Ángelo y Dylan decidieron volver a pasar la hora del almuerzo en el jardín, por lo que Alec y yo quedamos solos en la cafetería.
-Entonces... ¿hoy puedes ir a mi casa después de la florería? Mamá insiste en que te quedes a cenar al menos un día. -Me dijo él haciéndome sonreír un poco.
-Sí, ya avisé en casa que no estaré hoy para la cena, les dije que iba con Dylan.
-Bien. Mamá está emocionada. -Me dijo Alec. Le sonreí y asentí un poco. -Y me la debes, ayer no te vi en toda la tarde ¿Qué era lo que tenías que hacer? -Preguntó él haciéndome sonreír al recordar mi tarde con Axel. Habíamos ido a un bufet, y luego al cine, y luego sólo habíamos caminado, corrido, y bromeado por todo el centro comercial hasta que dieron las diez de la noche y regresamos a casa. Y ambos nos habíamos quedado en el auto aun estacionado en la cochera escuchando música y bromeando hasta que dio medianoche y tuve que subir a dormir porque hoy tenía clases.
-Ah fue genial, gracias por dejarme tener un día. -Le dije yo pensando que sólo así podría funcionar mi relación con Alec. No podía dedicarle todos los días, necesitaba tardes enteras para estar con Axel, y necesitaría otras tardes para pasarlas con Dylan. Ayer nos habíamos divertido mucho cuando llegó a mi casa y pasamos una hora encerradas en mi habitación. Ella me enseñó cómo se usaban los condones, pero la mayor parte del tiempo la pasamos más bien hablando y bromeando de otras cosas.
-¿dejarte tener un día? -Preguntó Alec curioso. Lo miré. -Así como ¿un día libre? ¿libre de mí? -Preguntó. Lo miré con una desaprobatoria sonrisa.
-No, sólo...un día. -Le dije yo.
-No sabía que necesitabas "un día" ¿te he estado sofocando? -Preguntó amablemente. Le negué un poco.
-Todo perfecto. -Le dije bajo. Se vio dudoso.
-Sí hemos pasado mucho tiempo juntos. Yo...me agradas, me mantienes concentrado en la escuela, y a mamá contenta, pero...sí te parece demasiado, si necesitas tiempo libre...
-Alec. Sólo quizás un día a la semana, o dos. Tengo una vida a parte de ti ¿eh?
-¿enserio? -Preguntó con una bromista sonrisa. Reí un poco.
-O al menos eso intento. Deberías intentarlo tú también. -Le dije yo.
-Yo sí tengo una vida a parte de ti. -Advirtió haciéndome reír un poco.
-Entonces no debemos tener problema separándonos algunos días. -Supuse yo.
-Ah pero esos dos son los que no parecen tener una vida por separado ¿Dylan es así de feliz cuando está sola? -Me preguntó Alec haciéndome sonreír acercándome a la ventana viendo a Ángelo y Dylan sentados uno frente al otro en una banca de piedra riendo entre ellos.
-Mm...no como con él, parece que pasa el mejor tiempo de su vida. -Susurré.
-Igual Ángelo...siempre es genial y divertido, pero con ella...parece un exceso de felicidad. -Dijo Alec mirándolos atentamente. Y yo hice una mueca al comprobar que era verdad. Dylan y Ángelo eran diferentes a todas las parejas de Hawtz. Incluso diferentes a Alec y a mí. No lograba entender qué era lo que los hacía tan felices y los llenaba de tanta energía cuando estaban juntos.
Yo también era feliz con Alec, pero no irradiaba esa luz y alegría al estar con él ¿o sí?
Lo miré. Alec parecía muy serio hoy sólo mirando abajo. Regresé mi atención a nuestros amigos notando a Dylan ponerse de pie rápidamente porque hoy otra vez era un día nublado y al parecer había empezado a llover atrapándolos afuera. Ángelo se apuró a sostener las manos de Dylan regresándola a sentar frente a él. Ella se quejó, pero entonces ambos vieron al cielo empezando a ser mojados por la lluvia como un par de idiotas sonrientes.
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Mi Vida de Cristal (#4 Saga Cristal FINAL)
Chick-LitEmi empieza su último semestre en Hawtz, ella y Alec deben decidir a qué universidad atenderán, mientras a Axel lo acechará su pasado. La tragedia unirá las piezas de un corazón roto, pero a cambio se ha de romper otro. Esta es la parte final de la...