Capítulo 2: Hogwarts

1.9K 237 9
                                    

El tren aminoró la marcha, hasta que finalmente se detuvo. Hermione se aferró a la mano de Neville mientras veían a los demás salir.

—Aún no, Neville. —ella dijo. —El tren no se irá si aún quedan alumnos dentro. —aseguró.

Por alguna razón, ella había comenzado a cuidarlo como una mamá gallina cuida de su pequeño y débil polluelo. 

Neville la miró con duda. —¿Estás segura? —preguntó tímidamente.

Hermione asintió. Por supuesto que ella estaba segura, después de todo, una vez ella, Harry y Ron se habían quedado dormidos en el tren, y despertaron cuando ya no había nadie en este. El tren seguía allí y no se había ido sino hasta que ellos bajaron apurados.

Una vez que todos habían bajado, Hermione bajó junto a Neville. El frío de la noche la hizo estremecerse ligeramente, mientras buscaba con la mirada a Harry y a Ron entre los demás alumnos de primer año.

Le fue difícil encontrarlos en medio de tantos alumnos, pero lo hizo y posterior a eso, fue hasta ellos, arrastrando a Neville consigo sin darse cuenta. Él chico de rubia cabellera, por su parte, no sabía que hacer aparte de quedarse junto a ella con las mejillas rojas mientras era arrastrado por la bonita niña de cabellos castaños rizados.

Pensó que hacer amigos sería más difícil para alguien como él, pero tal parece que no lo era. O al menos, no tanto considerando que esa niña, Hermione, estaba siendo tan buena con él. Neville internamente, solo esperaba que aquello no se acabara pronto.

—¡Primer año! ¡Los de primer año por aquí! ¿Todo bien por ahí, Harry?

La gran cara peluda de Hagrid rebosaba alegría sobre el mar de cabezas. Y Hermione sintió el impulso de correr hacía él y abrazarlo, sin embargo, lo retuvo. Probablemente se vería extraño que una niña de once años corriese a abrazar a un desconocido como lo era Hagrid para ella ahora.

—Venid, seguidme... ¿Hay más de primer año? Mirad bien dónde pisáis. ¡Los de primer año, seguidme! —Hagrid dijo, comenzando a moverse.

Resbalando y a tientas, siguieron a Hagrid por lo que parecía un estrecho sendero. Hermione sintió a Neville aferrarse a su mano con fuerza, soltando un lloriqueo de vez en cuando.

Nadie hablaba mucho. Neville, el chico que había perdido su sapo, lloriqueaba de vez en cuando. Los ojos marrones de Hermione pasaron a mirarlo confundidos, en tanto su ceño se fruncía.

—¿Qué pasa? —preguntó en un susurró.

—Perdí a Trevor de nuevo. —respondió Neville, mirándola con ojos llorosos.

Hermione sintió como un ataque de ternura invadía su corazón mientras miraba lo adorable que Neville se veía.

—Probablemente lo encontraras de nuevo. —ella aseguró.

Internamente, hizo memoria y trató de recordar como había encontrado Neville su sapo durante su primer año, pero no pudo hacerlo.

"Por supuesto que no puedo", se dijo así mismo. "Mentalmente tengo diecisiete años, es normal que no recuerde cosas que ocurrieron hace seis años."

—En un segundo, tendréis la primera visión de Hogwarts —exclamó Hagrid por encima del hombro, haciendo a Hermione salir de sus pensamientos—, justo al doblar esta curva.

Se produjo un fuerte ¡ooooooh!, y Hermione sonrió recordando la emoción que sintió la primera vez también.

El sendero estrecho se abría súbitamente al borde de un gran lago negro, donde Hermione sabía, habitaban el calamar gigante, y una colonia de selkies y grindylows. Además de eso, en la punta de una alta montaña, al otro lado, se encontraba Hogwarts, con sus ventanas brillando bajo el cielo estrellado, el impresionante castillo con muchas torres y torrecillas parecía mostrarse digno y orgulloso ante los nuevos huéspedes.

La esmeralda de la bruja |Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora