Capitulo XI

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Infierno de fantasía.

"Mientras tú intentas cambiarla, nosotros la aceptamos en todas sus facetas; tierna, caprichosa, mala, letal, psicópata, por eso es nuestra y no tuya."
- Keith Kozlov.

Adara.

Abajo en el comedor justo como dijo Keith el desayuno está listo en la mesa hay tostadas, huevos revueltos, pankeis, frutas y jugo de naranja.

Mi estómago ruge ante tales delicias.

«Amo la comida.»

Ojos grises está detrás de nosotros con mala cara.
«Acaso no sabe sonreí.»

Dudo que alguna vez quite esa cara de amargura.

— Aarón sonríe un poco vas a ser padre - molesto a un chico que está sentado en un escritorio mirando su computador. Su rostro por más que trató no puedo reconocerlo.

— Lárgate de mi oficina - ordena.

— Nop - digo barriendo con todo lo que hay en el escritorio.

— ¡Te volviste loca!

— Scoppiamo sulla scrivania, signor Kozlov.

Da la vuelta tomándome del culo sentandome sobre la madera.

— Mi eccita quando mi parla in italiano, signora Kozlov - susurra en mi oído.

Parpadeó varias veces volviendo a la realidad.

¿Aarón? ¿Kozlov? ¿Folle con alguien en un escritorio? Madre mía no soy virgen. Es obvio que no.

Me folle a el demonio amargado o solo fue un sueño.

— Hace cuánto llegaste - le reclamó a Ethan quién está sentado en la mesa. Necesito distraerme si miró a Aarón terminaré entrando en crisis.

Además no es justo que me haga madrugar para luego irse como si nada. Mi sueño es importante y a ninguno de estos tres parece importarle.

Tus responsabilidades también.

Ignoró a mi conciencia centrándome en Ethan.

— Hace tres minutos - dice comiéndose una fresa.

Ese simple acción hace que moje las bragas en nano segundos.

Me muerdo los labios conteniendo las ganas de besarlos. Quiero probar eso labios de nuevo.

«Estoy siendo demasiado hormonal.»

Siento que no es la primera vez que me siento así lo único que hago es pensar en sexo; más específica en sexo con los tres demonios. Además tengo demasiados recuerdos o sueños húmedos con ellos.

— No podías avisarme que habías regresado, necesito tú ayuda con algo - le digo sinceramente.

En verdad necesito su ayuda con el dinero de las familias, la economía no es algo mío eso es algo de Damián.
«Soy terrible con los números.»

— Cuando llegue tú estabas ocupada en la boca de Keith - dice tranquilo.

Se me calientan las mejillas.

Apartó la cara.

«Grabe error.»

Apartó en dirección hacia Keith que me mirá divertido antes de hablar.

— En vez de llamarte bonita debería llamarte tomatito - dice con burla.

Mi cabeza empieza a doler al escuchar el apodo.

Amor Inestable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora