Amor Inestable.

Capitulo 47

Celos.

"Escoria que mata a otra escoria, tiene un año de vida otorgado por Hades.
- Mafia Rosa Nera.

Keith Kozlov.

Adara sale furiosa de la mansión mansión de Daniel sin esperar a nadie.

Le enfurece verse vulnerable ante otros y más ante sus hermanos.

— ¿Papi mami está enojada por qué disparé? - pregunta mi hija agachando la cabeza.

No me sorprende su pregunta su madre no ha mirado a nadie, ni hablado con nadie desde que empezó a golpear a Daniel.

Ha Daniel le gusta enfurecer a Adara hasta el grado de los golpes.

— No - respondo dándole un beso en la frente en realidad su madre no está enojada con ella.

Se aferra a el cuello de Ethan nerviosa.

El trascurso en el auto es silencioso nadie dice absolutamente.

Ethan y Thea bajan, pero ella no así que me quedó en silencio haciéndole compañía.

Me preocupa la fuerza con la que está apretando sus puños.

— Adara - la llamó para que dejé de hacerce daño.

Supiera cerrando los ojos con fuerza.

— ¿Tuviste sexo con otras mujeres?- pregunta de repente dejándome en blanco.

Pero que...

Creí que estaba enojada por lo que sucedió en la mansión de su hermano.

— ¿Qué? - preguntó confuso.

Sus ojos verdes me fulminan con la mirada, dejándome confundido.

— ¿De qué hablas Adara?

—¿Cuántas fueron?

En verdad creé que soy capaz de serle infiel.

Acaso Aarón la golpeó en la cabeza accidentalmente en su castigo.

— No estoy entendiendo tú pregunta - me pasó las manos por el cabello confundido - ¿Te hizo daño hablar con tu hermano o que?

— ¡Sólo responde maldita sea!

— No sé, ¿Que quieres que te responda? ¿De que mujeres hablas?

— ¿Cuántas te follaste mientras yo no recordaba nada? - pregunta furiosa apretando el arma que tiene en la cintura.

Definitivamente mi esposa se volvió loca.

Saca el arma dejándola sobre su pies.

Tragó grueso.

— Adara si tú pregunta es si te engañe la respuesta es no - respondo de inmediato.

La conozco y se que es capaz de darme un tiró en la cabeza sin pensarlo.

Adara celosa es demasiado peligrosa y más cuando su lado posesivo sale a la luz.

— ¡Mentiroso! - grita apretando el arma.

— ¡No estoy mintiendo! - gritó nervioso.

Mala idea. Odia que le griten.

Se voltea hacia mi clavándome las uñas en el antebrazo derecho.

— Es imposible que no hayas estado con ninguna mujer durante tres años - susurra enterrando más las uñas.

«Mierda» mi subconsciente grita loca, mientras que mi lado razonable grita: «que la llevé a la parte trasera del auto y me la folle.»