Capitulo VI

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Promesa "falsa".

" Salvar a los buenos y matar a los malos; en este mundo eso no existe solo existe el son ellos o eres tú."
- Dafne Santoro.

Adara.

— Dame éso - le ordenó a la maldita ardilla que se está burlando de mí.

No sé cómo carajo caí en el bosque, pero me he encontrado con la ardilla más odiosa del mundo.

La maldita me está observando con burla mientras se lleva mi último pedazo de chocolate a la boca.

— Ni s...

— Levántate - ordena la descarada.

— Vete al diablo y devuélveme mi chocolate.

— Que te levantes - dice molesta con las manos en la cintura en forma de jarra.

Pero que ardilla tan irritante.

— No molestes -  digo lanzando una rama en su dirección.

Mientras me alejo con toda la dignidad que me queda.

Si ella me gano, pero no se lo haré saber.

— No, levántate ya - vuelve a ordenar atraveseandose en mi camino.

— ¡Largo! -  gritó arta.

Madre mía que ardilla tan molesta.

— Te lo advertí - vuelve a ordenar subiendose sobre mis hombros.

No puedo creer que hasta una ardilla me de órdenes.

Siento unas manos en mis tobillos.

«O no.»

— Bájame que haces - le gritó al impaciente que me lleva hasta el baño.

No puedo creer que no sea un sueño.

Cómo no me di cuenta que esa ardilla tan molesta era el amargado impaciente con el que comparto casa.

— Oye...
Trato de decir, pero es demasiado tarde el agua fría me empapa.

— Maldito imbécil.

— Muevete o te baño yo mismo.

Lo miró con diversión mientras levanto las manos haciendo me la inocente.

« Algo bueno tengo que sacar de esta situación.»

°°°

Está empezando a gustarme esto de que el mismo me bañé o me vista, cuando me baño el tonto se tomó su tiempo y yo ni siquiera puedo quejarme por qué me gustó.

Hoy eligió una camisa negra manga larga, un jean negro pegado, y una chaqueta de cuero, mientras que en los pies me puso unas medias con estampados de conejitos, y unas convers negras. «Tiene buenos gustos.»

Yo no hubiera podido combinar también mi ropa como el lo ha hecho estos dos días. Siempre elijo lo primero que se me atraviesa, una vez conviene un suéter de pijama de unicornios con unas botas largas negras y unos pantalones roto cortos con estampado de delfines.

El está guardando las armas en el maletero mientras que me lo estoy comiendo con la mirada. Es demasiado sexy como paga no observarlo y disfrutarlo en el proceso.

Amor Inestable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora