Mi Vida de Cristal (#4 Saga Cristal FINAL)

Capítulo 30. Ausente.

Axel estuvo yendo a sus terapias tres veces por semana las pasadas dos semanas. Parecía ir mejorando, pero aun así, ya había dado de baja el semestre en la universidad porque Samuel no lo dejaría regresar solo a Seattle. Nos habían dicho que Axel aun corría el peligro de perder la conciencia en cualquier momento por lo que seguía en la casa, en cama, y últimamente parecía bastante aburrido. Al menos lo dejaban bajar al gimnasio una vez al día, él decía que era el único momento en el que se sentía "normal".

Yo no podía evitar alegrarme por tenerlo en casa. Aunque fuera por un terrible motivo, al menos él estaba aquí y yo podía verlo siempre antes y después de la escuela, y buscarlo todas las tardes. O por la noche, como hice al asomarme después de la cena.

Me paré en su entrada, pero él no me miró, parecía muy concentrado sentado en su cama haciendo algo en su computadora. Esperé paciente unos segundos, pero no volteó.

-¿Axel...?

-¿Emi? -Imitó mi tono inseguro haciéndome sonreír un poco. Él también sonrió y por fin quitó los ojos de la computadora para verme.

-¿Qué pasa? -Me preguntó aun con su pequeña sonrisa.

-Uhm ¿estás ocupado?

-No he tenido nada que hacer las pasadas tres semanas, Emi. -Me recordó él.

-Bueno...-Murmuré entrando a la habitación. -Estoy leyendo una novela, y entre más me acerco al final más sospecho que va a ser terrible. -Le dije yo.

-¿no terminarán juntos? -Preguntó haciéndome mirarlo impresionada de que supiera.

-¿recuerdas eso? -Pregunté haciéndolo resoplar.

-Recuerdo todo, Emi. -Me dijo ya cansado del tema.

-Eso parece. -Murmuré subiendo a su cama.

-Recuerdo esa vez, ¿Cuántos años tenías? ¿quince? -Preguntó él. Asentí un poco. -Sí, tenías quince, estabas leyendo tu primera novela romántica en la que los protagonistas no se iban a quedar juntos, así que tuviste que leer el ultimo capitulo justo ahí. -Me recordó él señalando la almohada a su lado.

-Sí, es verdad...-Susurré sentándome a su lado para recargarme de su almohada. -¿puedo seguir leyendo aquí? -Pregunté.

-Mm ¿segura que quieres leerlo? Lloraste mucho la última vez. -Me recordó él. Y a mí me aliviaba que pudiera recordar cosas a detalle por lo que di un satisfecho respiro.

-Por eso estoy aquí, para que me consueles, Axel. -Le expliqué en voz baja. Él sonrió y resopló regresando la atención a la computadora. Me acerqué a él para recargarme de su hombro. Abrí mi novela, pero apenas leí media página cuando no pude evitar elevar la vista para ver lo que él hacía en su laptop.  No hacía nada fuera de lo normal, responder mensajes de sus amigos, revisar las cuentas de Instagram de otros amigos, se puso a leer una noticia deportiva.

Bajé la atención a mi libro otra vez.

-¿Cómo va la escuela? -De pronto lo oí preguntar. Cerré mi libro de inmediato. Lo miré.

-Lucy Valverde me puso el pie en la clase de deportes del jueves, caí hasta el suelo enfrente de todos. -Resumí mi día en esa simple acción.

-¿Lucy? -Axel no parecía recordarla. Di un suspiro.

-No importa, una alumna, eh...sólo está celosa porque...

-¿Por qué? -Me preguntó él. Yo casi confesaba que Lucy celaba mi cercanía a Alec.

-Porque soy más lista que ella...-Inventé en voz baja. Él asintió.

-Debe ser muy estúpida ¿Al menos la castigaron por lo que hizo? -Preguntó Axel. Negué un poco.