CAPITULO IX

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Olimpo o Infierno ²
Keith Kozlov.

" Desde que naciste me perteneces Adara Santoro, grábate eso eres mía de nadie más. Solo mía."
- Erick K.

Adara.

Se siente tan bien que me acerco más hacia el para contonearme contra su erección. Eso lo hace soltar un gruñido de exitación.

- Bonita date la vuelta - ordena cuando a dejado de besarme.

— Bonita ábrete para mí.

Su voz ya la he escuchado antes soltandome palabras crudas en mis sueños...

Cómo es posible que sueñe con alguien que no había visto nunca hasta hoy.

Me quedó estática observando el azul y el gris de sus ojos puedo jurar ver un brillo conocido en ellos. «Me gustan sus ojos.»

Es como si solo brillarán para mí.

Desde ayer estoy sintiendo que vivo en un deja vu. Sus labios están hinchados y rojos debido a la intensidad del beso de hace un momento. Eso lo hace lucir aún más candente.

No sé que me sucede pero obedezco a su petición cuando me volteó soy llevada hasta la capota del auto. Nunca pensé que mi primera vez sería en un coche.

En la posición que estoy la única forma que tengo para verlo, es mirando a través de el vidrio del auto.

Me mirá deseoso sus ojos están negros.

«Me gustan sus ojos azules, pero sus ojos negros son una fantasía.»

Su mirada es de lujuria pura.

Muerde mi espalda suavemente, mientras su mano viaja hasta el botón de mi pantalón para desabrocharlo.

Me baja lentamente el pantalón juntó con las bragas, cuando a terminado de llevar mi pantalón hasta la mitad de mis muslos, sube sus manos por mis muslos apretando los de una forma suave dando una nalgada sonora en mi culo que me hace dar un salto de la impresión acompañado de un gemido.

«Estoy ardiente, fácilmente podría compararme con el infierno.»

Su mano viaja a mi monte de venus para deslizarse hacia mi coño, abre mis labios vaginales despacio mientras mete un dedo seguido de otro cuando por fin a metido tres de sus dedos empieza a estimular mi vagina, adentro afuera de forma circular, logrando poner me más caliente de lo que estoy. Empiezo a moverme yo misma sobre sus dedos queriendo que se unda más.

«Lo quiero dentro de mí ya.»

En estos momentos me desconozco.

- Estás tan lista bonita lastima que el coño no sea mío - continúa- y no le he pedido permiso a él - dice con una voz ronca y sexy que hace que me siga mojando sobre sus dedos.

De quién demonios está hablando.

Estoy demasiado exitada, podría entrar en mí, justamente en estos momentos y me correría sin problema.

- A que te...

No me deja hablar callando me con varias nalgada sonoras.

Amor Inestable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora