Capítulo 43. Una vida perfecta.

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Alec: Ya estoy aquí

Sonreí al leer el mensaje en mi celular. Elevé la vista al espejo una vez más. Sonreí satisfecha. Hoy me había despertado cuarenta minutos antes para tener tiempo extra para alaciar mi cabello, y ser más cuidadosa con mi maquillaje. Había desayunado poco porque sentía el estómago algo curioso por la emoción.

Me di una última roseada de perfume y levanté mi mochila del suelo. Me paré frente al espejo asegurándome de acomodar bien la mochila y mi cabello. Entonces salí con prisa. no me quise despedir de la familia para no llamar la atención.

Aun me parecía raro ver el lujoso auto de Alec. No lo asociaba con ese Audi, pero sonreí al notar que fue bajando el techo de su convertible, pude reconocerlo ahí sentado. Le sonreí corriendo hacia el auto. Él salió para abrirme la puerta de copiloto. Ya había olvidado esos gestos caballerosos que me encantaban en él.

-Ni te habías subido a este auto ¿o sí? -Me preguntó él cerrando la puerta.

-Sólo una vez...-Le conté en voz baja al acomodar la mochila a mis pies. Alec rodeó el cofre de su auto para subirse de su lado. Ya tenía el auto encendido así que sólo dio reversa y la vuelta.

-¿debería regresarle el auto a Samuel? -Lo oí preguntando. Lo vi curiosa.

-No sabía que lo estuvieras considerando, llevas ya algunos meses conduciéndolo. -Dije yo confundida. Él dio un suspiro.

-Apenas ahora lo estoy reconsiderando.

-¿Por qué?

-Porque...porque me he dado cuenta de que no soy Alec. -Decía él con el mismo tono desanimado de ayer.

-Es sólo un auto.

-No es sólo el auto, es...el auto de lujo, las fiestas con alcohol, las peleas con mis padres, la inseguridad en mí mismo.

-Okey ese es mucho material. Vamos por partes, esto es sólo un auto, de lujo, sí, pero no cambia quién eres. Las fiestas ¿te has estado poniendo borracho? -Pregunté incapaz de imaginarlo. Él negó un poco.

-Al menos no mucho, y no en todas las fiestas.

-¿pero sí te has emborrachado?

-No, no enserio, siempre soy cuidadoso, tengo que conducir de regreso a casa. -Me contaba él.

-¿lo ves? Eso es muy responsable, muy Alec de tu parte. -Le dije yo. Sonrió al menos un poco viendo el camino enfrente.

-Me gusta eso de ti. -Dijo él. Y sentí mis mejillas ardiendo, pero intenté recuperarme de inmediato.

-Uhm ¿Qué? -Quise saber.

-La forma en la que me percibes. Como...alguien responsable. Nadie me conoce así en Hawtz, sólo soy...el chico del auto genial.

-Eh no, en Hawtz eres el guapo chico del auto genial, que gana todas las competencias académicas. -Le conté haciéndolo mostrar una mueca.

-¿y soy guapo enserio o sólo es un efecto del auto? -Preguntó haciéndome confundir ¿Alec no sabía lo bien parecido que era? Esa era una completa ridiculez.

-No...no voy a decirte que eres el chico más guapo de Hawtz. -Le advertí la verdad, pero entendió mi cumplido escondido y sonrió un poco.

-Supongo que eso vale...-Murmuró nada más. Seguía sonando serio y desanimado.

-Ya no estés triste, Alec. Sé que has tenido problemas con tus padres, pero eso no significa que eres malo, o que has cambiado para mal. Sigues siendo el responsable y amable Alec de siempre. Si no lo fueras, no estarías preocupado por eso. -Le daba a entender yo.

Mi Vida de Cristal (#4 Saga Cristal FINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora