natural de su hermano, tentando a la buena suerte y rogando que el no haber tenido sus gafas recetadas en conjunto con la oscuridad del departamento jugaron a su favor, y el chico no consiguió definir de quién se trataba su acompañante. Simplemente estaba esperando lo mejor.

La habilidad que tenía para desviar tensiones era innata, y ahora rezaba porque Jeno hubiese estado lo suficientemente dormido para no haber escuchado ni un poco de su conversación previa o siquiera recordado lo de un par de noches atrás. Su hermano que observa fijamente al hombre alto, perdió sus ojos oscuros en una sonrisa agradable que la hizo contener la respiración por varios segundos, mientras les veía intercambiar un apretón amistoso que John supo manejar más que bien al lucir totalmente calmado.

—Padre no mencionó nada cuando estuvo en casa. —Hablando de la catastrófica cena sorpresa, John aclaró su garganta para tomar las riendas de la conversación.

Ella podía leer el nerviosismo en el hombre, pese a que este lo escondiese como un profesional. Quizás, Miranda ya podía considerarse una buena conocedora del lenguaje corporal de John Suh. Los hombros rígidos, la sonrisa a medio dar, el ligero tic a un lado de su ojo, todo indicaba que ocultaba algo.

—Intento separar mi vida profesional cuando se trata de algo más... Personal —Fijándose en ella al decir lo último con un tono más oscuro, volvió a Jeno para devolverle la sonrisa impecable—. Cené esa noche en su casa como hijo del grupo corporativo de mi padre, no como John Suh, profesor de la Escuela de economía y sociales. —Una excusa demasiado segura y convincente, acompañada de la amabilidad innegable que componía al hombre.

Lee Jeno asintió ante eso, y sonriéndole a ambos, dio un suspiro breve que indicaba que su poca batería social ya se había acabado. Miranda se hizo cargo de ahí en adelante, agudizando sus ojos hacia John para que mantuviese la compostura por el tiempo que el chico estuviese cerca de ellos.

—Señorita Lee, ¿tiene un minuto? —Él continuó.

Jeno le dio una mirada, que indicaba que podría tomarse todo el tiempo del mundo al tragarse completamente el cuento que eran sólo entudiante y profesor intercambiando algunas palabras. Ella se excusó del lado de su hermano, levantándose del banco que compartían para dirigirse unos metros más allá junto al alto hombre que contuvo sus palabras hasta que estuvieron lo suficientemente lejos del menor.