Narra Amira:
— Vale rarita, acabemos con esto de una vez. - Abrí la reja del local mientras daba una última miradita a nuestro alrededor.
— No me llames rarita, tengo nombre. No se si sabías. - Si algo tenía que admitir, es que había cierta tensión. Un ambiente algo.. pesado. - Anda, que a veces dudo como es que con Julieta te ves tan.. amigable, pero eres mas una amargada. O quizás sea solo conmigo.
— Pues fíjate que es solo contigo. - Sonreí victoriosamente. Es que, lo merecía, era lógico que venía de ganar esta discusión. - A ver, déjame sacar mi libreta y me dices que es lo que quieres precisamente.
— Bueno. - De reojo podía observar como se ponía a inspeccionar todo mi área de trabajo. Me dio risa su expresión curiosa, parecía que nunca en su vida había visto tales cosas tan normales como tantos hilos y agujas. - Por cierto, tengo un mensaje para ti, es de Julieta.
Tosí como si estuviera enferma. Que me muero de una atragantada.
— ¿E-enserio? - Tenía que actuar cool, no quería ser la burla de la protegida de Pepa.
Protegida de Pepa... Ya tenía con que molestarla, jaja.
— Si, dice que se me muere por que le quites lo virgen. - ¡¿Que?!
¡Eso no suena en lo más mínimo a Julieta!
— Deja la mamada, extranjera. - Le lance unas hojas que tenía cerca y saqué mi bolígrafo para terminar con esta desagradable reunión de una buena vez por todas.
— Jajaja, perdón, perdón. Quería ver tu reacción nada más. - Se nota lo mucho que se junta con Pepa. - En realidad, dice que no puede esperar a que la noche llegue, para verte, y que espera que estés bien.
— Mnm... Gracias por el mensaje. - Desgraciadamente, no pude evitar que mi tono de voz sonase algo abrumado.
No estaba segura de estar bien, pero no había forma de que me saltase el encuentro con Juli esta noche. Ni mi padre, ni la culpa, ni nada me lo impediría.
— Oye, amargada, ¿que te sucede? - Ahora resulta que se preocupa por mi.
— No es nada. Mejor empecemos con lo que quieres, ¿si? - El muchacha me miro poco convencida pero se comió lo que sea que tuviera por decirme fuera de contexto. - Así que, un vestido, ¿cierto?
— Oh, si, si. Quiero algo simple, fresco y cómodo. Sobretodo cómodo. - Fácil. - Te dejo escoger el color que según tu me quede mejor.
Color caca.
No mentira.
— Vale, me la dejas fácil. Dame un segundo. - Comencé a dibujar en mi libreta de diseños que absolutamente nadie ha visto, a excepción de Agustín pero eso fue por metiche. - ¿Que te parece?
Había hecho un conjunto bastante común y ordinario. Algo de boleros y en cierta forma similar a la vestimenta que la hermana de Julieta llevaba.
— Si, esta chulo, me gusta. - Con su aprobación ya dada, me dirigí a buscar el metro para así tomar sus medidas. - Wow.. ¿que haces?
Y, ¿esta tipa salió de Jupiter o que porongas?
— Simplemente voy a tomar tus medidas, es todo. No te alarmes. - La miré algo extrañada, sin duda no me esperaba esa clase de reacción viniendo de alguien que seguro es de cuidad. - ¿Sabes algo? Eres bastante plana.
Al decir eso, intenté mantener mente fría y no cagarme de risa, pero era inevitable, sobretodo tomando en cuenta su rostro ofendido y pendejo.
— ¡Oye! A ver, deja me quitó esta cosa. - Eh... ¿Que esta pasando? La morena se volteó y se pareció quitarse algo en la espalda, al voltearse noté que si dejo de ser TAN plana. Pero igual yo estaba mas proporcionada.
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- Que Sea Nuestro Secreto - (Julieta Madrigal x Oc)
ФанфикBueno, aquí vamos con otra más. Les presento a: Amira Velásquez, reconocida por todo el pueblo gracias a su asombroso talento en costura. Ella a una poca edad se intereso en este dominio y desde que sus padres notaron lo buena que era para ello, el...