Capitulo 12: Russell Orión Shafiq.

1.7K 212 12
                                    

Cuando empezó el mes de noviembre, el tiempo se volvió muy frío. Hermione daba prueba de ella mientras envolvía su cuello en una bufanda cálida que él señor R le envió.

Las montañas cercanas al colegio adquirieron un tono gris de hielo y el lago parecía de acero congelado. Fred y George incluso habían tratado de convencerla de patinar allí.

Ella no lo hizo. En su lugar, y para molestia de los gemelos y Lee Jordan, ella solo los observó jugar un rato antes de aburrirse e ir con Harry y Ron. Que por cierto, estaban demasiado nerviosos por el primer partido de Harry.

Era Gryffindor contra Slytherin.

Si Gryffindor ganaba, pasarían a ser segundos en el campeonato de las casas. Casi nadie había visto jugar a Harry, porque Wood había decidido que sería su arma secreta.

Harry también debía mantenerlo en secreto. Pero la noticia de que iba a
jugar como buscador se había filtrado (Hermione supo algo de un chico de tercer año hablando pero decidió no decir más), y Harry no sabía qué era peor: que le dijeran que lo haría muy bien o que sería un desastre.

Era realmente una suerte que Harry tuviera a Hermione como amiga. No sabía cómo habría terminado todos sus deberes sin la ayuda de ella, con todo el
entrenamiento de quidditch que Wood le exigía. Por supuesto, nada era gratis y Hermione le había obligado a oírla estudiar, incluso respondiendo preguntas en sus ratos libres.

Hermione no estaba haciéndole la tarea gratis, ni permitiendo que no aprendiera.

La niña también le había prestado
Quidditch a través de los tiempos, que resultó ser un libro muy interesante para Harry.

El día anterior al primer partido de Harry los tres estaban fuera, en el patio helado, durante un recreo, y la muchacha había hecho aparecer un brillante fuego azul, que podían llevar con ellos, en un frasco de mermelada que los gemelos Weasley le consiguieron.

Estaban de espaldas al fuego para calentarse cuando Snape cruzó el patio. De inmediato, Harry se dio cuenta
de que Snape cojeaba.

Los tres chicos se apiñaron para tapar el fuego, ya que no estaban seguros de que aquello estuviera permitido. Por desgracia, algo en sus rostros culpables hizo detener a Snape (Aunque Hermione sabía que él hombre ae hubiera detenido de todas formas).

Se dio la vuelta, arrastrando la pierna. No había visto el fuego, pero parecía buscar una razón para regañarlos.

-¿Qué tienes ahí, Potter?

Era el libro sobre quidditch. Harry se lo enseñó.

-Los libros de la biblioteca no pueden sacarse fuera del colegio -dijo Snape-. Dámelo. Cinco puntos menos para Gryffindor.

Los ojos del hombre se detuvieron en la unica niña del grupo por unos segundos, antes de comenzar a alejarse.

-Seguro que se ha inventado esa regla -murmuró Harry con furia, mientras
Snape se alejaba cojeando-. Me pregunto qué le pasa en la pierna.

-No sé, pero espero que le duela mucho. -dijo Ron con amargura.

Hermione omitió decir algo y anotó mentalmente enviar una carta al señor R.

En la sala común de Gryffindor había mucho ruido aquella noche.

Harry, Ron y Hermione estaban sentados juntos, cerca de la ventana. Hermione estaba repasando los deberes de Harry y Ron sobre Encantamientos. Estaba aburrida, había hecho los suyos y quería evitar pensar en lo que haría durante el partido.

La esmeralda de la bruja |Hermione GrangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora