Amor Inestable.

capitulo XVII

Están de vuelta.

"No se elige al hijo favorito se elige al que es capaz de poner de rodillas a todas las familias de la Rosa Nera y a tres de sus esclavos más letales"
- Damián Santoro.

Erick.

Sicilia mansión Kozlov.

Me pasó las manos por el cabello una y otra vez «estoy demasiado ansioso» antes de tomar asiento en el escritorio me acercó a la ventana.

Hoy no pinta para ser un bonito día.

El cielo está nublado dando a entender que pronto habrá una tormenta mientras que un montón de Milano negros vuelan sobre la mansión.

Desde hace dos días empezaron a invadir la mansión Kozlov. No quiero adelantarme a los hecho, pero que las aves de mis hermanos esten invadiendo nuestra casa es una clara señal de que están cercas.

Prefiero dejar de pensar en eso, ellos no pueden estar en Italia Keith y Aarón están en Croacia, mientras que Ethan aún está cuidado a Adara desde las sombras.

- Buenos días Eri - me saluda Amber con una radiante sonrisa.

Estoy tan metido en mis pensamientos que no me dí cuenta que entró.

- ¿Que necesitas? - preguntó impaciente.

Me gusta que este cerca, pero no tan cerca.

- Al menos podrías ser un poco más amable con tú hermana - dice aburrida.

- Sí no viniste por nada interesante lárgate.

Rueda los ojos, soltando un gran suspiro.

- Vine para que me acompañes a la reunión del martes - dice empeorando mi humor.

- No tengo porque ir, esa es tú responsabilidad.

- Sólo te estoy pidiendo que me acompañes no que hagas mi trabajo.

- No me apetece salir - digo finalizando la conversación.

Tengo otras razones y todas ellas tienen qué ver con mi hermosa Adara.

- Idiota - dice molesta
Sale dando un portasó.

Me importa muy poco si está o no molesta no voy a ir a escuchar a un montón de idiotas. Siempre es lo mismo los Santoro no son aptos mi familia es más apta para liderar y demás mierda, sí algo debo reconocer es que la mafia Rosa Nera está en buenas manos con los Santoro.

- Tenemos que hablar - dice alguien a mi espalda.

- Es que nadie puede tocar antes de entrar - digo dando la vuelta para encarar a la persona.

Me sorprendo es nada más y nada menos que Dyland Santoro.

Tubo la posibilidad de darle un tiro en la cabeza y no la aprovecho. Mientras mis sospechas empiezan a avivarse. Ellos están de vuelta que Dyland este tomando asiento en la silla que está frente a mi escritorio es una clara confirmación.

- Erick - saluda con asco.

Un rayo cae. Haciendo que ambos nos pongamos en alerta.

Sólo es un maldito rayo y yo ya estoy paranoico.

Ojalá hubiera sido una bomba.

Qué mierda.

Nada nada, lo siento me equivoqué de conciencia.

Eh...

- Incestuoso - le respondo de la misma forma.

Yo no le agrado, él no me agrada no veo porque tener qué estar fingiendo felicidad.